- Las historias más memorables son aquellas que sorprenden. Vive la historia, escenifica, disfruta de ella y los más pequeños también lo harán.
- La proximidad física es importante y potenciará la complicidad con tu hijo/hija. Acércate, cógele de la mano, abrázalo/a...
- Leer un cuento no debe ser un trámite para ir a dormir, hay que darle entidad propia y buscar el momento más adecuado.
- Los pequeños reciben muchos estímulos e imágenes, a veces poco recomendables. En casa, intenta rodearlos de belleza haciendo una buena selección de libros.
- Un libro es un juguete más y, por tanto, hay que disfrutar del momento de lectura como de cualquier otro juego. Piensa en jugar.
- Niñas y niños necesitan momentos de calidad con los cuidadores, así que es necesario que estés presente físicamente y mentalmente, sin distracciones.
- Por supuesto, nada de dispositivos móviles, ni digitales, el espacio de lectura debe ser un santuario no digital.
- Utiliza elementos de tu entorno para crear títeres, ambientes imaginarios, atrezo. Los hará reír y potenciar su fantasía.
- Prepara el momento y el espacio, repite algún acto ritual que indique que comienza el esperado momento especial. Le ayudará a centrar la atención.
- Y lo más importante, cuenta con los mejores ingredientes: tiempo, dedicación complicidad y un buen libro.
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