martes, 31 de octubre de 2017

Construir y deconstruir la estructura narrativa. Marian Calvo. Blog Hautztzen.

Narrar es contar. La narración es un tipo de texto en el que se cuentan hechos reales o imaginarios que les ocurren a unos personajes en un lugar y en un tiempo determinado. Para conocer qué es un texto narrativo disponemos de muchos recursos:
Proponemos una actividad cuyo objetivo va a ser aprender los elementos de la narración desligados del relato. Lograremos separar la trama de su estructura para que el alumnado verifique con su propio relato que los elementos de la narración son independientes de la historia. La actividad se puede realizar en dos sesiones:
  • Primera sesión: Tras explicar los elementos de la narración, los alumnos escriben un relato en el que se aconseja que el narrador sea omnisciente, el tiempo lineal, con posibles diálogos en estilo directo, ya que es la estructura más simple. Su historia contará con al menos dos personajes y los hechos sucederán en algún lugar y tiempo.  La extensión del relato es indefinida. Una vez terminada, la guardarán para la siguiente sesión.
  • Segunda sesión: A continuación realizan el ejercicio final que es el que se puntuará. Se sortean los elementos de la narración. Podemos usar las siguientes tarjetas. El ejercicio consiste en convertir la narración ya redactada en una nueva, solo modificando los elementos elegidos a partir del sorteo realizado en clase. Cada alumno entregará la narración inicial, la plantilla en la que marcará las opciones tomadas y la narración final. La plantilla servirá para puntuar el ejercicio realizado.

Un pasaje del libro "Mujeres de ojos grandes, de Ángeles Mastretta.

Hay gente con la que la vida se ensaña, gente que no tiene una mala racha sino una continua sucesión de tormentas. Casi siempre esa gente se vuelve lacrimosa. Cuando alguien la encuentra, se pone a contar sus desgracias, hasta que otra de sus desgracias acaba siendo que nadie quiere encontrársela.

Esto último no le pasó nunca a la tía Ofelia, porque a la tía Ofelia la vida la cercó varias veces con su arbitrariedad y sus infortunios, pero ella jamás abrumó a nadie con la historia de sus pesares. Dicen que fueron muchos, pero ni siquiera se sabe cuántos, y menos las causas, porque ella se encargó de borrarlos cada mañana del recuerdo ajeno.

Era una mujer de brazos fuertes y expresión juguetona, tenía una risa clara y contagiosa que supo soltar siempre en el momento adecuado. En cambio, nadie la vio llorar jamás.

A veces le dolían el aire y la tierra que pisaba, el sol del amanecer, la cuenca de los ojos. Le dolían como un vértigo el recuerdo, y como la peor amenaza, el futuro. Despertaba a media noche con la certidumbre de que se partiría en dos, segura de que el dolor se la comería de golpe. Pero apenas había luz para todos, ella se levantaba, se ponía la risa, se acomodaba el brillo en las pestañas, y salía a encontrar a los demás como si los pesares la hicieran flotar.

Nadie se atrevió a compadecerla nunca. Era tan extravagante su fortaleza, que la gente empezó a buscarla para pedirle ayuda. ¿Cuál era su secreto? ¿Quién amparaba sus aflicciones? ¿De dónde sacaba el talento que la mantenía erguida frente a las peores desgracias?

Un día le contó su secreto a una mujer joven cuyas penas parecían no tener remedio:

-Hay muchas maneras de dividir a los seres humanos- le dijo-. Yo los divido entre los que se arrugan para arriba y los que se arrugan para abajo, y quiero pertenecer a los primeros. Quiero que mi cara de vieja no sea triste, quiero tener las arrugas de la risa y llevármelas conmigo al otro mundo. Quien sabe lo que habrá que enfrentar allá.

Ángeles Mastretta. Mujeres de ojos grandes.

lunes, 30 de octubre de 2017

Carta a mis hijos (para ser leída después de mi muerte). Javier Gomá Lanzón.

Queridos hijos míos:

Cuando leáis esta carta ya no estaré con vosotros en este mundo. He sido vuestro padre mientras vivía y no tengo intención de dejar de serlo ahora solo porque haya muerto. La paternidad no declina, ni siquiera por la circunstancia de la muerte. Aunque naturalmente muta y estas líneas son para explicar ese cambio.
Como padre, una de mis ambiciones ha sido la de no estorbar demasiado. Si un padre no estorba el desarrollo natural de su hijo, ya contribuye positivamente a su educación. Tantos padres castrantes, autoritarios, frustrados y frustrantes, preferí no tener influencia sobre vosotros a tenerla excesiva o mala. No estoy de acuerdo con Platón cuando afirma que la descendencia es una forma de eternidad para los mortales. A la descendencia hay que dejarla en paz y no usarla como coartada, ni siquiera de eternidad. Nunca me formé un plan previo para vosotros que debierais satisfacer, así que tampoco hubo riesgo de que lo defraudarais. La naturaleza tiende a su propia perfección y así lo ha hecho durante millones de años antes de la aparición del homínido. Con esta confianza elemental en el impulso de la naturaleza, me senté a contemplar cómo esta hacía su trabajo en vosotros y fui feliz testigo de vuestro maravilloso crecimiento.
Como padre, una de mis ambiciones ha sido la de no estorbar demasiado. Si un padre no estorba el desarrollo natural de su hijo, ya contribuye positivamente a su educación
Con todo, los hijos están al cuidado de los padres. De estos depende que los primeros no solo crezcan, sino que crezcan sanos. Somos proveedores de vuestra salud. La del cuerpo, claro está, pero también la mental, sentimental y anímica. Emulando el magisterio de vuestra madre, cuidé paternalmente de vosotros para proporcionaros las condiciones de una vida saludable y salvaros –salud significa salvación– de lo insano, mórbido y vicioso al acecho. Nada hay seguro para los mortales, todo se halla expuesto a los antojos de la caprichosa Fortuna. Pero ciertamente, aun sin garantía ninguna de éxito, el trabajo en la propia salud, si luego se combina con una sabia administración de las expectativas en la vida, jugando entre la experiencia y la esperanza, aumenta las probabilidades del gozo inteligente, lo único que al final de verdad quise para vosotros.
Por decirlo todo, quise algo más. Un padre te cae en suerte sin elegirlo: me gustaría, por supuesto, que pensarais que vuestra suerte en el sorteo ha sido buena. Pero mucho más me gustaría que sintierais la evidencia de que el afortunado he sido yo, porque vuestra mera existencia ha bendecido definitivamente la mía.
Ahora que me he ido, la paternidad se prolonga a través de la imagen de mi vida que vosotros custodiáis. Os seguirá tutelando en el recuerdo la imagen de un padre que procuró no estorbar, cuidó de vuestra importante salud y se sintió inmensamente afortunado.
¿Que cómo pretendo que esta carta no sea leída hasta después de mi muerte si ya ha salido publicada en un periódico global? Porque, entre las lecciones de vida que he transmitido a mis hijos, está la de leer solo por placer. Y he observado que tienen la sana costumbre de no leerme.

 (El País, 05/III/2017) - La imagen de tu vida. Galaxia Gutenberg.

domingo, 29 de octubre de 2017

Juan El Fiel. Un cuento de los Hermanos Grimm.

Había una vez un rey muy viejo que cayó enfermo. Conociendo que iba a morir, hizo llamar al fiel Juan, que era al que más quería de sus criados. Le llamaban así porque había sido fiel a su amo toda su vida. En cuanto llegó le dijo el rey:

-Mi fiel Juan, conozco que se acerca mi fin: sólo me da cuidado la suerte de mi hijo; es todavía muy joven, y no sabrá siempre dirigirse bien; no moriré tranquilo si no me prometes velar por él, enseñarle todo lo que debe saber, y ser para él un segundo padre.

-Os prometo -respondió Juan- no abandonarle, y servirle lealmente, aunque me cueste la vida.

-Entonces, ya puedo morir en paz -dijo el viejo rey-. Después de mi muerte le enseñarás todo el palacio, todas las cercanías, las salas, los subterráneos con las riquezas en ellos encerradas; pero no le dejes entrar en la última cámara de la galería grande, donde está el retrato de la princesa de la Cúpula de Oro, pues si ve este cuadro, experimentará hacia ella un amor tan increíble que le hará exponerse a los mayores peligros. Procura librarle de esto.

El fiel Juan repitió sus promesas, y tranquilo el viejo rey, inclinó su cabeza en la almohada y expiró.

En cuanto dejaron en la tumba al anciano rey, Juan refirió a su joven sucesor lo que había prometido a su padre en el lecho de muerte.

-Estoy dispuesto a cumplirlo -añadió-, y os seré fiel como lo he sido a vuestro padre, aunque me cueste la vida.

En cuanto pasó el tiempo del luto, dijo Juan al rey:

-Ya podéis conocer vuestra herencia. Voy a enseñaros el palacio de vuestro padre.

Le llevó por todo él, por lo alto y por lo bajo, y le enseñó todas las riquezas que llenaban las magníficas habitaciones, omitiendo sólo el cuarto en que estaba el peligroso retrato. Había sido colocado de tal manera que, en cuanto se abría la puerta, se le veía en seguida, y estaba tan bien hecho que parecía vivir y respirar y que nada en el mundo era tan hermoso ni tan amable. El joven rey vio desde luego que el fiel Juan pasaba siempre delante de esta puerta sin abrirla, y le preguntó el motivo.

-Es -respondió el otro- porque hay en el cuarto una cosa que os dará miedo.

-Ya he visto todo el palacio -dijo el rey-, quiero saber lo que hay aquí.

Y quería abrir por fuerza.CONTINUAR LEYENDO

sábado, 28 de octubre de 2017

La literatura que no cuenta: poetas afroargentinos.

Para cualquier persona con un nivel no muy alto de cultura general evocar literatura argentina puede remitirlo a mencionar grandes figuras como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares, Alfonsina Storni o María Elena Walsh, entre otras. Sin embargo, existe una significativa producción poética, elaborada por afroargentinos a finales del siglo XIX y comienzos del XX, que ha sido excluida del canon literario argentino. No se la enseña en ningún establecimiento educativo y son creaciones totalmente desconocidas para el público argentino promedio.

Que dicha literatura pase desapercibida no es un dato menor. En un país que se enorgullece de una blanquedad incuestionable, los negros han sido borrados del relato histórico y del imaginario. Se insiste que no hay y que si los hubo, los afroargentinos se han extinguido por varias causas: guerras, enfermedades, condiciones de vida difíciles y más, como si se tratara de animales. La élite argentina, la denominada “Generación del 80”, construyó un mito de nación blanca, en consonancia con los valores de la modernidad de fines del siglo XIX que demandaba blancura. Pero, pese a todo esto, el momento en el que se supone a la comunidad afro desaparecida fue, sin embargo, la época en que su producción cultural y activismo mostraron mayor intensidad, entre actividades como la prensa, la literatura y la música. Actualmente se estima que los afrodescendientes en Argentina son 2 millones, si bien el último censo nacional en 2010 registró unos 150.000 (reconocidos a sí mismos como tales). Los afroargentinos muestran señales de vida tanto hoy como en el pasado. Un repaso por la literatura, a continuación, atestigua su impronta en tiempos pretéritos. CONTNUAR LEYENDO
Fuente: AFRIBUKU. Cultura africana contemporánea.  

miércoles, 25 de octubre de 2017

No nos hemos perdido. Un poema de Raúl Zurita.

No nos hemos perdido.
Infinitas batallas nos preceden,
incontables cadáveres hinchándose
sin fin bajo las lluvias
y músculos y tendones rotos emergiendo
como sueños entre los botones de tierra.
Nos preceden veraces campos,
fértiles trigales abonados sólo con sangre,
siglos enteros labrados a destiempo,
generaciones igual que árboles quemándose
en la tormenta.
Pero nosotros no nos perdimos.
Entre las luces de las estrellas
que no llegaron a destino y los ojos húmedos
que chirriaron ardiendo en las antorchas
Entre las cenizas de los cuerpos
aún pegadas a los muros
Entre los mares derrumbándose
y las falsas Ítacas refulgiendo frente a Nadie
Nosotros no nos perdimos.
Miles de otras naves nos esperaban
Océanos de muertos nos querían llevar consigo
Sirenas como racimos nos llamaron con su canto
Pero nosotros no nos perdimos.
Y por eso ningún cadáver
ni ningún grumo de sangre
que cantó cuajado en el hueso
ni ningún tendón roto vendido en el canasto
ni ningún amanecer asombrado entre los verdugos
ni ninguna ruina ni naufragio
dejó de encontrar el cielo
que es nuestro y es de todos.
Porque nos encontramos no sucumbió la eternidad
Porque tú y yo no nos perdimos
ningún cuerpo
ni sueño ni amor fue perdido.
Raúl Zurita, “A Paulina Wendt”.

Lectura en voz alta. Entrevista a Juan Mata y Andrea Villarrubia, presidente y vicepresidenta de la Asociación Entrelibros de Granada.

martes, 24 de octubre de 2017

Isabel Solé (Catedrática del Dpt. de Cognición, Desarrollo y Psicología de la Educación de la Universidad de Barcelona): “Ceñir la lectura a un nivel instrumental es limitador”

“No hay dos personas que lean el mismo libro” ¿Está de acuerdo con esta frase de Edmund Wilson?
Claro que hay muchas personas que leen el mismo libro, lo que quería decir Wilson es que no hay un libro que tenga una sola interpretación. A pesar de que todos leamos el mismo texto, cada uno hace una interpretación peculiar de aquello que ha leído. Esto no es muy diferente a lo que ocurre cuando escuchamos una conferencia, cuando vemos una película o cuando observamos una obra artística. En cada una de nuestra acciones interviene lo que nosotros aportamos a nivel cognitivo y emocional y esto es lo que nos hace llegar a una determinada interpretación.

La forma en la que un niño o niña aprende a leer, ¿de qué manera condiciona su capacidad de aprendizaje?
Para responder esta pregunta deberíamos remitirnos a muchos aspectos que tienen que ver con lo que significa aprender a leer. De forma muy simplificada, podemos decir que la forma en la que un niño aprende a leer determina cómo entiende el papel de la lectura. Lo que puede influir en la capacidad de aprendizaje es que enseñemos que la lectura va más allá de aprender a decodificar la escritura.

¿Qué formas hay de aprender a leer?
Cuando enseñamos a leer de forma que lo importante es entender lo que dice el texto, probablemente la aproximación de estos niños a la lectura estará muy condicionada a esta idea. Cuando la forma de aprender a leer contempla las aportaciones que el niño hace respecto a la lectura, el niño entiende que el texto es algo sobre lo que se puede pensar, reflexionar… Esto le da una visión enriquecida y aprende que la lectura es un instrumento que le sirve, no solo para saber lo que el texto dice, sino también para revisar sus propias ideas, para aprender…
 
¿Se tiene esto en cuenta hoy en día en las aulas?
Los estudios indican que se invierte mucho tiempo en que los niños aprendan a leer, es decir, se invierte en los estadios iniciales de la lectura, que son muy importantes, pero se dedica menos esfuerzo a enseñar a utilizar la lectura para aprender contenidos complejos como son los de las áreas curriculares. Es frecuente la creencia cómoda, pero equivocada, de que cuando un niño o niña sabe descifrar textos puede aprender a través de la lectura. CONTINUAR LEYENDO
 

Tertulia Artística y Musical: Edgar Degas (Bailarinas). Tchaikovsky - Vals de las Flores.

lunes, 23 de octubre de 2017

Urashima Taro. Cuento tradicional japonés.

Hace mucho tiempo, en una aldea junto al mar, un joven llamado Urashima Taro vivía con su anciana madre. El muchacho quería mucho a su madre y la cuidaba lo mejor que podía, pues no tenía a nadie más. Vivía de lo que Urashima Taro lograba pescar cada día. Un otoño, día tras día el mar se mantenía revuelto, por lo que Urashima Taro no podía pescar.

Una mañana muy temprano, el pescador fue a la playa y vio las altas olas. Se quedó mirando el mar un poco triste, pues ya llevaba varios días sin poder llevar a casa algo de comer.

En eso estaba, cuando vio a tres muchachos, muy cerca de él, que molestaban y golpeaban con palos a una tortuga.

- ¿Cómo se atreven a lastimar a una criatura como esta? – gritó Urashima Taro, mientras perseguía a los muchachos. Los tres huyeron y Urashima Taro se acercó a la tortuga para ver si estaba lastimada. Cuando vio que la tortuga estaba bien, la devolvió al mar.

A la mañana siguiente, Urashima Taro regresó a la playa y vio la cabeza de la tortuga asomarse entre las olas.

- Te debo la vida – dijo la tortuga agradecida, mientras salía del agua y se acercaba al pescador -. Como muestra de agradecimiento, quiero que vengas conmigo. Te llevaré a conocer el Palacio del Dragón.

Urashima Taro pensó que sería fantástico ir allí. Todos saben que el Palacio del Dragón está bajo el mar y hablan de su hermosura, pero nadie lo había avisto. El muchacho realmente quería ir, pero no quería dejar sola a su anciana madre.

- No tardaremos – prometió la tortuga.

Urashima Taro aceptó la invitación y subió sobre el caparazón de la tortuga. La tortuga se sumergió en el mar.

Al avanzar por entre el agua, se acercaron a un castillo que relumbraba por estar cubierto por oro y plata. Del castillo salió una princesa hermosa, ricamente vestida. Iba rodeada por sus damas de compañía y una corte de peces de colores. La princesa invitó a Urashima Taro a entrar al castillo. El muchacho estaba maravillado. Mucho más se sorprendió al ver que adentro había un espléndido banquete servido para él.

El joven pescador se deleitó comiendo platos y postres exquisitos que parecían no acabarse nunca. También bebió vinos magníficos. Entre tanto, hablaba con la princesa sin dejar de pensar en lo hermosa que era. Además Urashima Taro se entretenía oyendo una música que lo envolvía y viendo a las doncellas y a los peces bailar graciosamente. Urashima Taro estaba bajo un encanto. Antes de que pudiera darse cuenta, habían pasado lo que a él le parecieron 3 años. CONTINUAR LEYENDO

En memoria de W. B. Yeats (muerto en enero de 1938). Un poema de W.H.Auden.

1

Desapareció en lo más crudo del invierno;
helados los arroyos, casi vacíos los aeropuertos;
desfiguraba la nieve las estatuas públicas;
se hundió el mercurio en las fauces del moribundo día.
Los pocos instrumentos que tenemos confirman
que el día de su muerte fue muy oscuro y frío.

Lejos de su enfermedad
rondaban los lobos el bosque siempre verde;
el campesino río no se tentaba con muelles elegantes;
las lenguas enlutadas
ocultaron al verso la muerte del poeta.

Para él fue la última tarde como él mismo,
una tarde de enfermeras y rumores;
se rebelaron las provincias de su cuerpo,
se vaciaron las plazas de su mente,
el silencio invadió los suburbios,
falló la corriente de sus sensaciones
y se fundió el poeta en sus admiradores.

Ahora está desparramado en cien ciudades,
dado por entero a desconocidos afectos;
deberá ser feliz en un bosque distinto
y ser castigado por un código ajeno de conciencia.
Las palabras de un muerto
se modifican en las entrañas de los vivos.

Pero en la importancia del ruido del mañana
cuando los agentes rujan como bestias en la Bolsa
y los pobres sigan con su sufrimiento acostumbrado,
y cada cual en su prisión casi se convenza de que es libre,
unos pocos millares pensarán en este día
como se piensa en un día en que se hizo algo apenas desusado.

Los pocos instrumentos que tenemos confirman
que el día de su muerte fue muy oscuro y frío. CONTINUAR LEYENDO

domingo, 22 de octubre de 2017

El dinero cambia a las personas.


No podemos prestarle atención a todo lo que nos rodea, es sencillamente imposible porque nuestro cerebro no es capaz de procesar y darle un sentido a todos los estímulos que nos bombardean constantemente. Sin embargo, la mayoría de las personas se esfuerzan por reconocer a los demás, es algo natural. Aunque todo parece indicar que la riqueza podría hacer que reaccionemos de una manera muy distinta.

Diferentes investigaciones han demostrado que el dinero no solo cambia el estilo de vida de las personas sino también su forma de pensar y relacionarse con los demás. Ahora, un estudio realizado en la Universidad de Nueva York y publicado recientemente en la revista Psychological Science desvela que también cambia su percepción: las personas ricas o de clase alta prestan menos atención a los transeúntes en la calle.

Para llegar a esta conclusión los investigadores reclutaron a 61 personas y les pidieron que pasearan por Manhattan usando unas Google Glass. A estos peatones-conejillos de indias se les dijo que estaban probando la nueva tecnología y, más tarde, se les entregó una encuesta en la que, entre otras cosas, debían incluir su clase o posición social. Al analizar las grabaciones, los investigadores descubrieron que las personas que se había identificado con la clase alta no miraban a sus semejantes en la calle durante tanto tiempo como quienes pertenecían a las clases sociales más bajas. CONTINUAR LEYENDO

Fuente: muhimu.es

jueves, 19 de octubre de 2017

La bella y la bestia. Un cuento de Jeanne-Marie Le Prince de Beaumont

Había una vez un mercader muy rico que tenía seis hijos, tres varones y tres mujeres; y como era hombre de muchos bienes y de vasta cultura, no reparaba en gastos para educarlos y los rodeó de toda suerte de maestros. Las tres hijas eran muy hermosas; pero la más joven despertaba tanta admiración, que de pequeña todos la apodaban “la bella niña”, de modo que por fin se le quedó este nombre para envidia de sus hermanas.

No sólo era la menor mucho más bonita que las otras, sino también más bondadosa. Las dos hermanas mayores ostentaban con desprecio sus riquezas antes quienes tenían menos que ellas; se hacían las grandes damas y se negaban a que las visitasen las hijas de los demás mercaderes: únicamente las personas de mucho rango eran dignas de hacerles compañía. Se lo pasaban en todos los bailes, reuniones, comedias y paseos, y despreciaban a la menor porque empleaba gran parte de su tiempo en la lectura de buenos libros.

Las tres jóvenes, agraciadas y poseedoras de muchas riquezas, eran solicitadas en matrimonio por muchos mercaderes de la región, pero las dos mayores los despreciaban y rechazaban diciendo que sólo se casarían con un noble: por lo menos un duque o conde

La Bella -pues así era como la conocían y llamaban todos a la menor- agradecía muy cortésmente el interés de cuantos querían tomarla por esposa, y los atendía con suma amabilidad y delicadeza; pero les alegaba que aún era muy joven y que deseaba pasar algunos años más en compañía de su padre.

De un solo golpe perdió el mercader todos sus bienes, y no le quedó más que una pequeña casa de campo a buena distancia de la ciudad. CONTINUAR LEYENDO


miércoles, 18 de octubre de 2017

Lee en voz alta 15 minutos cada día. Campaña de la Asociación Read Aloud.


Fijaos que campaña tan divertida está haciendo la asociación americana Read Aloud (hay materiales en castellano e inglés) para fomentar la lectura en voz alta desde el nacimiento. Incluye carteles, consejos (en inglés y español) y más vídeos. Nos encanta que sea un pediatra el que afirma: No sólo es el cuerpo de los bebés el que está creciendo este primer año. ¡Su cerebro se está desarrollando muy rápidamente! Dele a su bebé el mejor inicio leyendo en voz alta cada día, por lo menos 15 MINUTOS, desde su nacimiento.

Fuente: La casa de tomasa

lunes, 16 de octubre de 2017

La rana zarevna [Cuento folclórico ruso]. Aleksandr Nikoalevich Afanasiev.

En un reino muy lejano reinaban un zar y una zarina que tenían tres hijos. Los tres eran solteros, jóvenes y tan valientes que su valor y audacia eran envidiados por todos los hombres del país. El menor se llamaba el zarevich Iván.

Un día les dijo el zar:

-Queridos hijos: Tomen cada uno una flecha, tiendan sus fuertes arcos y dispárenla al ocaso, y dondequiera que caiga, allí irán a escoger novia para casarse.

Lanzó su flecha el hermano mayor y cayó en el patio de un boyardo, frente al torreón donde vivían las mujeres; disparó la suya el segundo hermano y fue a caer en el patio de un comerciante, clavándose en la puerta principal, donde a la sazón se hallaba la hija, que era una joven hermosa. Soltó la flecha el hermano menor y cayó en un pantano sucio al lado de una rana.

El atribulado zarevich Iván dijo entonces a su padre:

-¿Cómo podré, padre mío, casarme con una rana? No creo que sea ésa la pareja que me esté destinada.

-¡Cásate -le contestó el zar-, puesto que tal ha sido tu suerte!

Y al poco tiempo se casaron los tres hermanos: el mayor, con la hija del boyardo; el segundo, con la hija del comerciante, e Iván, con la rana.

Algún tiempo después el zar les ordenó:

-Que sus mujeres me hagan, para la comida, un pan blanco y tierno.

Volvió a su palacio el zarevich Iván muy disgustado y pensativo.

-¡Kwa, kwa, Iván Zarevich! ¿Por qué estás tan triste? -le preguntó la Rana-. ¿Acaso te ha dicho tu padre algo desagradable o se ha enfadado contigo?

-¿Cómo quieres que no esté triste? Mi señor padre te ha mandado hacerle, para la comida, un pan blanco y tierno.

-¡No te apures, zarevich! Vete, acuéstate y duerme tranquilo. Por la mañana se es más sabio que por la noche -le dijo la Rana. CONTINUAR LEYENDO


domingo, 15 de octubre de 2017

Fantasía y realidad


Hasta mañana. Un poema de Mario Benedetti.

Voy a cerrar los ojos en voz baja
voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja
para la muerte que es su pobre dueño
la voluntad suspende su latido
y yo me siento lejos, tan pequeño
que a Dios invoco, pero no le pido
nada, con tal de compartir apenas
este universo que hemos conseguido
por las malas y a veces por las buenas.
¿Por qué el mundo soñado no es el mismo
que este mundo de muerte a manos llenas?
Mi pesadilla es siempre el optimismo:
me duermo débil, sueño que soy fuerte,
pero el futuro aguarda. Es un abismo.
No me lo digan cuando me despierte.

sábado, 14 de octubre de 2017

¿Conocéis la MUERTE de EDGAR ALLAN POE? Historias de la Historia.

Edgar Allan Poe ha muerto. Murió anteayer en Baltimore. Esta noticia sorprenderá a muchos y unos pocos se apenarán”. Este escueto epitafio, que apareció en algunos periódicos americanos, el 9 de octubre de 1849, para dar a conocer la muerte de Poe, el genio de los relatos cortos y misteriosos, ya daba que pensar entre todos aquellos que supieran y quisieran leer entre líneas. 

Los factores de la exclusión educativa en España: Mecanismos, perfiles y espacios de intervención (UNICEF Comité Español).


Quizá la mejor presentación del informe elaborado por Unicef sean algunas de las palabras que se recogen como conclusiones en el propio texto:

“Este informe ha analizado los factores de exclusión educativa del sistema educativo español a partir de una triple mirada:
  • La definición del concepto de exclusión y sus mecanismos y ámbitos de intervención.
  • La escucha activa de la voz de los jóvenes que se encuentran en situación de exclusión educativa.
  • La sistematización de un modelo de factores de exclusión educativa junto con la definición de un conjunto de propuestas de intervención que actúa frente a diferentes tipos de desigualdad (económica, cultural, política y relacional) y a diferentes niveles de acción (política educativa, centro y aula).”
Una interpelación para todos/as los implicados/as en la mejora de la Educación, sea cual fuere el espacio en el que, por nuestra función, nos corresponda intervenir: política educativa, centro, aula…

viernes, 13 de octubre de 2017

Los niños que usan tabletas y smartphones empiezan a hablar más tarde.

Una creciente evidencia sugiere que el tiempo en la pantalla puede tener algunas consecuencias negativas para el desarrollo de los niños pequeños. En un nuevo estudio de casi 900 niños entre seis meses y dos años de edad, los investigadores encontraron que los que pasaban más tiempo usando dispositivos portátiles tenían más probabilidades de presentar retrasos en el desarrollo del habla, en comparación con los niños que no usaban los dispositivos o no los usaban tanto. Por cada 30 minutos de tiempo de la pantalla, hubo unaumento del 49% de riesgo de retraso de habla expresiva. La investigación, dirigida por pediatras en el Hospital for Sick Children de Canadá, fue presentada en la reunión anual de las Sociedades Académicas Pediátricas.

Los investigadores afirmaron no encontrar otros efecto del tiempo de la pantalla en otras habilidades de comunicación, tales como gestos o el lenguaje corporal. Pero vale la pena investigar el efecto sobre el habla.


“Lo que estos resultados muestran es que si los padres están tratando de abordar el desarrollo del lenguaje de sus hijos con aplicaciones educativas, probablemente no funcione a escala de población”, dice la Dra. Jenny Radesky, profesora asistente de pediatría conductual de desarrollo en la Universidad de Michigan y miembro del Comité Ejecutivo de la Academia Americana de Pediatría del consejo de comunicaciones y medios de comunicación.
Radesky, que no estuvo involucrada en el estudio, dice que hay una serie de razones por las que la Academia Americana de Pediatría desaconseja contra dispositivos portátiles para niños pequeños, y alienta a los padres a aprovechar este momento crítico de desarrollo interactuando directamente con sus hijos. Por un lado, los últimos estudios sugieren que los niños no son capaces de comprender la conexión entre el mundo bidimensional en la pantalla y el mundo tridimensional que los rodea. “Incluso si pueden imitar lo que ven en la pantalla, no siempre pueden transferir eso al mundo real y el resto de sus vidas”, dice. “El pensamiento simbólicoy la flexibilidad de la memoria es algo que las aplicaciones no han sido capaces de superar, no importa lo interactivas que sean”.

Incluso si los padres están exponiendo a sus bebés a dispositivos portátiles con contenido “educativo”, ese tiempo de la pantalla podría no estar ayudando a su desarrollo. Radesky también señala que la cantidad de tiempo que los niños pequeños pueden estar dedicando a las pantalla puede reflejar factores sociales, culturales y económicos que podrían tener más que ver con el estrés de los padres que con un cuidado consistente para el niño. Se necesitan más estudios para ver cómo estas cosas pueden afectar el desarrollo del niño, incluyendo el lenguaje expresivo.

“Lo importante es que las familias pongan límites a las pantallas para crear espacios y horarios para interacciones en vivo y el cara a cara con los niños. Puede no ser fácil, pero es importante.” dijo la Dra. Radesky.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Crónica de la jornada “Las pruebas de la educación”. Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU

El pasado 17 de marzo el Bizkaia Aretoa acogió las jornadas “Las Pruebas de la educación”. Expertos en el área de la enseñanza hablaron sobre los métodos que están en auge: aprendizaje por proyecto, método Doman, métodos basados en las inteligencias múltiples o lateralidad cruzada. Así como los distintos problemas en su aplicación a los que se enfrenta el sistema educativo. El éxito de público asistente, en su mayoría proveniente del ámbito de la enseñanza, demuestra el interés que despierta este área, donde a tenor de los expertos participantes, no hay evidencias científicas que respalden los programas implantados actualmente.

Los resultados de los informes que evalúan los conocimientos y habilidades del alumnado en diferentes países como el informe PISA generan una preocupación por obtener un buen puesto en el ránking. Esto incide en la búsqueda, por parte de la comunidad educativa, de metodologías que garanticen unos mejores resultados.

Así mismo, los avances en neurociencia y la investigación del funcionamiento del cerebro en el proceso del aprendizaje fomentan la búsqueda de ese método único, válido para todos. Estos dos factores provocan que en nuestras escuelas se implementen metodologías y prácticas educativas en base a descubrimientos aún sin afianzar. CONTINUAR LEYENDO

Entrada relacionada:
  1. Las ideas erróneas sobre educación entre el profesorado: prevalencia, causas y soluciones

Sobre la autoras: Enara Calvo, estudiante de periodismo, y Ziortza Guezuraga, periodista, son colaboradoras de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU

lunes, 9 de octubre de 2017

Día de la Biblioteca

Desde de 1997, cada 24 de octubre se conmemora el Día de la Biblioteca, una iniciativa de laAsociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, con el apoyo del Ministerio de Cultura, en recuerdo de la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo incendiada el 1992 durante la Guerra de los Balcanes. Esta conmemoración nació para trasladar a la opinión pública la importancia de la biblioteca como lugar de encuentro de los lectores de todas las edades con la cultura, y como un instrumento de mejora de la formación y la convivencia humana.

Cada año se encarga a un escritor y a un ilustrador, ambos de reconocido prestigio, la redacción del pregón y el diseño del cartel que se difunde entre todas las bibliotecas de España, asociados e interesados. Este año los elegidos han sido el Premio Nacional de Literatura Infantil 2016, Alejandro Palomas, y el ilustrador Manuel Marsol, último ganador del Premio Internacional de Ilustración Feria de Bolonia-Fundación SM. El acto conmemorativo tendrá lugar el día 24 de octubre en Talavera de la Reina (Toledo).

Texto del pregón: “Como Mary Poppins, pero sin volar

Soy sobrino de bibliotecaria. Desde que tengo memoria, mi tía, que acaba de cumplir ochenta años, me ha regalado un libro el día de mi cumpleaños. Primero fue la serie de Osear, con su Kina y su láser, de la gran Carmen Kurtz; llegaron después las aventuras de Los Cinco, algunos clásicos ilustrados, la gran Nada de Carmen Laforet… La lista es larga y el disfrute ha sido mágico, porque mi tía entiende la lectura como algo que cura, que aleja al inocente de lo que agrede, y yo -y ella lo sabe- siempre he sido demasiado vulnerable a lo que daña, sea o no imaginado, sea o no real.

Mi tía se llama Nuria y desde niña sufre mucho de la vista. Aun así, trabajó durante décadas fomentando el amor por la lectura en hombres y mujeres, chicos y chicas a los que no conocía, pero cuya mirada no tardó en aprender a leer, a identificar y a descifrar. Ella decía -y a veces dice todavía- que “repartía refugio”, y se emociona al recordarlo. La he oído también confesar en algunos momentos de nuestra historia común, que no fueron fáciles y que vivimos juntos: “Decidí ser bibliotecaria porque así me aseguraba de que, por muy mal que nos fueran las cosas, aunque faltara el agua caliente o la calefacción, siempre tendríamos un libro en casa”. Ahora, quince años después de su jubilación, soy yo quien le recomienda lecturas. Leemos un libro a la vez y nos juntamos cada quince días a comer y a comentar lo leído, en lo que hemos bautizado como “El club de las 2”, porque intentamos en lo posible que coincida con el día 2 de cada mes, a las 2, y porque somos dos almas lectoras que no tienen freno. Durante estos años de club, ella me ha contado cosas, muchas cosas de su vida en la biblioteca, y desde que la oigo hablar como lo hace sobre su amor por esa vocación, que no decrece a pesar del tiempo, no puedo dejar de maravillarme y de preguntarme cómo definiría yo a una bibliotecaria -o a un bibliotecario- llegado el caso.

Hasta hace unos meses no di con la respuesta.

Fue a raíz de la publicación de Un hijo, durante una charla en un centro de enseñanza de una capital andaluza. Y fue precisamente gracias a un niño de diez años que, junto con otros 100, había leído la novela y quería conocer a su autor. Por motivos de espacio, el acto tuvo lugar en la biblioteca del centro, con un par de profesoras y la encargada de la biblioteca. La charla fue muy intensa, mucho más de lo que yo esperaba, y se alargó. Cuando por fin llegamos al final del turno de preguntas, un niño que estaba sentado en la primera fila levantó la mano.

-A mí lo que más me ha gustado del libro es María -dijo refiriéndose a la orientadora del centro, que es, junto con el pequeño Guille, la protagonista del libro.

Quise saber por qué. El niño, llamado Ismael, se rio un poco y luego, mirando a una de las tres mujeres que estaban junto a la puerta. dijo:

-Porque es igual que la seño Lourdes. -Una de las tres mujeres que estaban junto a la puerta se encogió un poco y negó con la cabeza, incapaz de reprimir una sonrisa. Ismael no había terminado-. Vive en la biblioteca porque si no los libros a lo mejor se van. O se mueren.

Se hizo el silencio en la biblioteca. Nadie se rio. Nadie dijo nada. Fueron segundos llenos de respiraciones contenidas, de tensión y de infancia.

-Es que es bibliotecaria -volvió a hablar Ismael. Y al ver que yo lo miraba sin saber qué decir, debió de entender que necesitaba explicarse mejor, y añadió-: O sea, como Mary Poppins, pero sin alas.

Hoy es un día especial. Celebramos el Día de las Bibliotecas y celebramos también que cientos, miles de Mary Poppins sin alas velan por los libros que las habitan para que no se mueran ni se vayan, e Ismael siga creyendo que la vida está en los libros y su reflejo fuera. Hoy es el día en que, un año más, la magia se renueva y todas las bibliotecarias y bibliotecarios del mundo se saludan con una mirada cómplice y un largo. hermoso y tierno: “Supercalifragilísticoespialidoso”.

Texto: Alejandro Palomas / Ilustración: Manuel Marsol

Visita nuestra galería de ilustraciones dedicada a las bibliotecas

domingo, 8 de octubre de 2017

El don Juan. Un cuento de Benito Pérez Galdós.

«Ésta no se me escapa: no se me escapa, aunque se opongan a mi triunfo todas las potencias infernales», dije yo siguiéndola a algunos pasos de distancia, sin apartar de ella los ojos, sin cuidarme de su acompañante, sin pensar en los peligros que aquella aventura ofrecía.

¡Cuánto me acuerdo de ella! Era alta, rubia, esbelta, de grandes y expresivos ojos, de majestuoso y agraciado andar, de celestial y picaresca sonrisa. Su nariz, terminada en una hermosa línea levemente encorvada, daba a su rostro una expresión de desdeñosa altivez, capaz de esclavizar medio mundo. Su respiración era ardiente y fatigada, marcando con acompasadas depresiones y expansiones voluptuosas el movimiento de la máquina sentimental, que andaba con una fuerza de caballos de buena raza inglesa. Su mirada no era definible; de sus ojos, medio cerrados por el sopor normal que la irradiación calurosa de su propia tez le producía, salían furtivos rayos, destellos perdidos que quemaban mi alma. Pero mi alma quería quemarse, y no cesaba de revolotear como imprudente mariposa en torno a aquella luz. Sus labios eran coral finísimo; su cuello, primoroso alabastro; sus manos, mármol delicado y flexible; sus cabellos, doradas hebras que las del mesmo sol escurecían. En el hemisferio meridional de su rostro, a algunos grados del meridiano de su nariz y casi a la misma latitud que la boca, tenía un lunar, adornado de algunos sedosos cabellos que, agitados por el viento, se mecían como frondoso cañaveral. Su pie era tan bello, que los adoquines parecían convertirse en flores cuando ella pasaba; de los movimientos de sus brazos, de las oscilaciones de su busto, del encantador vaivén de su cabeza, ¿qué puedo decir? Su cuerpo era el centro de una infinidad de irradiaciones eléctricas, suficientes para dar alimento para un año al cable submarino. CONTINUAR LEYENDO

sábado, 7 de octubre de 2017

2 Entrevistas a la escritora y activista india Arundhati Roy en El País y en la Cadena SER.

1. ENTREVISTA EN EL PAÍS

Veinte años después del éxito mundial de 'El dios de las pequeñas cosas', la autora india vuelve a la novela y hurga en la herida del nacionalismo hindú con 'El ministerio de la felicidad suprema'

Arundhati Roy tiene maneras suaves y voz dulce con las que expone opiniones contundentes. Para evitar las polémicas que la envuelven (en realidad, violencia pura), la escritora india promociona su novela por todo el mundo menos por el suyo. “No quiero que la noticia de mi nueva obra sea que han destruido la librería”, explica en Cascais (Portugal), donde participa en el Festival Internacional de Cultura. Hoy está en la ciudad portuguesa, mañana en Fráncfort, ayer en Londres y dentro de unos días en Barcelona. Una gira por una veintena de países para anunciar El ministerio de la felicidad suprema, el regreso de la escritora india a la novela después de El dios de las pequeñas cosas, la obra iniciática que sorprendió al mundo literario: ocho millones de copias vendidas en 42 idiomas. Entonces, Arundhati Roy tenía 35 años, ahora ha cumplido los 55.


2. ENTREVISTA EN LA CADENA SER



viernes, 6 de octubre de 2017

El árbol que hablaba. Anónimo: África.

Había un lobo en la selva. Un día, cuando estaba afuera paseando, encontró a un árbol que tenía unas hojas que parecían caras de personas. Escuchó atentamente y pudo oír al árbol hablar.

El lobo se asustó y dijo:

-Hasta el día de hoy nunca me había encontrado con algo tan raro como un árbol hablante.

Tan pronto como hubo dicho estas palabras, alguna cosa que no pudo ver lo golpeó y lo dejó inconsciente. No sabía durante cuánto tiempo había estado allí tendido en el suelo, pero cuando despertó estaba demasiado asustado para hablar. Se levantó inmediatamente y empezó a correr.

El lobo estuvo pensando acerca de lo que le había ocurrido y se dio cuenta de que podía usar el árbol para su provecho. Se fue paseando de nuevo y se encontró a un antílope. Le contó lo del árbol que hablaba, pero el antílope no le creyó.

-Ven y lo verás tu mismo -dijo el lobo- pero cuando llegues delante del árbol asegúrate de decir estas palabras: “Hasta el día de hoy nunca me había encontrado con algo tan raro como un árbol hablante”. Si no las dices, morirás.

El lobo y el antílope se acercaron hasta el árbol que hablaba. El antílope dijo:

-Has dicho la verdad, lobo, hasta el día de hoy nunca me había encontrado con algo tan raro como un árbol hablante.

Tan pronto como dijo esto alguna cosa lo golpeó y lo dejó inconsciente. El lobo cargó con él a su espalda y se lo llevó a casa para comérselo. “Este árbol que habla solucionará todos mis problemas”, pensó el lobo. “Si soy inteligente nunca más volveré a pasar hambre.”

Al día siguiente el lobo estaba paseando como de costumbre. Al cabo de un rato se encontró con una tortuga. Le contó la misma historia que le había contado al antílope, y la llevó hasta el lugar. La tortuga se sorprendió cuando vio al árbol hablante.

-No creía que esto fuera posible -dijo- hasta el día de hoy nunca me había encontrado con algo tan raro como un árbol hablante.

Inmediatamente fue golpeada por algo que no pudo ver y cayó inconsciente. El lobo la arrastró hasta su casa y la puso en una olla. Pensó en hacer una estupenda sopa. CONTINUAR LEYENDO

Tajín y los siete truenos. Cuento popular totonaca.




jueves, 5 de octubre de 2017

El fumador de pipa. Un cuento fantástico de Martin Armstrong.

Por lo general no me importa caminar bajo la lluvia, pero en aquella ocasión la lluvia era torrencial y aún tenía diez millas que recorrer. Por eso me detuve ante la primera casa, más o menos a una milla del pueblo siguiente, y miré por encima de la cancela del jardín. La casa no tenía un aspecto muy prometedor, pues vi enseguida que estaba vacía. Todas las ventanas estaban cerradas, y no había una sola con persianas ni visillos. Por una de ellas, del piso bajo, vi paredes desnudas, la desnuda repisa de una chimenea y una parrilla vacía. También el jardín estaba descuidado, los lechos de flores llenos de hierbas; apenas se lo habría reconocido como tal jardín de no ser por la cerca, los vestigios de senderos rectos y los arbustos de lilas que estaban en plena flor y que regaban de agua la hierba cada vez que el viento los sacudía.

Es fácil imaginar, pues, que me sorprendiera cuando un hombre salió de entre las lilas y vino hacia mí lentamente por el sendero. Lo sorprendente no era sólo que estuviera allí, sino que paseaba por allí sin objeto, con la cabeza descubierta y sin impermeable, bajo aquella lluvia que empapaba y calaba. Era un hombre más bien gordo y vestido de clérigo, canoso, calvo, bien afeitado, con el aspecto engreído de intensidad excesiva que ve uno en los retratos de William Blake. Advertí en seguida cómo los brazos le colgaban desmayadamente junto a los costados. Sus ropas y –lo que lo hacía aún más extraño– su cara estaban chorreando agua. No parecía notar en absoluto la lluvia. Pero yo sí. Estaba empezando a correrme por el pelo y a bajarme por el cuello, y dije:

Usted perdone, señor, pero ¿puedo pasar a guarecerme?

Se sobresaltó y alzó unos ojos desconcertados que se encontraron con los míos.

–¿Guarecerse?–dijo.

–Sí –respondí yo–, de la lluvia.

–Ah, de la lluvia. Sí señor, no faltaría más. Hágame el favor de pasar.

Abrí la cancela del jardín y lo seguí por un sendero hacia la puerta principal, donde él se hizo a un lado con una leve inclinación para dejarme pasar primero.

–Me temo que no lo encontrará muy acogedor –dijo cuando estábamos ya en la entrada–. No obstante, pase usted, señor; aquí dentro, la primera puerta a la izquierda.

La habitación, que era amplia y con un ventanal saledizo dividido en cinco vidrieras, estaba vacía, con la excepción de una mesa y un banco de madera de pino y una mesa más pequeña en un rincón cerca de la puerta y sobre la que había una lámpara no encendida.

–Hágame el favor de sentarse, señor –dijo, señalando el banco con otra leve inclinación. 

Había una cortesía anticuada en sus modales y en su manera de hablar. Él no se sentó, sino que dio unos pasos hasta el ventanal y se quedó de pie, mirando el jardín chorreante, los brazos aún colgándole ociosamente junto a los costados. CONTINUAR LEYENDO

APRENDIZAJE COOPERATIVO, “ÉXITO PARA TODOS” Y REFORMA BASADA EN LA EVIDENCIA PARA TODOS. Un artículo de Robert E. Slavin, Johns Hopkins University y Universidad de York

Durante el siglo XX, la medicina, la agricultura, la tecnología y otros campos abrazaron una idea simple pero poderosa. Usa lo que funciona. Empezaron a exigir que las medicinas innovadoras, las semillas y las máquinas fueran probadas antes de ser usadas en todos los lugares. El resultado fue un progreso revolucionario en cada uno de estos campos, que continua hoy. La reforma basada en la evidencia de cualquier área no sólo protege al público de las innovaciones ineficaces; también crea una dinámica de mejora progresiva en la que están trabajando muchos investigadores y creadores para reemplazar las mejores soluciones de hoy con algo incluso más eficaz, confiando en que el mercado adoptará las innovaciones comprobadas de una manera entusiasta.

Antes de que la evidencia llegara a ser importante en la medicina, la agricultura y la tecnología, los productos y los tratamientos de cada área eran repartidos por el marketing, el boca a boca y la tradición. En el siglo XIX, por ejemplo, ya había muchos conocimientos de medicina pero ni los médicos ni el público general lo prestaban la atención necesaria. A principios de 1900, William Halsted, un investigador médico de la Universidad Johns Hopkins dedicó treinta años intentando, con un éxito limitado, convencer a los médicos de lavarse las manos antes de las operaciones y de usar procedimientos que habían sido válidos en en la investigación volviendo a 1860.

Hoy la práctica de la educación está en el mismo punto precientífico que la medicina estuvo hace cien años. Tenemos muchos conocimientos de educación y los educadores a veces la dedican atención como los médicos lo hicieron en 1907. Sin embargo, hay una investigación limitada al evaluar programas específicos, prácticas o materiales y lo que hay es raramente consecuente en las decisiones de los educadores. Como resultado, decisiones importantes sobre los programas educativos tienden a estar basados en el marketing, el boca a boca, la tradición y la política. Esto no sólo fracasa en proveer los mejores programas educativos a los niños vulnerables, sino que además elimina cualquier incentivo para que los investigadores creen programas y tecnología que en realidad funcione mejor que las prácticas actuales. CONTINUAR LEYENDO