miércoles, 31 de mayo de 2017

Literatura de la memoria: "Libros escritos por gitanos". Mateo Maximoff y Antonio Ortega


"Mateo Maximoff y Antonio Ortega: literatura de la memoria" libros escritos por gitanos.



Soneto XXXVIII Garcilaso de la Vega


Estoy continuo en lágrimas bañado,
rompiendo el aire siempre con sospiros;
y más me duele el no osar deciros
que he llegado por vos a tal estado;

que viéndome do estoy, y lo que he andado
por el camino estrecho de seguiros,
si me quiero tornar para huiros,
desmayo, viendo atrás lo que he dejado;

y si quiero subir a la alta cumbre,
a cada paso espántanme en la vía,
ejemplos tristes de los que han caído.

sobre todo, me falta ya la lumbre
de la esperanza, con que andar solía
por la oscura región de vuestro olvido.


martes, 30 de mayo de 2017

Anuncio del Ramadán condenando la violencia yihadista.

La multinacional de telefonía móvil Zain Telecom de Kuwait publicó un anuncio por el mes de Ramadán en donde se rechaza el terrorismo de los islamistas violentos y se promueve la tolerancia.

El vídeo, muestra en el inicio a un hombre que fabrica un cinturón explosivo. Seguidamente, se observan imágenes de niños, un abuelo juega con su nieto y de una pareja que contraerá nupcias.

La voz de un niño le dice: "Voy a contárselo todo a Alá. Que has llenado los cementerios con nuestros niños y has dejado las escuelas vacías. Que has prendido la agitación y has llevado oscuridad a nuestras calles". Luego se observa al terrorista suicida que sube a un bus en el que se encuentra con sus víctimas. La cinta termina cuando la multitud le cede la mano al terrorista y este luce arrepentido.

“Consejos para la mujer fuerte”. Un poema de Gioconda Belli.

Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzar tu corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:
se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.
Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.

Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.

No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quién eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.

Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta
a nadar contra corriente.

Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto.
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo
rodéalo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas.

Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres
que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.

Si eres una mujer fuerte
protégete con palabras y árboles
e invoca la memoria de mujeres antiguas.

Haz de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbrados
y el óxido mortal de todos los naufragios.
Ampara, pero ampárate primero.
Guarda las distancias.
Constrúyete. Cuídate.
Atesora tu poder.
Defiéndelo.
Hazlo por ti.
Te lo pido en nombre de todas nosotras.

El teatro en la adolescencia

lunes, 29 de mayo de 2017

La filosofía es rebeldía. Entrevista a Ellen Duthie.

En el último número de El Culturista, dedicado a la Filosofía, entrevistan a Ellen Duthie entre otras cosas muy recomendables.

¿QUÉ ES PARA TI LA FILOSOFÍA?

La filosofía es rebeldía. Cuando filosofamos nos atrevemos a cuestionar todas las certezas que nos vienen dadas y las que creemos haber construido hasta el momento sobre el mundo y sobre nuestra relación con el mundo.

La filosofía es juego y como cualquier juego, es cosa seria. Cuando hacemos filosofía debemos asegurarnos primero de que tenemos todas las piezas del puzle sobre la mesa. Luego podemos ver cuáles encajan. Con las piezas que no encajan, debemos pensar si podemos prescindir de ellas o si debemos dejarlas a un lado para tratar de incorporarlas la próxima vez que juguemos a esa pregunta o puzle.

La filosofía es también búsqueda de sentido. La vida es extraña, el mundo es misterioso y los seres humanos estamos repletos de contradicciones. Partiendo del asombro que nos provoca esa extrañeza, la filosofía busca formular las preguntas precisas, ordenar las posibles respuestas a esas preguntas y someterlas a examen. Luego vemos con cuáles nos podemos ir quedando para construir sentido y cuáles hay que ir desechando. Curiosamente, en esa búsqueda de sentido, la filosofía se convierte también en fuente de sentido: filosofar es una de las cosas más humanas a las que nos podemos dedicar.

[...] ¿PARA QUÉ CREES QUE SIRVE?

En cierto sentido, la filosofía, como la literatura, no “sirve” para nada, ¡y a mucha honra!

Pero la filosofía es muy valiosa por muchos motivos. Es valiosa porque interroga al mundo y a todas las demás disciplinas, formulando buenas preguntas y exigiendo respuestas pausadas y razonadas.

Es valiosa porque nos hace conscientes de que gran parte de lo que consideramos de sentido común, lejos de ser cierto, está basado en errores e imprecisiones. La filosofía nos obliga a someter a examen nuestras convicciones, creencias y prejuicios. Nos obliga a pensar sobre la calidad de nuestro razonamiento, a examinar nuestra propia mente y a conocernos mejor. Es valiosa porque nos exige pensar por nosotros mismos. 

La filosofía es valiosa también porque nos puede aportar un sentido de la perspectiva sobre qué es lo que importa y qué es lo que no importa tanto para nuestro mundo y para nuestra vida.

[...] ¿CREES QUE COMO SOCIEDAD TENEMOS MIEDO A PENSAR?

Creo que lo que tenemos es poca práctica. Nos pasamos la vida practicando duro para no pensar. El sistema educativo dominante, desde hace mucho tiempo, ha eliminado cualquier rastro de reflexión sobre lo que se está aprendiendo, especialmente en las edades más tempranas. Si llevamos toda la vida practicando la irreflexión, es difícil de repente empezar a pensar en profundidad en las cosas y es normal que dé no sólo miedo, sino también pereza.

Puede resultar más incómodo o más trabajoso pensar por uno mismo que aceptar una verdad dada o dejar que otros decidan por ti. Hay también una sensación de que no es práctico, incluso de que no es realista, ponerse a pensar. ¿Quién tiene tiempo para esas cosas? Como si pensar fuera prescindible.

Por otra parte, hay cierta tendencia a imaginar que si pensamos profunda y seriamente sobre la vida, descubriremos inevitablemente una realidad terrible y nos sumiremos en la desesperación o en el abismo. O que si no se tiene una respuesta clara, la sensación será inaguantable. ¿Pero no es preferible seguir pensando, que conformarse con una respuesta que en realidad no nos convence? ¡Qué idea tan tremenda la de que para ser medianamente felices, más vale ir por la vida sin pensarla!

Lo que nos debería aterrorizar es el miedo a pensar.

[...] ¿QUÉ LIBRO RECOMENDARÍAS A LOS PADRES PARA ACERCAR LA FILOSOFÍA A SUS HIJOS Y PARA ELLOS?

Cualquier libro-juego de Wonder Ponder, ¡qué voy a decir yo!

Mundo cruel, para pensar sobre la crueldad, Yo, persona, para pensar sobre qué somos y quién somos, y Lo que tú quieras para pensar sobre la libertad.

Lo cierto es que cualquier ejemplo de buena literatura también puede usarse como trampolín para el diálogo. Aquí es importante huir de libros que contengan lecciones (no suelen dar para un diálogo muy rico) y buscar libros que dejen al lector con una pregunta en lugar de con un mensaje.


Ellen Duthie (Cádiz, 1974) es autora, traductora, editora y profesora. Creadora del proyecto Wonder Ponder de Filosofía visual para niños y autora de los blogs “Lo leemos así», «Filosofía de cuento» y «Filosofía a la de tres». Su trabajo se centra en los campos de literatura infantil y filosofía para niños, a veces por separado pero normalmente revueltos.

domingo, 28 de mayo de 2017

El vigor de la razón dialógica. Un artículo de Adela Cortina sobre el filósofo alemán Karl-Otto Apel, publicado en El País.

Karl-Otto Apel recordaba que los seres humanos se hacen desde el diálogo, no desde el monólogo impositivo. No vale con sentir, hay que argumentar

El 15 de mayo murió en su casa de Niedernhausen, a los 95 años, Karl-Otto Apel, uno de los mejores filósofos de los siglos XX y XXI. Nacido el 15 de marzo de 1922 en Düsseldorf, su biografía intelectual viene jalonada por estudios de historia, germanística y filosofía, con Erich Rothacker, en la Universidad de Bonn, y más tarde por la elaboración de una propuesta filosófica, que tiene por hilo conductor la atención al lenguaje como el lugar desde el que los seres humanos hacen ciencia y ética, desde el que son posibles la comprensión y la acción.

Su trabajo de habilitación (1961) versa sobre la idea del lenguaje en la tradición del humanismo de Dante a Vico, y en los años de profesor en Kiel, Saarbrücken y Fráncfort, donde permaneció desde 1972 hasta convertirse en profesor emérito en 1990, se adentró en los caminos de la hermenéutica de Dilthey, Heidegger y Gadamer, en el pragmatismo de Peirce, en la filosofía del lenguaje de Humboldt, Wittgenstein, Searle o Austin.

En diálogo con ellos, y muy especialmente con Kant, elaboró la propuesta que apareció en La transformación de la filosofía (1973), a la que siguieron Diskurs und Verantwortung (1988), en que aplica la ética del discurso a distintos ámbitos; un volumen de Auseinandersetzungen (1998), de cuya parte final —las discusiones con Habermas— hay versión española de Norberto Smilg en Comares; Paradigmen der Ersten Philosophie (2011) y, recientemente, Transzendentale Reflexion und Geschichte (2017). CONTINUAR LEYENDO

Los seis ciegos y el elefante. Un cuento (y su versión teatral) atribuido a Rumi, sufí persa del s. XIII.

En la antigüedad, vivían seis hombres ciegos que pasaban las horas compitiendo entre ellos para ver quién era el más sabio. Exponían sus saberes y luego decidían entre todos quién era el más convincente.

Un día, discutiendo acerca de la forma exacta de un elefante, no conseguían ponerse de acuerdo. Como ninguno de ellos había tocado nunca uno, decidieron salir al día siguiente a la busca de un ejemplar, y así salir de dudas.

Puestos en fila, con las manos en los hombros de quien les precedía, emprendieron la marcha enfilando la senda que se adentraba en la selva. Pronto se dieron cuenta que estaban al lado de un gran elefante. Llenos de alegría, los seis sabios ciegos se felicitaron por su suerte. Finalmente podrían resolver el dilema.

El más decidido, se abalanzó sobre el elefante con gran ilusión por tocarlo. Sin embargo, las prisas hicieron tropezar y caer de bruces contra el costado del animal.

- “El elefante –exclamó– es como una pared de barro secada al sol”.

El segundo avanzó con más precaución. Con las manos extendidas fue a dar con los colmillos.

- “¡Sin duda la forma de este animal es como la de una lanza!”

Entonces avanzó el tercer ciego justo cuando el elefante se giró hacía él. El ciego agarró la trompa y la resiguió de arriba a abajo, notando su forma y movimiento.

- “Escuchad, este elefante es como una larga serpiente”.

Era el turno del cuarto sabio, que se acercó por detrás y recibió un suave golpe con la cola del animal, que se movía para asustar a los insectos. El sabio agarró la cola y la resiguió con las manos. No tuvo dudas.

- “Es igual a una vieja cuerda” exclamó.

El quinto de los sabios se encontró con la oreja y dijo:

- “Ninguno de vosotros ha acertado en su forma. El elefante es más bien como un gran abanico plano”.

El sexto sabio que era el más viejo, se encaminó hacia el animal con lentitud, encorvado, apoyándose en un bastón. De tan doblado que estaba por la edad, pasó por debajo de la barriga del elefante y tropezó con una de sus gruesas patas.

- “¡Escuchad! Lo estoy tocando ahora mismo y os aseguro que el elefante tiene la misma forma que el tronco de una gran palmera”.

Satisfecha así su curiosidad, volvieron a darse las manos y tomaron otra vez la senda que les conducía a su casa. Sentados de nuevo bajo la palmera que les ofrecía sombra retomaron la discusión sobre la verdadera forma del elefante. Todos habían experimentado por ellos mismos cuál era la forma verdadera.

Cada uno se mantenía en su propia opinión, siempre más rígida y fuerte, por lo que no podían llegar a un acuerdo ya que, como podemos ver, aunque cada uno estaba en parte en lo cierto, todos estaban errados.

jueves, 25 de mayo de 2017

Tertulias Literarias Dialógicas en el CEIP Santa Teresa Doctora de Linares (Jaén).

En la Comunicad de Aprendizaje del CEIP Santa Teresa Doctora se han celebrado en los últimos días dos tertulias que, por sus características, merecen ser resaltadas. Una es la que hicieron con familias en 3º de Primaria y la otra, una intergeneracional con personas mayores, alumnado de 3º de la ESO del Instituto de Vilches y el de 3º de Primaria del centro. Para esta tertulia utilizaron un clásico de César Vallejo, Paco yunque.

Este es un centro al que le tengo especial cariño y al que me une una gran amistad con su equipo directivo y profesorado. Realmente han hecho una labor de transformación digna de resaltar. No hace mucho volví a estar trabajando con ellos y quedé nuevamente impresionado. Los Proyectos son importantes, pero las personas que los humanizan y los llevan adelante lo son más. Es más, sin ellas no existiría ningún proyecto.

Aquí os dejo los enlaces para que podáis acceder a estas actividades a través del blog del centro.




miércoles, 24 de mayo de 2017

"Leer sin libros". Un artículo de Roger Chartier publicado en la revista Álabe nº 15.

Lector de Pierre Bourdieu sé bien las seducciones y trampas de la ilusión biográfica. Escribir recuerdos personales es siempre (conscientemente o no) plasmar una representación de sí mismo que construye un pasado deseado, imaginado, que no corresponde necesariamente a lo que fue realmente. Semejante ilusión se encuentra aún más fuerte cuando se trata de los libros y las lecturas. Escribir sobre sus lecturas es un género bien establecido que aprovecha formulas narrativas en las cuales los imprecisos recuerdos imprecisos de la experiencia personal pueden estar situados en la imagen que cada uno tiene o quiere de si mimo. Me parece que existen dos formas dominantes de semejante narrativa. La primera supone que los libros fueron siempre presentes. La historia del lector en un mundo saturado por los libros es como un viaje entre títulos, autores, géneros. Las elecciones de la memoria o de la manera de presentarse hacen hincapié en la precocidad del leer, los descubrimientos furtivos, las lecturas transgresivas opuestas a las lecturas impuestas por la escuela. Como si hubiese nacido en una biblioteca, el lector heredero construye los corpus de las lecturas de su juventud a distancia del modelo y del repertorio de la escuela.

El lector que nació en un mundo sin libros, o casi, elige otra narración en la cual el leer es una conquista, no una herencia. En su narración la escuela desempeña un papel fundamental. Sus lecturas más personales son, de hecho, las que requería la escuela. Hace de la conformidad con los repertorios más canónicos lo propio de una trayectoria descrita como singular. Entre estos dos discursos existen, por supuesto, otras modalidades de la memoria de las lecturas, más complejas o hibridas, pero son estos dos modelos dominantes los que definen la polarización, socialmente arraigada, entre dos maneras de contar su vida y dos relaciones de la memoria con los libros. Nunca debe olvidarse que las fórmulas disponibles para construir un discurso autobiográfico plasman los relatos de las experiencias personales. La ilusión autobiográfica hace que el individuo se piensa como irreductiblemente único cuando, sin saberlo, su discurso o su memoria retoma modelos retóricos o narrativos ampliamente compartidos. CONTINUAR LEYENDO

La olvidada. Un cuento de Juan José Saer.

No se asusten: esta vez la historia termina bien. En lo que a mí respecta, fui testigo ocular únicamente a partir del clímax. Por una de esas casualidades unas horas más tarde también presencié, en un bar a orillas del mar, dichoso, el desenlace. 

Yo había bajado del Talgo Montpellier-Valencia, a eso de las seis de una tarde caliente de verano, y estaba esperando en la vereda de la estación a unos amigos que tenían que pasarme a buscar en auto para ir a un pueblito de la Costa Brava, cuando unas voces rugosas de catalanes que discutían en español me hizo volver la cabeza. La violencia desesperada del tono me turbó, y la agitación del grupo que discutía, más parecida al pánico que a la amenaza, me indujo a acercarme con discreción para tratar de entender lo que pasaba. Tan concentrados estaban en el debate, que ni siquiera se enteraron de mi presencia. (Mi objetivo en la vida es pasar desapercibido en tanto que individuo, puesto que soy editor de obras clásicas de filosofía, que otros han escrito, o traducido, o anotado, y que yo me limito, en el más riguroso anonimato, a sacar a luz en la ciudad de Lausana.) 

Eran cuatro personas: un adolescente, una pareja de ancianos, y un señor de edad indefinida que parecía estar tratando de calmar los ánimos, y que debía ser sin duda un empleado de la estación. La mujer se limitaba a lloriquear y a retorcer entre sus dedos atormentados por la artrosis un pañuelito blanco con el que de tanto en tanto se secaba las lágrimas. Enseguida comprendí que los viejos eran los abuelos del adolescente. 

Es imposible imaginar un contraste mayor en el aspecto del abuelo y del nieto, que eran los que discutían con aspereza. El viejo limpio, calvo y bronceado, llevaba una camisa impecable, gris perla y de mangas cortas y unos pantalones de verano recién planchados, mostrando una vez más esa sencillez en el vestir tan agradable que suelen practicar los españoles. El adolescente, en cambio, tenía puesto encima o arrastraba consigo todo lo que la moda mundial destinada a estimular el consumo en esa etapa de su vida lo inducía a comprar, a causa de uno de esos imperativos universales que no se sabe bien quién los dicta, y que reducen a los miembros de la especie humana al papel de meros compradores ya desde cuando están en el vientre de sus madres: no bien se han instalado en el óvulo que ya hay alguien que, descubriéndoles una supuesta necesidad, tiene algo para venderles. A pesar del despojamiento del anciano y de la abundancia barroca de su nieto (gorra americana con la visera al revés, en plano inclinado sobre la nuca, remera blanca con leyendas en inglés bajo una camisa abierta y demasiado amplia, color kaki, pantalones que caían en acordeón sobre unas espesas zapatillas deportivas de suela de goma, su walk-man cuyo casco pendía alrededor del cuello, sus numerosas pulseras y collares y su cinturón ancho con compartimentos diferentes para guardar dinero, llaves, documentos, pasajes, cigarrillos, etcétera) y a pesar también del antagonismo obstinado que los oponía en la discusión que iba haciéndose cada vez más exaltada y violenta, un innegable parecido físico, no exento de comicidad, con las variantes propias de la edad de cada uno, delataba su parentesco. CONTINUAR LEYENDO

viernes, 19 de mayo de 2017

Compartir lecturas, conjugar culturas... Una conferencia de Michèle Petit.

Hoy quiero mencionar tres elementos que considero esenciales en la historia de jóvenes que han podido resistir mejor a los procesos de exclusión gracias a la lectura. Tres elementos que en la realidad están entrelazados y que forman una sola y única experiencia. El primer elemento consiste en partir de situaciones de intersubjetividad gratificante, que la escuela, la biblioteca u otro espacio, un centro cultural, una asociación, etcétera, hacen posible. Todo parte de encuentros personalizados, de una acogida cálida, de una hospitalidad.

A partir de ahí, el segundo aspecto tiene que ver con que la lectura abre paso a lugares y tiempos que permiten construir un país interior, un espacio psíquico donde la conjunción, el compartir universos culturales, podrán realizarse. La lectura hace posible la narración interior. Y ése es el tercer elemento. Leer permite desencadenar una actividad narrativa y construir puentes entre los eslabones de una historia y entre universos culturales diferentes.

Para los niños cuyos padres han sido estigmatizados, cobra suma importancia la hospitalidad, el ser reconocido en su singularidad, el ser llamado por su nombre, escuchado.Y además, que lo haga alguien que no es de la familia, que es de "otro mundo", y que considera al niño con otra mirada. Alguien que parece disponer de un conocimiento sobre el niño, que él mismo aún no posee.

Necesitamos al otro para revelar nuestra propia fotografía. Las primeras devoluciones que el niño tiene son fundamentales, pues de ellas dependerá, en gran medida, su desarrollo. Todos los especialistas reconocen el papel determinante del intercambio precoz de la madre, o de la persona que la sustituya, con su bebé, al regular la actividad psíquica del niño. De manera similar, los libros anticipan, devuelven un eco en forma articulada y estética de lo aún inefable. Sin el otro, no hay sujeto. Dicho de otro modo, la relación, el gesto de compartir, el intercambio, son la base misma de la cultura, constituyen el inicio mismo de la interioridad, que no es un pozo donde buceamos sino algo que se construye entre dos, a partir de un movimiento hacia el Otro. Constituyen el principio mismo de la identidad, que se crea en un movimiento hacia el Otro, en un salir de sí, una curiosidad. CONTINUAR LEYENDO

miércoles, 17 de mayo de 2017

Sobre árboles sin jirafas y máquinas de baño. Cuestiones sobre la crítica en el sistema de libros para niños. Ponencia de Marcela Carranza.

¿Puede la crítica cumplir algún papel dentro del sistema de los libros para niños? Quizá sí, quizá no. Muchos argumentos pueden llevarnos a pensar que no. Uno de ellos de orden pragmático consiste en hacernos esta simple pregunta: ¿cuántas personas leen crítica de libros para niños? Y de los que la leen, ¿cuántos se ven afectados en sus decisiones como productores o lectores/mediadores de libros infantiles?

[...] Pero en literatura infantil esto se complica todavía más porque el crítico no suele dirigirse directamente a los niños lectores, sino a los adultos lectores que median entre los libros y los niños. Por lo tanto, tenemos al autor, a la obra y al lector infantil. Pero en medio de estos a los adultos que entre otras acciones suelen tener a cargo la selección de los textos. Y entre el autor, la obra y los mediadores tenemos al crítico. De esta compleja relación se puede desprender una de las preguntas que los especialistas en literatura infantil se han hecho a menudo: ¿Hasta dónde el enunciado crítico debe considerar o no al niño lector? Sin tiempo para responder a esta pregunta, podemos aprovechar la oportunidad para poner de relieve la trascendencia que tiene una determinada representación del lector niño en la lectura crítica de un libro infantil. La idea subyacente de “lector niño” es el punto de partida en la mirada del crítico y forma parte del horizonte de representaciones y valores con el que encara su tarea; tema del que hablaremos más adelante.

[...] Esto me parece particularmente importante en el mundo de los libros infantiles porque el mensaje crítico quizá cumple su papel en el campo de la literatura infantil, en la medida en que puede proponer a los lectores adultos que median entre los libros y los niños miradas, lecturas diferentes a las establecidas, recorridos imprevistos a través de una obra. Problematizar lo naturalizado en el mundo de los libros para niños no es poca cosa. Reducir el ruido que interfiere en la lectura adulta de libros para niños dado por una serie de normas, convenciones y supuestos acerca de cómo debe ser un libro infantil, para así invitar a acercarse a la obra con menos certezas y más interrogantes. 



lunes, 15 de mayo de 2017

Necesidad de literatura. Un artículo de Emilio Lledó publicado en el País.

Si nos acostumbramos a ser inconformistas con las palabras, acabaremos siendo inconformistas con los hechos. Ambas actitudes son, sin embargo, formas de libertad. Y la libertad no admite conformismo alguno. Vivir, para los humanos, sobre todo en nuestros tiempos, ha sido siempre una sucesión de conformidades, de aceptaciones y sumisiones. Aceptamos el lenguaje; aceptamos, con él, sentidos, referencias y todo ese monótono universo de ecos que los medios de transmisión de imágenes, sonidos y letras codifican y propagan. Esta abundancia de comunicaciones ofrece, sin duda, una extraordinaria posibilidad de enriquecimiento, de amplitud y libertad; pero también, por los intereses políticos que las dominan y orientan, pueden hacer que la inteligencia resbale por significaciones y perspectivas, para embotarse y enajenarse. Porque los cauces por los que confluyen las imágenes y las palabras nos conforman a sus semejanzas -a las determinadas semejanzas que nos agobian- y nos hacen conformistas. Ser conformista supongo que debe querer decir algo así como conformarse con lo que hay e, incluso, aceptar que "no hay quien dé más". Pero conformarse añade también otro matiz. Conformarse es perder, en parte, la forma propia, para sumirse, liquidarse, en la ajena. Y esa pérdida de la propia forma, si es que la tenemos, si es que, como decía el filósofo, "hemos llegado a construir nuestra propia estatua", es pérdida de ser, pérdida de la sustancia que nos pertenece o nos debiera pertenecer, para derramarla hacia cauces ajenos.

[...] La literatura no es sólo principio y origen de libertad intelectual, sino que ella misma es un universo de idealidad libre, un territorio de la infinita posibilidad. Los libros son puertas que nadie podría cerrarnos jamás, a pesar de todas las censuras. Sólo una censura sería realmente peligrosa: aquella que, inconscientemente, nos impusiéramos a nosotros mismos porque hubiéramos perdido, en la sociedad de los andamiajes y los grumos mentales, la pasión por entender, la felicidad hacia el saber.

Toda verdadera liberación, todo gozo de vivir y de sentir, empieza en nuestra mente. Y esa mente, parte ideal de nuestro cuerpo en la prodigiosa red de sus neuronas, requiere también alimentación y sustento. Las palabras son la sustancia de las que la inteligencia se nutre. Y esas palabras vienen engarzadas en la original sintaxis de la literatura. Un mundo hecho lenguaje, argumentado y construido desde un infinito espacio donde todo el decir, todo el sentir, es posible. Pero un mundo, además, que, en su soledad, en su maravillosa inocencia y libertad, ya nadie manipula, nadie tergiversa, nadie puede ya falsear y alterar.

[...] Tendríamos que agradecer a todos esos escritores que nos acompañan, en el siempre breve espacio de nuestra vida, el que nos hayan entregado sus palabras que construyen una humana manifestación de eternidad. Una eternidad que no promete otra existencia más allá de las fronteras de cada vida y que, en el gozo de leer, en las horas de lectura, nos deja esquivar las paredes del tiempo y acariciar en los silenciosos murmullos de las letras, las espaldas de no sé bien qué especie de inacabada amistad.

Entrevista a Malala Yousafzai, Premio Nóbel de la Paz 2014. Rosa Montero en El Páis.

Con solo 16 años es un icono global contra el integrismo. Los talibanes le arrebataron su infancia a balazos. Sin miedo. Sin rencores. Esta es su historia.

Es diminuta pero posee una cabeza rotunda, una cabeza que destaca en la delicadeza de su cuerpo de elfo. Viste ropas tradicionales pastún de alegres colores y su cara está enmarcada en un bonito chal estampado de flores y colocado con gracia. Se le ve el cabello, detalle muy importante en la tremenda jerarquía de tocados musulmanes para mujeres, desde la siniestra y carcelaria burka hasta el ligero hiyab. Parece una figurilla de belén, una pastorcita de terracota. “Le voy a contar algo de mí”, le digo nada más sentarnos en la fea y burocrática sala privada de un hotel de Birmingham, que es donde se está celebrando el encuentro. “Verá, yo he hecho muchas entrevistas durante décadas, hasta que hace cuatro o cinco años me cansé y ya no hice más. Sin embargo, cuando me propusieron su nombre, inmediatamente dije que si. Así que usted es responsable de mi regreso a este género periodístico…” Malala me mira con una atención absoluta, con una concentración perfecta, una adolescente cautelosa y seria que lo controla todo. Empieza a darme las gracias, muy educada, como corresponde a lo que acabo de decirle. Le interrumpo: “En realidad no se lo digo para halagarle, aunque desde luego la admiro; se lo digo porque me quedé pensando en el enorme efecto que tiene usted en tantísima gente alrededor del mundo. ¿No le agobian las expectativas que todos parecemos tener sobre usted?”.

-No. Estoy entregada a la causa de la educación y creo que puedo dedicarle mi vida entera. No me importa el tiempo que me lleve. Me concentro en mis estudios, pero lo que más me importa es la educación de cada niña en el mundo, asi que empeñaré mi vida en ello y me enorgullezco de trabajar en pro de la educación de las niñas, y la verdad es que es una gran oportunidad tener esta entrevista hoy con usted. ¡Gracias! 

Discurso ante la ONU



domingo, 14 de mayo de 2017

Identidad. Un artículo de Emilio Lledó publicado en El País.

Lo que nos hace seres humanos parece que consiste en hablar, entender, comunicar. La voz en que se expresa esa habla que, en sus orígenes, fue la pura, inmediata, oralidad, y que se perdía en el aire de cada sonido, adquirió, con los siglos y con la escritura, formas más complicadas, más sustanciosas y firmes. La escritura facilitó la memoria e inventó un reflejo de la pervivencia, del impulso hacia el amor y la solidaridad, del deseo de inmortalidad.

Con el invento de las letras, el tiempo se hacía tierra y surco en el que caían las semillas de nuestras palabras y podían, así, fructificar con otros soles distintos de aquel bajo el que se sembraban. Tal vez por ello, se llamó "cultura" a esa siembra que alargaba el instante en lo porvenir, y descubría en el originario, efímero, "sueño de una sombra" la existencia del tiempo y de la historia...

[...] La educación por la cultura exige una revisión y análisis del viciado tópico de la identidad. Una identidad democrática, una identidad global, como la del maravilloso concepto de "filantropía" -ese amor a todos los seres humanos-, que propusieron los griegos del helenismo, pide una ruptura con lo peor de tantas tradiciones que acaban encerrándose en el huerto del fanatismo y la irracionalidad. El horizonte último de esta reflexión tiene que comprenderse en una sola tesis: hay que amar la vida, toda la vida, y no sólo la nuestra, la de los nuestros. Una empresa difícil, que ha de concretarse en instituciones capaces de expandir esa necesaria forma de nueva identidad.
 

Los derechos del lector.


Las bibliotecas escolares en el nuevo Plan de Fomento de la Lectura (2017-2020)

  El nuevo Plan de Fomento de la Lectura lanzado por el Ministerio español de Educación, Cultura y Deporte para el breve período 2017-2020 tiene entre sus objetivos el potenciar las bibliotecas escolares de las comunidades y ciudades autónomas. Dicho impulso y potenciación tiene que ver con transformar las bibliotecas de los centros en menos de un trienio en, literalmente, "espacios de encuentros abiertos, presenciales y virtuales, de apoyo al aprendizaje y a la enseñanza, en conexión con las redes bibliotecarias y el entorno. Todo ello obedece a la propia transformación de los modelos de enseñanza y aprendizaje que se está originando en el contexto de convergencia mediática y digital en el que está inmersa la sociedad". Casi nada.

¿Qué actuaciones contempla el Plan de Fomento de la Lectura para llevar a cabo una "transformación" de esta envergadura en relación a las bibliotecas escolares? A través del Programa 2.3. del documento difundido por el Ministerio se indican dos medidas.

La primera consistirá en difundir las buenas prácticas. Se hará retomando una actuación de un plan anterior (2005-2010) consistente en la "convocatoria de premios a la innovación y la dinamización de las bibliotecas escolares como medida de impulso, reconocimiento y difusión de las buenas prácticas". Esta acción ayudará probablemente a dignificar temporalmente los presupuestos, infraestructuras y dotaciones de algunas ¿20, 30, 40, 50?, de las miles de bibliotecas escolares que se presenten a los premios de marras. A este ritmo de aplicación solo se podrán armar dos convocatorias, tres si optimistas somos.

La segunda medida se resume en 5 palabras: "Mejora de las bibliotecas escolares". No hay más texto que concrete esta vaga actuación. CONTINUAR LEYENDO

Cuando haya muerto, llórame tan solo. Un poema de William Shakespeare

Cuando haya muerto, llórame tan solo
mientras escuches la campana triste,
anunciadora al mundo de mi fuga
del mundo vil hacia el gusano infame.

Y no evoques, si lees esta rima,
la mano que la escribe, pues te quiero
tanto que hasta tu olvido prefiriera
a saber que te amarga mi memoria.

Pero si acaso miras estos versos
cuando del barro nada me separe,
ni siquiera mi pobre nombre digas

y que tu amor conmigo se marchite,
para que el sabio en tu llorar no indague
y se burle de ti por el ausente.

jueves, 11 de mayo de 2017

"Mythos". Un artículo del gran filósofo Emilio Lledó publicado en El País

Lo primero fue el habla. Una necesidad de sentir la compañía de los otros, de arrancarse de la originaria soledad, de emitir sonidos que la lengua fue articulando, modulando, convirtiendo en palabra. A esa voz, enriquecida a lo largo del tiempo, el “filósofo”, como llamaban a Aristóteles, dijo que era un soplo, un “aire semántico”. No sólo un grito. Ese aire decía cosas, señalaba los árboles, los mares, las estrellas, alumbraba ideas que, en principio, eran “lo que se ve” y en esas “visiones”, creaba comunidad, solidaridad, amistad. Surgía así un universo en el que los seres humanos comenzaron a sentirse y entenderse. Los primeros textos en los que encontramos el sustantivo mito, (mythos), por ejemplo en laIlíada, significa “palabra”, “dicho”, “conversación”.

Ese aire semántico, ese soplo de la vida, del cuerpo, empezó a llenarse de deseos, de sueños, de sentimientos, y el mito, la voz que entonaba los hexámetros sonoros, se cargó de contenidos en los que se roturaba el mágico, misterioso, territorio de la imaginación. El aliento que se escapaba de los labios de los rapsodos cantaba ya las lágrimas de Aquiles, la constancia de Odiseo, el amor de Nausicaa, la tristeza de Antígona, Un enriquecimiento, pues, de esos largos orígenes en los que las palabras habían servido para comunicar a los que vivían a nuestro lado la inevitable, gozosa, penosa a veces, experiencia del cuerpo y su destino. La literatura, el lenguaje, que ya no indicaba sólo el mundo de las cosas que veíamos, iba, poco a poco sembrando, inventando los mitos. El aire semántico revestía las palabras de una luz tan intensa que podíamos descansar en ellas nuestras cabezas, y afirmar así todo lo que jamás podrían alcanzar nuestras manos, ni vislumbrar nuestra mirada.
Debieron pasar siglos para que se levantase el intangible acoso de la fantasía, de las ficciones, de la poesía. La Iliada y la Odisea fueron dos inmensos bloques de mitos que habrían de dar sustento a unos seres que desde la naturaleza que los constituía iban a adentrarse por el amplio dominio de la cultura. Ese nuevo aire semántico también hacía respirar, alimentaba la vida, ampliaba el horizonte del existir, insuflaba alegría y esperanza. Pero sobre todo creaba libertad. Nadie podía poner ya puertas al campo, al universo de las ficciones que nos convirtieron en animales con logos, con palabra, donde se dibujaban otros paisajes, otros horizontes. El cultivo, la cultura, de esos mitos fue abriendo al animal humano el dominio que le era propio y por el que realmente existía.

La tradición filosófica nos ha entregado una de las grandes intuiciones de aquellos primeros pensadores que se hicieron cargo de esas palabras “asombrosas y maravillosas”. Uno de sus representantes, el “filósofo”, decía que “el amante de los mitos tiene que ser también amante del conocimiento, de la verdad, de la sabiduría”. Y aquí surgió un problema que ha llegado rodando, apisonando también, aplastando, hasta nuestros días. Porque el mito que crea, y da aire a la libertad, puede ser objeto, incluso instrumento de condena, de prohibiciones, de incendios, cuando no deja abrir las puertas de la verdad, cuando no inspira racionalidad y progreso, cuando no hace fluir las neuronas. El mito alumbra e inspira, pero es siempre un paso previo en el camino del conocimiento. Enseña libertad si no se impone por la fuerza, si no cae en manos de sectas y fanáticos que corroen, desde la infancia, el cerebro de los que de alguna forma dominan, para hacer olvidar el camino más largo, mas duro, mas interminable, más hermoso del pensar. Hay que mantener el estímulo de las palabras míticas para saber que esas palabras no acaban en ellas mismas. Abren camino, pero no son el camino que, con la educación, con la Paideía que es cultura y no aprendizaje, hay que andar para ser ciudadanos de una “polis” libre, de una política en la verdad y en la siempre imprescindible justicia. En esa educación para la ciudadanía no cabe la indecencia, ni los mitos impuestos por los profesionales de la mentira.

La intergeneracionalidad en las aulas. Ageing Lab Foundation.

Inmersos en plena revolución demográfica, en la que la tendencia predominante es la de una población envejecida, es muy importante tener en cuenta las oportunidades tanto económicas como sociales que esta situación nos brinda y apostar por la creación y el fomento de espacios en los que las personas mayores puedan aportar valor.

Adecuar los sectores existentes a esta nueva realidad y crear nuevas áreas en las que las personas mayores sean las protagonistas, o que no sufran ningún tipo de discriminación por su edad, es un reto de futuro que debemos ir afrontando e ir haciendo real a través de herramientas que incluyan a la población envejecida en el sistema económico, político y social del país.

En los últimos años, esta tendencia ha empezado a tomar cierta relevancia, y estamos siendo testigos del aumento de proyectos en los que se incluyen a las personas mayores en ámbitos donde pueden aportar valor como, por ejemplo, el educativo. Podemos observar que desde las escuelas se apuesta por actividades intergeneracionales, ya que esta constituye un vehículo de intercambio de recursos y aprendizaje entre dos o más generaciones.

Aprendizaje intergeneracional, clave para promover la Educación Transformada
Ante la actual situación demográfica hay que plantear la creación de nuevas directrices y modelos educativos basados en la incorporación de la población adulta en las escuelas. Trabajar por la inclusión social de las personas mayores y aprovechar su experiencia y sabiduría es una necesidad impostergable, que nos ayudará a conseguir una sociedad mucho más igualitaria.

En países como Irlanda no solo se han desarrollado programas de educación para las personas mayores, sino que se ha ido más allá y se promueven actividades de educación y convivencia entre generaciones, como “The Irish University Intergenerational Learning Project”. Esta incorporación en el sistema educativo proporciona una calidad de vida digna y plena a la población envejecida, ya que da la posibilidad de transmitir valores, tradiciones, etc., a través de sus vivencias y visión del mundo, haciéndoles partícipes de la sociedad. CONTINUAR LEYENDO

miércoles, 10 de mayo de 2017

Claus el Grande y Claus el Pequeño. Un cuento de Hans Christian Andersen.

En cierta aldea vivían una vez dos paisanos del mismo nombre. Ambos se llamaban Claus, pero uno de ellos tenía cuatro caballos y el otro solamente uno. Y para distinguirlos, la gente llamaba al dueño de los cuatro caballos “Claus el Grande” y al que sólo poseía uno “Claus el Pequeño”. Ahora os contaré lo qué les ocurrió a esos dos hombres, pues ésta es una historia verídica.

Durante toda la semana, el pobre Claus el Pequeño tenía que arar la tierra para Claus el Grande y prestarle su único caballo, pero una vez cada siete días -el domingo- Claus el Grande le prestaba a él sus cuatro caballos. ¡Y con qué orgullo Claus el Pequeño hacía restallar el látigo, cada domingo, sobre aquellos cinco animales! Porque ese día era como si fueran realmente de su propiedad.

El sol brillaba esplendorosamente, las campanas de la iglesia tañían alegres, y la gente pasaba, vestida con sus mejores galas y llevando bajo el brazo su libro de oraciones. Y todos miraban a Claus el Pequeño que araba con sus cinco caballos. Y él se sentía tan orgulloso que restallaba el látigo y decía:

-¡Arre, mis cinco caballos!

-¡No has de decir así -rezongó Claus el Grande-, porque sólo uno de ellos es tuyo!

Pero Claus el Pequeño olvidó pronto lo que no tenía que decir, y cada vez que veía pasar a alguien gritaba con toda su fuerza:

-¡Arre, mis cinco caballos!

-Tengo que insistir en que no lo digas otra vez -repitió Claus el Grande-. Si lo haces, le pegaré, a tu caballo en la cabeza, de tal modo que caerá muerto en el sitio. Y ya no podrás decir que tienes ninguno.

-Te prometo no decirlo de nuevo -respondió el otro. Pero en cuanto alguien se acercaba y lo saludaba con un movimiento de cabeza o un “Buenos días”, Claus el Pequeño se sentía tan complacido de tener cinco caballos arando en su campo que gritaba una vez más:
-¡Arre, mis cinco caballos!

-Yo arrearé los caballos por ti -dijo Claus el Grande. Y tomando una maza le dio en la cabeza al único caballo de Claus el Pequeño, de manera que el animal cayó muerto.

-¡Oh, ahora no tendré ningún caballo! –exclamó llorando Claus el Pequeño. Pero un rato después desolló al caballo muerto y colgó el cuero al aire para que se secara.

Luego metió la piel en un bolso, se echó éste al hombro y emprendió viaje hacia el pueblo más próximo para venderla. Pero el camino era largo, y había que pasar por un bosque oscuro y sombrío. CONTINUAR LEYENDO


Paco Ibáñez. 12 poemas musicados de Federico García Lorca


Los discos son los siguientes:
1964. Paco Ibáñez interpreta a Lorca y Góngora.
1969. Paco Ibáñez en el Olympia.
1990. Paco Ibáñez. Por una canción
2008. Paco Ibáñez interpreta a los poetas andaluces

Y aquí están las canciones:

1. Canción del jinete.
2. El lagarto está llorando
3. Romance de la luna, luna
4. Casida de las palomas oscuras.
5. La señorita del abanico
6. Mi niña se fue a la mar
7. Canción del Jinete (En el Olympia)
8. No te pude ver
9. Córdoba, lejana y sola
10. Si tu vienes a la romería
11. Pero tu has de venir
12. Yo vuelvo por mis alas.

martes, 9 de mayo de 2017

Leeureka!, libros para niños y jóvenes con la mujer como protagonista.

Presentación de una nueva guía de lectura en la que aparecen mujeres que se dedican a la divulgación científica en diversos campos.

¡Leeureka!¡Mujer tenía que ser! es la nueva guía de lectura que, incluida en la Primavera Científica de la USAL (Universidad de Salamanca), ha sido presentada en la Casa de las Conchas, con la mujer como protagonista.

Tras las guías Leer la Ciencia (2015) y La Mirada Atenta (2016), Leeureka! presenta una nueva selección de 96 libros informativos, dirigidos a niños y jóvenes, con la mujer como protagonista. Se trata de un conjunto de biografías que presentan las vidas de mujeres que han destacado en diversos campos: el arte, la literatura, el cine, la política o la investigación. Esta guía es una muestra que deja ver todo lo que queda por hacer para convertir en visibles nombres de mujeres invisibles.

La guía reúne una selección de títulos en donde, bajo el nombre genérico de “autor e ilustrador”, están muchas mujeres que se dedican a la divulgación científica en diversos campos, desde las humanidades hasta las ciencias puras, y para distintas edades. Muchos de los libros reseñados están escritos desde la óptica del humor, ejemplos muy destacados sobre cómo abordar temas difíciles como la sexualidad, la reproducción o los excrementos, desde la risa y la ilustración humorística.

Además, hace un pequeño homenaje a Margarita Salas, con la propuesta de una biografía y la selección de varios libros escritos por mujeres en torno a su figura, como una invitación para iniciar a los más pequeños en la experimentación y en la investigación a través de juegos y propuestas didácticas. La guía ¡Mujer tenía que ser! se distribuirá gratuitamente en puntos habilitados del Festival Primavera Científica, en bibliotecas municipales y en librerías.   


Documental sobre la vida y obra de Federico García Lorca.

lunes, 8 de mayo de 2017

Celebrado en Galdakao (Bizkaia) el VI Encuentro de Tertulias Literarias Dialógicas de Euskadi.

El pasado sábado unas 160 personas nos juntamos en Galdakao (Bizkaia) para celebrar el VI Encuentro de Tertulias Literarias Dialógicas de Euskadi. Un Encuentro dialógico sin censuras  y abierto a todo el mundo. 

Empezamos con un acto inaugural en el que estuvieron presentes el Director de Centros del Departamento de Educación del Gobierno Vasco, el Concejal de  Educacción y Euskera del Ayuntamiento de Galdakao y, en representación de la Comisión Organizadora, el Director del Centro de Educación de Personas Adultas de Galdakao.

Tras esta breve ceremonio, se llevó a cabo un diálogo teórico-práctico sobre las Tertulias Literarias. Maite Aradia, profesora de la UPV acompañó desde el marco teórico las experiencias de la Tertulia de la Asociación Galdarra, del Club de Lectura de la Biblioteca de Galdakao y de la Tertulia Literaria de la Prisión Araba, que lleva 17 años funcionando.



Con estos miembres nos trasladamos para reponer fuerzas con un suculento café-pastas y, una vez respuestas, nos repartimos en distintos grupos de tertulia para compartir lecturas, palabras y sentimientos con el libro de Juan Ramón Jiménez, Platero y yo.

Para finalizar, nos reunimos para escuchar los sueños más signicativos que las personas participantes en el Encuentro habían realizado para sembrar el futuro de las Tertulias. Tras las lectura, un dantzari interpretó un Aurresku, para a continuación deleitarnos con dos canciones interpretadas por el coro de la Escuela Municipal de Música, con el que nos despedimos hasta el año que viene cantando el Agur Jauna

  Pero no todo quedó aquí, ya que con el fin de seguir compartiendo, nos fuimos al Centro de Jubilados donde dimos cuenta de una suculenta comida. Ya por la tarde realizamos una Visita cultural guiada por Galdakao: iglesia Andra Mari de Galdakao.

En resumen, un Encuentro que resultó fenomenal gracias al esfuerzo de todos y todas y, en especial, a las personas y voluntarios de la Comisión Organizadora.

 ¡¡¡ENHORABUENA Y GRACIAS!!! 

YA ESTAMOS PREPARANDO EL DEL AÑO QUE VIEN Y PUEDE QUE VENGA CON ALGUNA SORPRESA 



Plan de Fomento de la Lectura 2017-2020: Leer te da vidas extra. Ministerio de Educación.

Nuevo Plan de Fomento de la Lectura que tiene como principal objetivo el incremento de la demanda lectora mediante la promoción, extensión y consolidación del hábito de la lectura. El libro, vehículo de la lectura, constituye una herramienta imprescindible para transmitir el conjunto de saberes humanos,para dotar a los ciudadanos de recursos necesarios para su desarrollo personal, ensanchar su realidad e incrementar su capacidad de reflexión, comprensión y crítica, en suma, para ser más libres. 

Si la lectura se considera un derecho, como efectivamente lo es, los poderes públicos deben garantizar el acceso a este derecho en condiciones de igualdad. La lectura y el libro han experimentado grandes cambios en los años transcurridos desde que se sentaron las bases para el primer Plan, cambios derivados en buena parte de las transformaciones operadas en nuestro entorno social, cultural, educativo y tecnológico. Por tanto, el diseño de este Plan busca responder a estas nuevas realidades, y la respuesta no parte de una sola dirección. El desafío es tal que requiere la implicación de todas las administraciones y del mayor número de entidades privadas, tanto del sector del libro como de fuera de él. Se trata de un plan para todos, sobre todo para los menos lectores, aunque presta especial atención a tres segmentos de la población que plantean una situación particular: los más jóvenes, la población con los índices de lectura más bajos y aquellos colectivos con mayores dificultades para el acceso a la lectura. Los primeros años de vida, hasta que se supera el umbral de la juventud, son esenciales en la consolidación de los hábitos de lectura, al ser el momento en que se desarrolla la comprensión lectora.


domingo, 7 de mayo de 2017

"Alma desnuda". Un poema de Alfonsina Storni.

Soy un alma desnuda en estos versos,
alma desnuda que angustiada y sola
va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
que puede ser un lirio, una violeta,
un peñasco, una selva y una ola.

Un alma que como el viento vaga inquieta
y ruge cuando está sobre los mares,
y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla,
alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
con sólo un corazón que se partiera
para en su sangre regarla.

Alma que cuando está en la primavera
dice al invierno que demora: vuelve,
caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
en tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas
a campo abierto, sin fijar distancia,
les dice, libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia
de un suspiro, de un verso en que se ruega,
sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
y negando lo bueno el bien propicia
porque es negando como más se entrega.

Alma que suele haber como delicia
palpar las almas, despreciar la huella,
y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella,
como los vientos vaga, corre y gira,
alma que sangra y sin cesar delira
por ser el buque en marcha de la estrella.


La luna. Uma história empolgante.




LA LUNA - Uma história empolgante.


Mais singelo impossível: temos um barco com três pessoas. Um senhor de idade, um adulto e uma criança. O começo já dá o tom da história, ainda que algumas belas surpresas estejam guardadas. Tanto o idoso quanto o adulto usam bonés e a criança está recebendo o seu primeiro. É sinal de sua iniciação nos negócios dos adultos, mas também é o primeiro motivo de discórdia, já que um acha que o boné tem que ser usado baixo, enquanto o outro, alto.

E assim vai seguindo a bela narrativa, com o menino ora imitando os trejeitos daquele que se presume ser o pai, ora o do pretenso avô. Mas quando um problema surge, e nem os métodos dos dois mais experientes conseguem resolvê-lo, e é a inocência e criatividade da criança que irá abrir caminho (ao mesmo tempo em que descobre que o bacana mesmo é usar o boné virado para trás).

viernes, 5 de mayo de 2017

El que se llora. Un cuento de Juan José Saer.

Un día de Noviembre que amaneció lloviendo me desperté después que aclaró. Se oía el rumor del agua, complejo y monótono-¡cuántas veces se ha dicho lo mismo sobre la lluvia! Por las celosías entraba en el dormitorio una luz verdosa. Me quedé tirado en la cama, con los ojos abiertos, mirando la penumbra que era cada vez más débil pero que se espesaba cerca del cielorraso. Un sueño que acababa de tener permanecía en mi mente, obstinado, un sueño en el que había visto a mi tío Pedro, hermano de mi madre que trabajó mucho tiempo en la usina y que después se independizó y compró una panadería. Mi tío había muerto el mes antes. En el sueño aparecía llorando su propia muerte.

Los sueños me dan miedo, y sueño mucho. ¿Tengo miedo de lo que sueño o simplemente tengo miedo porque sueño? Me sentí triste esa mañana pensando en mi tío Pedro que vino a morirse justo cuando la panadería empezaba a andar bien pero después –afortunadamente- la curiosidad venció a la tristeza y medité sobre el significado del sueño hasta cerca de las nueve. Durante todo el tiempo llovió sin parar y el ruido de la lluvia me mantuvo como adormecido, así que ahora no sé bien si por momentos no me puse a soñar el sentido de lo que había soñado. Una chica amiga, maestra de escuela que después se casó con un profesor de matemáticas y se fue a vivir al Perú, me contó que ella siempre soñaba que lloraba frente a su propio cajón. Que se miraba muerta y lloraba. ¿Qué lloramos de nosotros mismos cuando nos lloramos en sueños? Lo sabe únicamente el que se llora. Buscar en esa fuente de llanto es un trabajo difícil y la mirada tranquila de la curiosidad no alcanza a ver tan hondo. Para ver el dolor, tenemos que estar en él. Pero lo que sorprende todavía más es que el que se llora, el que ve su cadáver o se conduele de su propia muerte, está parado en un punto tan singular de la gran llanura de la pena que su llanto es al mismo tiempo recuerdo y anticipación. En las grandes llanuras el horizonte es siempre circular, idéntico, vacío y monótono.


FIN

"Canto de esperanza". Un poema de Rubén Darío.

Un gran vuelo de cuervos mancha el azul celeste.
Un soplo milenario trae amagos de peste.
Se asesinan los hombres en el extremo Este.

¿Ha nacido el apocalíptico Anticristo?
Se han sabido presagios, y prodigios se han visto
y parece inminente el retorno del Cristo.

La tierra está preñada de dolor tan profundo
que el soñador, imperial meditabundo,
sufre con las angustias del corazón del mundo.

Verdugos de ideales afligieron la tierra,
en un pozo de sombras la humanidad se encierra
con los rudos molosos del odio y de la guerra.

¡Oh, Señor Jesucristo!, ¿por qué tardas, qué esperas
para tender tu mano de luz sobre las fieras
y hacer brillar al sol tus divinas banderas?

Surge de pronto y vierte la esencia de la vida
sobre tanta alma loca, triste o empedernida,
que, amante de tinieblas, tu dulce aurora olvida.

Ven, Señor, para hacer la gloria de ti mismo,
ven con temblor de estrellas y horror de cataclismo,
ven a traer amor y paz sobre el abismo.

Y tu caballo blanco, que miró al visionario,
pase. Y suene el divino clarín extraordinario.
Mi corazón será brasa de tu incensario.

jueves, 4 de mayo de 2017

Bernardino. Un magnífico cuento de Ana Mª Matute, Premio Cervantes 2010.

Siempre oímos decir en casa, al abuelo y a todas las personas mayores, que Bernardino era un niño mimado.

Bernardino vivía con sus hermanas mayores, Engracia, Felicidad y Herminia, en “Los Lúpulos”, una casa grande, rodeada de tierras de labranza y de un hermoso jardín, con árboles viejos agrupados formando un diminuto bosque, en la parte lindante con el río. La finca se hallaba en las afueras del pueblo y, como nuestra casa, cerca de los grandes bosques comunales. 

Alguna vez, el abuelo nos llevaba a “Los Lúpulos”, en la pequeña tartana, y, aunque el camino era bonito por la carretera antigua, entre castaños y álamos, bordeando el río, las tardes en aquella casa no nos atraían. Las hermanas de Bernardino eran unas mujeres altas, fuertes y muy morenas. Vestían a la moda antigua -habíamos visto mujeres vestidas como ellas en el álbum de fotografías del abuelo- y se peinaban con moños levantados, como roscas de azúcar, en lo alto de la cabeza. Nos parecía extraño que un niño de nuestra edad tuviera hermanas que parecían tías, por lo menos. El abuelo nos dijo: 

-Es que la madre de Bernardino no es la misma madre de sus hermanas. Él nació del segundo matrimonio de su padre, muchos años después. 

Esto nos armó aún más confusión. Bernardino, para nosotros, seguía siendo un ser extraño, distinto. Las tardes que nos llevaban a “Los Lúpulos” nos vestían incómodamente, casi como en la ciudad, y debíamos jugar a juegos necios y pesados, que no nos divertían en absoluto. Se nos prohibía bajar al río, descalzarnos y subir a los árboles. Todo esto parecía tener una sola explicación para nosotros: 

-Bernardino es un niño mimado -nos decíamos. Y no comentábamos nada más. CONTINUAR LEYENDO

NADA SERA IGUAL "Nadie Hace Nada"



“Nada Será Igual” es un proyecto audiovisual que persigue concienciar a los jóvenes contra el acoso escolar, a través de personajes de ficción sobre la realidad de acoso que algunos jóvenes viven en su día a día y denunciar el silencio cómplice de su entorno.

Finalidad: no perder la conexión y la realidad, un buen recurso para trabajar la relaciones interpersonales, la interacciones sociales, respeto, vocabulario, en fin muchas cosas, hasta la creatividad y el infinito.

miércoles, 3 de mayo de 2017

"La historia de Erika". Adaptación del relato de Ruth Vander Zee con ilustraciones de Roberto Innocenti.


La historia de Erika. (Adaptación del relato de Ruth Vander Zee). Conocí a la protagonista de esta historia sentado en un banco con mi mujer frenta al ayuntamiento de Rothenburgo, Alemania. Mirábamos cómo un equipo de limpieza recogía las tejas rotas que un tornado había tirado la noche anterior. Una mujer que estaba sentada a nuestro lado se presentó así misma como Erika y nos preguntó si estábamos de viaje. Le dijimos que durante dos semanas habíamos estado estudiando en Jerusalem. Observé que llevaba al cuello una cadena con la estrella de David, así que le comenté, que después de estar en Israel, habíamos pasado por Austria donde habíamos visitado el campo de concentración de Mathausen. Erika nos dijo que en una ocasión había llegado hasta las mismas puertas de Dachau, pero que no había sido capaz de entrar. Entonces nos contó su historia... 
* Entre 1.933 y 1.945, seis millones de los míos fueron asesinados. Unos murieron de un tiro. Otros murieron de hambre. Y otros muchos murieron en hornos crematorios o asfixiados en cámaras de gas. Nací en 1.944. No sé qué nombre me pusieron. No sé en qué ciudad o en qué país vine al mundo. Tampoco sé si tuve hermanos. Lo que sé con certeza, es que cuando apenas tenía unos meses me salvé del Holocausto. 
* Imagino cómo sería la vida de mi familia durante las últimas semanas que pasamos juntos. Imagino a mis padres despojados de cuanto poseían, forzados a vivir en un gueto. Quizás después nos trasladaron a otro lugar. Deberían estar ansiosos por abandonar aquella zona de la ciudad cercada por alambres de espino en la que habían sido recluídos. 
* Me pregunto qué sintieron mientras eran conducidos como un rebaño a la estación de ferrocarril junto con otros cientos de judios. De pie. Apiñados en un vagón para ganado. ¿Qué sentirían al oír el golpe seco del cerrojo de la puerta? 
* Seguramente el tren fue de pueblo en pueblo, atravesando hermosos paisajes, extrañamente ajenos al terror. 
* Me imagino a mi madre acurrucándome entre sus brazos para protegerme del hedor, de los llantos y del miedo que había dentro de aquel vagón. Sin duda, ya sabían que no se dirigían a un buen lugar... 
* Hubo un momento en el que se vieron obligados a tomar la difícil decisión. Mi madre se abriría paso entre la gente para llegar a la pared de madera del vagón -”déjenme paso por favor, por favor...”-, mientras me envolvía con cariño en una manta, susurrando mi nombre, llenándome la cara de besos..., llorando y rezando... 
* Quizá mi madre, cuando el tren redujo la marcha al pasar por un pueblo, miró a través del ventanuco del vagón; y con la ayuda de mi padre, forzó el alambre de espino que cubría el hueco. Probablemente me aupó por encima de su cabeza, hacia la tenue claridad que por allí entraba. Lo único de lo que estoy segura es de lo que ocurrió después. 
* Mi madre me tiró del tren. La gente que estaba esperando a que pasara el tren junto un paso a nivel vio cómo me arrojaban desde un vagón de ganado. En su camino hacia la muerte, mi madre me lanzó a la vida. * Alguien me recogió y me entregó a una mujer para que me cuidara. Ella arriesgó su vida por mi. Decidió que me llamaría Erika. Me dio un hogar, me alimentó, me vistió y me mandó a la escuela. Fue buena conmigo. A los veinte años me casé con un hombre maravilloso. Él me liberóa de la tristeza que a menudo me embargaba y supo entender mi deseo de formar una familia. Tuvimos tres hijos y ellos tuvieron sus propios hijos. En sus caras, me reconozco a mí misma.

El cordel del dedo. Un cuento de Giovanni Boccaccio (El Decamerón).

En nuestra ciudad hubo un riquísimo mercader llamado Arriguccio Berfinghieri, el cual neciamente, tal como ahora hacen cada día los mercaderes, pensó ennoblecerse por su mujer y tomó a una joven señora noble (que mal le convenía) cuyo nombre fue doña Sismonda. La cual, porque él tal como hacen los mercaderes andaba mucho de viaje y poco estaba con ella, se enamoró de un joven llamado Roberto que largamente la había cortejado; y habiendo llegado a tener intimidad con él, y teniéndola menos discretamente porque sumamente le deleitaba, sucedió (o porque Arriguccio oyese algo o como quiera que fuese) que se hizo el hombre más celoso del mundo y dejó de ir de viaje y todos sus demás negocios, y toda su solicitud la había puesto en guardar bien a aquella, y nunca se hubiera dormido si no la hubiese sentido antes meterse en la cama; por la cual cosa la mujer sintió grandísimo dolor, porque de ninguna manera podía estar con su Roberto.

Pero habiendo dedicado muchos pensamientos a encontrar algún modo de estar con él, y siendo también muy solicitada por él, le vino el pensamiento de hacer de esta manera: que, como fuese que su alcoba daba a la calle y ella se había dado cuenta muchas veces de que a Arriguccio le costaba mucho dormirse, pero que después dormía profundísimamente, ideó hacer venir a Roberto a la puerta de su casa a medianoche e ir a abrirle y estarse con él mientras su marido dormía profundamente. Y para sentir ella cuándo llegaba de manera que nadie se apercibiese, inventó echar una cuerdecita fuera de la ventana de la alcoba que por uno de los extremos llegase cerca del suelo, y el otro extremo bajarlo hasta el pavimento y llevarlo hasta su cama, y meterlo bajo las ropas, y cuando ella estuviese en la cama atárselo al dedo gordo del pie; y luego, mandando decir esto a Roberto, le ordenó que, cuando viniera, tirase de la cuerda y ella, si su marido durmiese, lo soltaría e iría a abrirle, y si no durmiese, lo cogería y lo tiraría hacia sí, a fin de que él no esperase. La cual cosa agradó a Roberto; y habiendo ido muchas veces, alguna le sucedió estar con ella y alguna no.

Por último, continuando con este artificio de esa manera, sucedió una noche que, durmiendo la señora, y estirando Arriguccio el pie por la cama, dio con este cordel; por lo que, llevando a él la mano y encontrándolo atado al pie de su mujer, se dijo a sí mismo: «Por cierto que esto debe ser algún engaño». CONTINUAR LEYENDO

martes, 2 de mayo de 2017

"Hombre pequeñito". Un poema de Alfonsina Storni.

"Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
suelta a tu canario que quiere volar...
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.
Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.
Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
Hombre pequeñito, te amé media hora,
no me pidas más".