domingo, 29 de noviembre de 2015

Entrevista al escritor Manuel Rivas

'El último día de Terranova', del autor gallego, narra la posguerra y la Transición en España a través de la vida en una librería condenada al cierre

"Si desaparece el factor humano en los intercambios —y una librería es un lugar donde alguien que te da el libro con la mano—, también va a desaparecer lo humano en el libro. Tal vez es demasiado determinista, pero hay parte de razón. La ciudad existe porque existen librerías, el taller de bicicletas, las tabernas… En Coruña abrieron un centro comercial. La gente se sentaba allí porque llueve. Pensaron: “Si se sientan, no compran”. Quitaron los bancos y la gente se sentaba en las fuentes, así que pusieron unos hierros. En los libros te puedes sentar siempre. La literatura es resistencia, una intervención contra la realidad. Una vez existió esa idea de las vanguardias de que podías cambiar el mundo pintando, cantando, bailando. Lo inútil podía influir en lo útil, cambiar la vida. Ahora se perdió eso. Hubo una renuncia. Asumimos el discurso de lo útil. “Vuestra utilidad es el entretenimiento”, nos dicen. “Dedicaos a eso”. Pero uno sabe que hay libros que le han cambiado la forma de mirar, y eso también es cambiar la realidad, ¿no? Aunque sea por un instante, en un tris. Un tris vale mucho."

"Toda escritura es poética porque el lenguaje se pone o no se pone en vilo. Hay palabras que alcanzan esta condición. La lengua se pone en otro tiempo, que no es pasado ni futuro, sino otro tiempo."

"Otro detector de la literatura es que es una creación que no quiere dominar. La diferencia con otros discursos ­—la filosofía, la historia— es que no te quiere dominar. Cuando te quiere dominar notas que pasa algo raro, que está intoxicada."

"Parte del viaje literario consiste en luchar contra tus convenciones, contra tu propia estupidez. Eso no quita que la literatura tenga una dimensión de activismo, pero no puede caer en la condición de instrumental. Acabaríamos matándola. Eso sí, todo lo que escribes te va a comprometer."


sábado, 28 de noviembre de 2015

La flor del aire. Un poema de Gabriela Mistral

LA FLOR DEL AIRE

Yo la encontré por mi destino, 
de pie a mitad de la pradera, 
gobernadora del que pase, 
del que le hable y que la vea. 

Y ella me dijo: "Sube al monte. 
Yo nunca dejo la pradera, 
y me cortas las flores blancas 
como nieves, duras y tiernas." 

Me subí a la ácida montaña, 
busqué las flores donde albean, 
entre las rocas existiendo 
medio dormidas y despiertas. 

Cuando bajé, con carga mía, 
la hallé a mitad de la pradera, 
y fui cubriéndola frenética, 
con un torrente de azucenas. 

Y sin mirarse la blancura, 
ella me dijo: "Tú acarrea 
ahora sólo flores rojas. 
Yo no puedo pasar la pradera." 

Trepe las penas con el venado, 
y busqué flores de demencia, 
las que rojean y parecen 
que de rojez vivan y mueran.


Una revolución contra el acoso escolar

"Nadie dió la cara por mi. Eso es lo que te hunde"Que tus compañeros no digan nada, que no hagan nada o que se rían mientras que alguien te insulta, o te intenta quemar el pelo con un mechero, o postea en Twitter que en el recreo va a haber 'sangre'".
Rebecca Parkin, una estudiante galesa de 17 años, ha sido blanco del acoso escolar desde los 6. «Soy muy tímida e incluso decir 'hola' me cuesta. Por eso se metían conmigo». Lo pasó tan mal que llegó a autolesionarse, dejó de ir a clase y necesitó ayuda psiquiátrica. «Las cosas solo empezaron a cambiar cuando reuní el valor para contar lo que me estaba pasando».
  
Su ejemplo ilustra la indefensión que sufren las víctimas del acoso escolar. Una indefensión que es una mezcla de impotencia, terror y soledad; la soledad tremenda de un niño que está rodeado de otros niños que se inhiben ante las crueldades del matón de turno o, peor aún, las celebran; no por falta de empatía, sino porque no saben cómo reaccionar. Lo más frustrante del acoso escolar es que el 88 por ciento de las veces ocurre delante de un público que ríe o que callacómplice por activa o por pasiva. Movilizar a esos testigos y convertirlos en defensores de la víctima no es fácil, pero es la clave del método KiVa, que ha hecho disminuir drásticamente el acoso en Finlandia y que ya ha comenzado a implantarse en una decena de países.
«Los acosadores suelen ser populares. Y poderosos», explica la psicóloga Christina Salmivalli, de la Universidad finlandesa de Turku, creadora del programa. Normalmente, para que un alumno dé un paso al frente y apoye a la víctima hay que tener un cierto estatus. Prestigio, convicciones morales... Un 17 por ciento es capaz de hacerlo por propia iniciativa. ¿Pero qué pasa con el resto? La originalidad de KiVa radica en que no convierte en héroes a los que no tienen madera de talessino que les proporciona herramientas para solidarizarse con el compañero acosado sin tener que recurrir al valor. Y para informar del problema sin convertirse en chivatos. Es toda la clase, y en última instancia la escuela entera, la que se involucra. CONTINUAR LEYENDO

viernes, 27 de noviembre de 2015

Cuentos de escaparate para la Navidad de 2015 (La casa de Tomasa)

Como ya es tradición en esa casa, "Las Tomasas" han elaborado una lista de cuentos para pedir a los Reyes Magos, Papá Noel, Olentzero u otros seres dadivosos. Unos son rabiosas novedades y otros clásicos que no pueden faltar en casa o en la escuela. Les han salido 30, para todas las edades y de todos los géneros.Tenéis mucho donde elegir. Cuentos de escaparate. Navidad 2015

Lo hacen con tanto tiempo porque las cosas importantes hay que organizarlas minuciosamente, con cariño y esmero. Para no gastar a lo tonto, para rentabilizar nuestros recursos, porque no podemos acudir a la librería como vaca sin cencerro, hay que encargar. En estas fechas se publican cosas muy vistosas pero efímeras, se hace imprescindible una meticulosa selección. Y eso es lo que hacen ellas, y nos les importa el tiempo y el esfuerzo que emplean, y yo desde aquí se lo agradezco. ¡Ojalá os gusten!
Fuente: La casa de Tomasa

El OBERAXE edita nuevos materiales para contribuir a la prevención y detección del racismo

El Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE) edita el Manual de apoyo para la prevención y detección del racismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia en las aulas” junto con unos trípticos que contienen las ideas clave del Manual. Con estas dos publicaciones se trata de contribuir a mejorar la formación para la prevención y la detección del racismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia en las aulas, reforzando la imagen positiva de la integración de los inmigrantes y de las minorías étnicas en el ámbito de la educación.

El Manual describe a lo largo de 6 capítulos: por qué existen el racismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia en nuestra sociedad y, por tanto, en nuestras escuelas; cuál es el diagnóstico de la situación respecto a la población migrante y otras minorías, así como el marco normativo de referencia; qué estrategias hay disponibles para la gestión de la diversidad en la escuela, la mejora de la convivencia y el fomento de la participación de la comunidad educativa; cuáles son las señales para detectar que se están produciendo, o se pueden producir incidentes o incluso, acoso discriminatorio en el medio escolar; cuáles son los efectos de estos incidentes y cómo actuar ante ellos. Por último, se incluye una serie de buenas prácticas presentadas por algunas Comunidades Autónomas y organizaciones.

Ambas publicaciones son el resultado de las acciones llevadas a cabo en el marco del Proyecto europeo FRIDA “Formación para la prevención y detección del racismo, la xenofobia y formas conexas de intolerancia en las aulas” cofinanciado por el Programa Progress sobre Empleo y Solidaridad de la Comisión Europea.

Pueden ser utilizados por docentes u otros profesionales del ámbito educativo formal que quieran educar en el respeto a la diversidad pero también va dirigido a responsables y técnicos de organizaciones no gubernamentales, dinamizadores juveniles, educadores sociales y en general la comunidad educativa en sentido amplio.

El tríptico está disponible en castellano, catalán, euskera, gallego e inglés.

La noche de los feos. Un cuento de Mario Benedetti

Ambos somos feos. Ni siquiera vulgarmente feos. Ella tiene un pómulo hundido. Desde los ocho años, cuando le hicieron la operación. Mi asquerosa marca junto a la boca viene de una quemadura feroz, ocurrida a comienzos de mi adolescencia. 

Tampoco puede decirse que tengamos ojos tiernos, esa suerte de faros de justificación por los que a veces los horribles consiguen arrimarse a la belleza. No, de ningún modo. Tanto los de ella como los míos son ojos de resentimiento, que sólo reflejan la poca o ninguna resignación con que enfrentamos nuestro infortunio. Quizá eso nos haya unido. Tal vez unido no sea la palabra más apropiada. Me refiero al odio implacable que cada uno de nosotros siente por su propio rostro. 

Nos conocimos a la entrada del cine, haciendo cola para ver en la pantalla a dos hermosos cualesquiera. Allí fue donde por primera vez nos examinamos sin simpatía pero con oscura solidaridad; allí fue donde registramos, ya desde la primera ojeada, nuestras respectivas soledades. En la cola todos estaban de a dos, pero además eran auténticas parejas: esposos, novios, amantes, abuelitos, vaya uno a saber. Todos -de la mano o del brazo- tenían a alguien. Sólo ella y yo teníamos las manos sueltas y crispadas. 

Nos miramos las respectivas fealdades con detenimiento, con insolencia, sin curiosidad. Recorrí la hendidura de su pómulo con la garantía de desparpajo que me otorgaba mi mejilla encogida. Ella no se sonrojó. Me gustó que fuera dura, que devolviera mi inspección con una ojeada minuciosa a la zona lisa, brillante, sin barba, de mi vieja quemadura. CONTINUAR LEYENDO

¡¡¡ No leáis. En serio. Es el único consejo que puedo daros !!! Campaña de fomento de la lectura, por Sergio del Molino.

Leer no te hace mejor que nadie. Leer no te cura de ningún fascismo. Leer no te hace ser mejor padre, mejor hijo, mejor amigo ni mejor amante. Leer no sirve para triunfar en nada, ni siquiera para triunfar en la literatura. Leer, lo saben los padres más sensatos, es una pérdida de tiempo.

Leer siempre está bien, sea cual sea el libro, ¿no?, me preguntó una periodista en la radio una vez, esperando que respondiese que sí, porque a los escritores a veces se nos lleva a la radio para que hagamos de apóstoles de la lectura, y yo le respondí que por supuesto que no, que hay libros infames cuya lectura es más dañina para algunos cerebros que una lobotomía, que hay cosas indignas de ser leídas. Hoy, una persona a la que admiro mucho ha dicho que deforestar el Amazonas para publicar libros malos es como matar el árbol dos veces. Deforestar, sí, pero para imprimir obras de calidad, no cualquier cosa.

Leer es malo. Leer es un placer egoísta y solitario. Leer es una adicción huraña que nos aparta del mundo, encerrados en habitaciones sin ventilar. Leer no está indicado para los asmáticos y los que sufren de enfermedades respiratorias. Leer te deja ciego, te causa presbicia, te incrementa las dioptrías. La Alemania de los años treinta tenía unos índices de lectura altísimos y algunos de los mejores escritores que ha dado la humanidad, y mira lo que hicieron con tanto libro.

La Asociación Americana de Psiquiatría debería incluir la lectura en la lista de trastornos adictivos, a la altura de la ludopatía o la adicción al porno online.

Hoy he leído en The New Yorker un artículo de una escritora australiana llamada Ceridwen Dovey. No la conocía. La he buscado en Google imágenes porque me gusta ver la cara de los escritores que no conozco antes de leerlos. Es una chica guapa y rubia, que sonríe bonito y posa con un leve toque lánguido. El artículo cuenta su experiencia con un biblioterapeuta. Cuenta cómo le enseñaron a ser feliz leyendo. Quiero decir: cómo la lectura le ayudó a ser feliz. Los biblioterapeutas se dedican a eso. Te guían en un plan de lecturas muy seleccionadas en función de tus necesidades y, al final del proceso, descubres que eres feliz, que has encontrado algo trascendente en la lectura. Cuenta el caso de una paciente de su biblioterapeuta, una mujer que venía de ver morir a su marido, de romper una relación posterior y de sobrevivir a un ataque al corazón. La pobre estaba hecha polvo, al borde del suicidio, pero la lectura le salvó la vida. Literalmente. Recuperó la confianza y la felicidad leyendo.

Sé que es verdad porque yo le debo a Tolstoi toda la felicidad que disfruto hoy. Y la cordura, si es que la tengo. No me guió ningún biblioterapeuta, yo solito me agarré a sus novelones en las peores noches de mi vida. Por eso sé que la mujer no miente: leer te hace feliz. No sé si te salva la vida, pero te hace feliz.

Por eso es malo. Porque no hay nada virtuoso en la felicidad. Los seres felices somos improductivos y disfuncionales para un sistema como el que tenemos: como somos felices, no se nos puede seducir con paraísos de ningún tipo, y como somos felices, tampoco se nos puede amedrentar con amenazas y miedos que nos dejan indiferentes. Leer te hace feliz como podría hacértelo la heroína. Leer es una forma de perdición. Más peligrosa cuanto mejor se lee y más se entrega uno al vicio. Cuanta más calidad tiene la droga, cuanto más pura es, menos posibilidades tiene el adicto de encontrar el camino de vuelta.

No leáis. En serio. Es el único consejo que puedo daros.

Fuente: revistaparaleer.com

jueves, 26 de noviembre de 2015

ÓPERA PARA NIÑOS Y NIÑAS: Las bodas de Fígaro de Mozart adaptada para los más pequeños.

Las bodas de Fígaro se estrenó en Viena en 1786 bajo la dirección del propio Wolfgang Amadeus Mozart y el día de su estreno el éxito fue tal que se pidieron la repetición de prácticamente todos los números. Mozart tenía treinta años y se hallaba en pleno apogeo de su carrera iniciando con este trabajo una fructifera relación con el que iba a ser su mejor libretista, el italiano Lorenzo Da Ponte con él trabajaría en otras dos óperas. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: Cuentos de boca

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Leer a los clásicos, por Carlos García Gual. Universidad Internacional de La Rioja.

Si la literatura es, como pensamos, no sólo una senda para admirar un paisaje, sino un medio pasa interpretar y conocer el mundo, y las personas que lo pueblan, y las pasiones, ilusiones y emociones que las agitan, y la grandeza y debilidad de los seres efímeros en su extraña variedad y en su íntima estructura patética, y para saber de nosotros mismos, más allá de las circunstancias y las apariencias superficiales y cotidianas, más allá del mero presente banal, los clásicos son las raíces de ese árbol de tan extensas ramas y de infinitas hojas. En esa antropología cultural -como han señalado filósofos de la cultura como E. Cassirer y H. G. Gadamer-, los clásicos tienen un papel central y ellos nos enseñan a observar en profundidad la belleza y extrañeza del mundo y de los seres humanos, e imponen sobre la fragilidad de lo efímero un sutil y apasionado testimonio que, como un espejismo, nos consuela porque parece hablar de algo perenne, más allá del olvido.

Estamos hechos de la misma materia de los sueños, efímeros, desdichados, fugaces, errantes. Por eso nos reconforta ir más allá de nuestro limitador presente para conversar con algunos maestros en el arte de pensar, sentir, y soñar: que son nuestros silenciosos amigos, nuestros clásicos.


Fuente:Nueva Revista de Cultura, Política y Arte.

Dejar leer a los niños. Yolanda Reyes

“Lee lo que te caiga en las manos; así irás formando un criterio”, me aconsejó mi papá al ver que intentaba esconder una novela de Françoise Sagan. Yo tenía trece años y había pasado abruptamente de Heidi, Corazón y las series de entonces (los Cinco, los Siete) a Corín Tellado y a la Sagan. Recuerdo la carátula con unas sábanas revueltas; el resto lo olvidé pronto. Lo que no olvidaré nunca fue esa confianza en mi capacidad de formar criterio leyendo.

Por supuesto, la escena tiene segunda parte. “Ya estás en edad de leer otras cosas”, me dijo al otro día, y me mostró, por si quería darles un vistazo, El lobo estepario de Hesse, La peste de Camus y no recuerdo cuál otro libro. Lo que tampoco olvidaré nunca fue ese “ya estás en edad” y esas sobremesas que siguieron, hablando sobre aquellos personajes que mis papás también conocían. Esas charlas, en lenguaje cifrado, sobre una vida adulta a la que yo me estaba asomando y que ellos reconocían, con los libros que me daban, fueron mi rito de iniciación literario. Y también desde esos días me quedó claro lo que significaba criterio. CONTINUAR LEYENDO

Tertulia Musical Dialógica de octubre y noviembre en el CEIP Santa Teresa Doctora de Linares (Jaén)

Aquí tenéis las imágenes de las presentaciones de una de las dos tertulias musicales dialógicas que han realizado este curso, tanto en el mes de octubre como en el de noviembre, además del vídeo que han utilizado. Si queréis ver la segunda, pulsad AQUÍ




martes, 24 de noviembre de 2015

Nueva Tertulia Literaria Intergeneracional en el CEIP Santa Teresa Doctora de Linares (Jaén)


Esta mañana se ha vuelto a vivir otro momento mágico y de mucho aprendizaje, pues se ha realizado una nueva tertulia literaria intergeneracional con nuestros alumnos y alumnas de 6º de primaria y las personas mayores del centro de participación activa de las personas mayores. En esta ocasión el texto elegido ha sido "¿Cuánta tierra necesita un hombre?", de León Tolstoi. 

¡¡¡ ENHORABUENA !!!


domingo, 22 de noviembre de 2015

Discurso de John Banville al recibir el Premio Príncipe de Asturias de las letras 2014

Es un inmenso honor y un inmenso placer encontrarme hoy aquí, en el corazón del Principado de Asturias, para recibir este magnífico premio que agradezco sinceramente.

La invención más trascendental de la humanidad es la frase. Han existido grandes civilizaciones ignorantes del concepto de la rueda, pero poseían la frase, pues sin ella no habrían sido ni grandes ni civilizadas. Con frases pensamos, especulamos, calculamos, imaginamos. Con frases declaramos nuestro amor, declaramos la guerra, prestamos juramento. Con frases afirmamos nuestro ser. Nuestras leyes están escritas con frases. No es desatinado afirmar que con frases está escrito nuestro mundo.

Otros defenderán tesis distintas. El científico dirá que nuestro supremo logro como especie es la invención de las matemáticas. Y, ciertamente, el lenguaje de las matemáticas posee una sublime belleza. En su rigor radica su aliento. No obstante, el máximo aliento de la frase, y por ende del lenguaje, radica, precisa y gloriosamente, en su carencia de rigor. Por sencilla, directa y clara que sea una frase, siempre se revelará ambigua. Y la ambigüedad es la esencia de la vida.

El lenguaje de las frases abraza la realidad en un esfuerzo incesante por abarcarla, contenerla, expresarla. Vano esfuerzo, como debe ser. La esencia de la realidad se encuentra, esencialmente, fuera de nuestro alcance. No existe la cosa-en-sí: sólo existen las relaciones entre las cosas. Todo es contingencia. Como dijo bellamente Emerson: “Vivimos entre superficies y el verdadero arte de la vida consiste en deslizarse bien sobre ellas”. Podemos pensar que el lenguaje no pinta nada, pero pinta hermosas realidades.

Como escritores, afilamos nuestras frases para que alcancen el corazón de las cosas. Pero eso no sucederá, somos demasiado torpes. Sin embargo, perseveramos en nuestro intento de expresar la existencia, en nuestro intento de que quede expresada, en nuestro intento de expresarla con acierto. Nunca lo conseguiremos, pero como bien sabía mi compatriota Samuel Beckett, nuestra gloria estriba en persistir, desalentados, pero jamás vencidos. El esfuerzo no es vano, aunque cada punto final sea una admisión de fracaso. Hablar es ser. Nadie lo ha expresado mejor que Rilke en las “Elegías de Duino”:

¿Estamos acaso aquí para decir: casa, puente, fuente, puerta, vaso, árbol frutal, ventana, a lo sumo: columna, torre?… Mas para decirlo, comprende, ay, para decirlo así como jamás las cosas mismas creyeron ser en su intimidad.

He dedicado mi vida a batallar con las frases. No puedo imaginar existencia más privilegiada.

Gran éxito del I Encuentro de Tertulias Literarias Dialógicas de Navarra

Ayer a las nueve y media de la mañana comenzaba el I Encuentro de Tertulias Literarias Dialógicas de Navarra. Más de cien personas tomábamos asiento en la sala de conferencias de la biblioteca de CIVICAN (Fundación Caja Navarra) para compartir palabras, experiencias, vivencias y, naturalmente, lecturas. 
El público era muy variado, desde centros que eran comunidades de aprendizaje, hasta clubes de lectura, pasando por otra serie de personas y entidades relacionadas con la lectura, en general, y con las Tertulias, en particular. La organización fue perfecta y de la mano de Javier Rey, ayudado por personas del CREENA (Departamento de Educación del Gobierno de Navarra) y con la colaboración de la bibliotecaria de CIVICAN y otras voluntarias, la mañana se pasó sin sentir. 
Dentro de poco aparecerán en el blog del Encuentro fotos, vídeos y materiales del evento. Mientras esto llega, tan sólo comentar que me impactaron profundamente las experiencias que allí se expusieron. Familias, profesorado y alumnado desgranaron con acierto e ilusión su experiencia con la lectura compartida. Fue genial. 
Después, tras el consabido refrigerio, nos fuimos a las tertulias de la mano de Leopoldo Alas Clarín y su cuento: Adiós, Cordera. Un texto que, además de su magnífica estética y hechura literaria, o quizás por eso, no deja indiferente a nadie, pues toca casi todas las fibras de nuestra alma. 
Tras la puesta en común de los cinco grupos que se formaron para hacer la Tertulia, Javier Rey dio por finalizado el Encuentro, haciendo votos para que este sólo sea el primero.

¡¡¡ GRACIAS A TODOS Y A TODAS POR EL ESFUERZO REALIZADO!!!

¡¡¡ ENHORABUENA!!!

Desafío a la vejez. Tertulia Artístico-Literaria

Mari Tere - Valentín Zubiaurre (1879- 1969)
Desafío a la vejez

Cuando yo llegue a vieja
-si es que llego-
y me mire al espejo
y me cuente las arrugas
como una delicada orografía
de distendida piel.
Cuando pueda contar las marcas
que han dejado las lágrimas
y las preocupaciones,
y ya mi cuerpo responda despacio
a mis deseos,
cuando vea mi vida envuelta
en venas azules,
en profundas ojeras,
y suelte blanca mi cabellera
para dormirme temprano
-como corresponde-
cuando vengan mis nietos
a sentarse sobre mis rodillas
enmohecidas por el paso de muchos inviernos,
sé que todavía mi corazón
estará -rebelde- tictaqueando
y las dudas y los anchos horizontes
también saludarán
mis mañanas.
(Gioconda Belli)

La tertulia artístico-literaria une en un diálogo el arte plástico y la literatura. Se trata de dialogar conjuntamente con el poema y, en este caso, el cuadro. Verme y ver el mundo desde la palabra y la imagen. Unir su fuerza y compartirla en un diálogo igualitario, porque sabemos -Marta Nussbaum, Michele Petit...- que la conjunción de las artes tienen más fuerza transformadora que cada una por su cuenta.

Efectos de la música en el Cerebro de los niños

La música es un elemento esencial en el desarrollo y aprendizaje de los niños/as. La música no solo ayuda a que nuestros niños/as se relajen, sino que también ayuda a desarrollar la memoria y el sentido de coordinación del bebé.

Aquellos niños/as que crecen escuchando música, cantando canciones, y moviéndose al ritmo de la música gozan de un mejor sistema sensorial, creando más enlaces en las conexiones neuronales del cerebro.

Estudios demuestran que aquellos niños/as que participan activamente en actividades relacionadas con la música son aquellos que hacen las mayores conexiones, porque la música en los niños/as provoca:
  • Un aumento en la capacidad de memoria, atención y concentración de los niños/as.
  • Mejora la habilidad para la resolución de problemas matemáticos y de razonamiento complejo.
  • Hace que los niños/as puedan expresarse.
  • Al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio y el desarrollo muscular.
  • Estimula la creatividad y la imaginación infantil.
  • Enriquece el intelecto.
  • Hace que los niños/as puedan interactuar entre sí.
  • Aumenta la auto-estima de los niños/as.
La música tiene un efecto profundo en el estado de ánimo, en la inteligencia, en la memoria y en el lenguaje; como también en la salud y en sistema inmunológico. El impacto de la música lo vemos todos los días…manipula nuestro estado de ánimo, enriquece nuestras vidas, y envuelve nuestras mentes. CONTINUAR LEYENDO

¿Por qué el cerebro humano necesita el arte?



El arte en todas sus manifestaciones constituye una característica esencial que identifica al ser humano, ha permitido transmitir la cultura en toda su extensión y ha sido y es básico para su supervivencia. Nuestro cerebro plástico necesita el arte. Ya en los primeros años y de forma natural el niño juega, canta, baila, dibuja y todas estas actividades son imprescindibles para su correcto desarrollo sensorial, motor, cognitivo, emocional y en definitiva cerebral que le van a permitir aprender a aprender. Y realizando todas estas actividades el niño se divierte, muestra orgulloso sus resultados a los demás, intenta mejorar y ésta es una forma efectiva de entrenar una de las grandes virtudes del ser humano: el autocontrol. La educación artística es una necesidad no porque nos haga más inteligentes sino porque nos permite adquirir toda una serie de competencias y rutinas mentales que están en plena consonancia con la naturaleza social del ser humano y que son imprescindibles para el aprendizaje de cualquier contenido curricular. Y esto es útil para todos los alumnos, por lo que se convierte en una forma estupenda de atender la diversidad en el aula. CONTINUAR LEYENDO

Sobre la felicidad


El cerebro lector: algunas ideas clave

La lectura constituye una de las actividades más asequibles para mantener una buena salud cerebral porque en ese proceso intervienen muchas funciones cognitivas diferentes, como la percepción, la atención, la memoria o el razonamiento. Al leer, se activa una gran cantidad de circuitos neuronales y regiones concretas del cerebro (ver figura 1) que nos permiten, en milésimas de segundo, reconocer las letras, combinarlas para formar grafemas y palabras, asignarles sonidos para poder pronunciarlas y dotarlas de significado.

El aprendizaje de la lectura es una de las áreas de investigación en neurociencia que ha suministrado más información novedosa con implicaciones pedagógicas en los últimos años. CONTINUAR LEYENDO

sábado, 21 de noviembre de 2015

Vanka. Un cuento de Antón Chejof

Vanka Chukov, un muchacho de nueve años, a quien habían colocado hacía tres meses en casa del zapatero Alojin para que aprendiese el oficio, no se acostó la noche de Navidad.

Cuando los amos y los oficiales se fueron, cerca de las doce, a la iglesia para asistir a la misa del Gallo, cogió del armario un frasco de tinta y un portaplumas con una pluma enrobinada, y, colocando ante él una hoja muy arrugada de papel, se dispuso a escribir.

Antes de empezar dirigió a la puerta una mirada en la que se pintaba el temor de ser sorprendido, miró el icono oscuro del rincón y exhaló un largo suspiro.

El papel se hallaba sobre un banco, ante el cual estaba él de rodillas.

«Querido abuelo Constantino Makarich -escribió-: Soy yo quien te escribe. Te felicito con motivo de las Navidades y le pido a Dios que te colme de venturas. No tengo papá ni mamá; sólo te tengo a ti...

Vanka miró a la oscura ventana, en cuyos cristales se reflejaba la bujía, y se imaginó a su abuelo Constantino Makarich, empleado a la sazón como guardia nocturno en casa de los señores Chivarev. Era un viejecito enjuto y vivo, siempre risueño y con ojos de bebedor. Tenía sesenta y cinco años. Durante el día dormía en la cocina o bromeaba con los cocineros, y por la noche se paseaba, envuelto en una amplia pelliza, en torno de la finca, y golpeaba de vez en cuando con un bastoncillo una pequeña plancha cuadrada, para dar fe de que no dormía y atemorizar a los ladrones. Lo acompañaban dos perros: Canelo y Serpiente. Este último se merecía su nombre: era largo de cuerpo y muy astuto, y siempre parecía ocultar malas intenciones; aunque miraba a todo el mundo con ojos acariciadores, no le inspiraba a nadie confianza. Se adivinaba, bajo aquella máscara de cariño, una perfidia jesuítica. CONTINUAR LEYENDO

viernes, 20 de noviembre de 2015

Estudios científicos sobre literatura infantil y su didáctica: revisión bibliográfica (2000-2014). Moisés Selfa. Universitat de Lleida

Este artículo es en una revisión bibliográfica de los estudios científicos que desde el año 2000 hasta 2014 se han publicado sobre Literatura Infantil y su didáctica. El objetivo es ofrecer un análisis cuantitativo y cualitativo de estos estudios a partir de los datos obtenidos en la base de citas bibliográ- ficas SCOPUS. Los datos analizados son el número y la evolución en el tiempo de estudios científicos que en estos 14 años se han ocupado de la Literatura Infantil y su uso didáctico, la nómina de las principales revistas científicas donde aparecen publicados estos estudios, la relación de los investigadores que mayormente se han ocupado del estudio científico de Literatura Infantil entre 2000 y 2014 y las principales líneas temáticas de estudio científico de la Literatura Infantil en este periodo. Esta revisión bibliográfica nos permite afirmar que la línea de investigación mayormente estudiada es aquella que se ocupa de los autores, títulos y géneros de Literatura Infantil. Estos son objeto de aná- lisis desde diferentes puntos de vista, si bien existen otras líneas destacadas como son el uso didáctico de la Literatura Infantil entre la población escolar más joven y el análisis de estereotipos de género en textos de Literatura Infantil.


La ladrona del sueño. Un cuento de Rabindranath Tagore

¿Quién ha robado el sueño de los ojos del niño? Yo lo descubriré.

La madre había ido al pueblo vecino a buscar agua, con el cántaro abrazado a la cintura.

Era mediodía. Los niños habían interrumpido sus juegos, y los patos, en la charca, habían callado.

El pastorcillo dormía a la sombra de la higuera.

La grulla, grave e inmóvil, permanecía de pie en el estero del bosque de mangles. Fue en este momento cuando la ladrona se acercó a coger el sueño de los ojos del niño y se lo llevó volando.

Cuando la mamá volvió, se encontró al niño gateando por todos los rincones de la estancia.

¿Quién ha robado el sueño de los ojos del niño? Quiero saberlo.

Quiero encontrar a la culpable y encadenarla.

Iré a ver aquella cueva oscura donde un minúsculo arroyo discurre por entre los terribles pedruscos.

Buscaré entre las sombras soñolientas del bosquecillo de bakula, donde, en las noches estrelladas y quietas, las ajorcas tintinean en los pies de las hadas.

Por la tarde, en el bosque, mis ojos escrutarán la susurrante soledad de los bambúes. Allí las luciérnagas prodigan sus luces y preguntaré a todos los seres que encuentre:

-¿Pueden decirme dónde vive la ladrona del sueño?

¿Quién ha robado el sueño de los ojos del niño? Yo lo descubriré.

¡Si la alcanzo ya le daré trabajo! Asaltaré su nido y veré dónde guarda todos los sueños robados.

Le arrebataré su botín y me lo llevaré conmigo.

Luego ataré fuertemente las alas de la ladrona y la dejaré al borde del agua. ¡Que se divierta pescando con un junco entre los nenúfares! Y al atardecer, cuando el mercado del pueblo haya acabado y los niños descansen en el regazo de sus madres, entonces los pajarracos de la noche la aturdirán con sus burlas:

-Ea, ¿a quién le robarás el sueño ahora?

FIN

Los relojes. Un cuento de Ana María Matute

Me avergüenza confesar que hasta hace muy poco no he comprendido el reloj. No me refiero a su engranaje interior -ni la radio, ni el teléfono, ni los discos de gramófono los comprendo aún: para mí son magia pura por más que me los expliquen innumerables veces-, sino a la cifra resultante de la posición de sus agujas. Éstas han sido para mí uno de los mayores y más fascinantes misterios, y aún me atrevo a decir que lo son en muchas ocasiones. Si me preguntan de improviso qué hora es y debo mirar un reloj rápidamente, creo que en muy contadas ocasiones responderé con acierto. Sin embargo, si algo deseo de verdad, es tener un reloj. Nunca en mi vida lo he tenido. De niña, nunca lo pedí, porque siempre lo consideré algo fuera de mi alcance, más allá de mi comprensión y de mi ciencia. Me gustaban, eso sí. Recuerdo un reloj alto, de carillón, que daba las horas lentamente, precedidas de una tonada popular:
Ya se van los pastores a la Extremadura.
Ya se queda la sierra triste y oscura...
También me gustaba un reloj de sol, pintado en la fachada de una iglesia, en el campo. Este reloj me parecía algo tan cabalístico y extraño que, a veces, tumbada bajo los chopos, junto al río, pasaba horas mirando cómo la sombra de la barrita de hierro indicaba el paso del tiempo. Esto me angustiaba y me hundía, a la vez, en una infinita pereza. Cómo me inquieta y me atrae el tictac sonando en la oscuridad y el silencio, si me despierto a medianoche. Es algo misterioso y enervante. Durante la enfermedad, si es larga y debemos permanecer acostados, la compañía del reloj es una de las cosas imprescindibles y a un tiempo aborrecidas. Me gustan los relojes, me fascinan, pero creo que los odio. A veces, la sombra de los muebles contra la pared se convierte en un reloj enorme, que nos indica el paso inevitable. Y acaso, nosotros mismos, ¿no somos un gran reloj implacable, venciendo nuestro tiempo cantado?

Deseo tener un reloj. Muchas veces he pensado que me es necesario. No sé si llegaré a comprármelo algún día. ¿Lo necesito de verdad? ¿Lo entenderé acaso?

FIN

La tela de Penélope o quién engaña a quién. Un cuento de Augusto Monterroso

Hace muchos años vivía en Grecia un hombre llamado Ulises (quien a pesar de ser bastante sabio era muy astuto), casado con Penélope, mujer bella y singularmente dotada cuyo único defecto era su desmedida afición a tejer, costumbre gracias a la cual pudo pasar sola largas temporadas.

Dice la leyenda que en cada ocasión en que Ulises con su astucia observaba que a pesar de sus prohibiciones ella se disponía una vez más a iniciar uno de sus interminables tejidos, se le podía ver por las noches preparando a hurtadillas sus botas y una buena barca, hasta que sin decirle nada se iba a recorrer el mundo y a buscarse a sí mismo.

De esta manera ella conseguía mantenerlo alejado mientras coqueteaba con sus pretendientes, haciéndoles creer que tejía mientras Ulises viajaba y no que Ulises viajaba mientras ella tejía, como pudo haber imaginado Homero, que, como se sabe, a veces dormía y no se daba cuenta de nada.

FIN

Daniel Cassany: LA CULTURA DE LA ESCRITURA: PLANTEAMIENTOS DIDÁCTICOS. Hacia una didáctica de los procesos de composición del texto escrito.

Las investigaciones de las últimas décadas en disciplinas tan variadas como la lengua (lingüística del texto, análisis del discurso, pragmática, crítica literaria), la psicología (psicología cognitiva, constructivismo) o la didáctica de los idiomas (enfoques comunicativo y humanístico, énfasis en el alumno y en la actividad) han modificado sustancialmente la concepción que tenemos hoy en día de la escritura y de su enseñanza/aprendizaje. En pocos años hemos pasado de la memorización de unas cuantas reglas prescriptivas de ortografía a un enfoque basado en proyectos de trabajo que utiliza la escritura como instrumento cognitivo para aprender y desarrollar la competencia comunicativa general. En conjunto, se trata de una auténtica y completa revolución didáctica —de una nueva cultura de la escritura— que, aunque quizás no sea todavía tan conocida ni practicada, lentamente modificará nuestras prácticas didácticas en el aula —o, como mínimo, ¡esto es lo que me gustaría creer!—. 

Si tuviera que destacar como más relevante algún elemento de estos cambios, mencionaría el hecho trascendental de que, en el conjunto de la habilidad de escribir, el interés por los procesos cognitivos que realizamos mientras escribimos (generar ideas, organizarlas, desarrollarlas, textualizar, revisar) ha desplazado la preocupación por el dominio del código lingüístico (ortografía, sintaxis, etc.). Dicho de otro modo, el objetivo básico de la clase de redacción es que los alumnos desarrollen los procesos cognitivos mencionados más arriba, mientras que el conocimiento del código lingüístico pasa a ser un objetivo ciertamente necesario, pero no prioritario (se entiende que el dominio de los procesos mencionados puede facilitar el conocimiento del código escrito y no al revés). Ésta es la justificación del subtítulo de esta ponencia: Líneas didácticas para una didáctica de los procesos de composición del texto escrito.

En este texto trataré exponer algunas de las líneas generales de esta nueva perspectiva de la didáctica de la redacción. La primera parte critica la concepción de la escritura en la sociedad moderna española —y, por supuesto, también en la escuela, puesto que lo uno alimenta a lo otro, y viceversa—. Su tesis fundamental es que algunos de los hábitos, de las actitudes y de las opiniones que mantenemos los ciudadanos y ciudadanas —los escritores o redactores— sobre la escritura son perjudiciales para su aprendizaje. La segunda parte expone los contenidos que deberían tenerse en cuenta en el área de lengua para fomentar la enseñanza de la expresión escrita, así como un panorama general, forzosamente sintético, de los recursos didácticos con que podemos trabajar en el aula. Bajo la denominación de escritura extensiva, la tercera y última parte propone un enfoque didáctico que permita superar los prejuicios y los hábitos mencionados en el primer bloque. En este punto se incluyen propuestas didácticas concretas y algunas muestras de ejercicios. Estaré contento si esta breve disertación consigue aclarar dudas, abrir líneas de trabajo o sugerir ideas para aplicar en el aula.


0. Presentación 1. La cultura de la escritura 1.1. Importancia de la escritura en el mundo moderno 1.2. La mitificación de la escritura 1.3. La cultura del producto acabado 1.4. La obsesión por la epidermis 1.5. El culto a la dificultad 1.6. Acto extrínseco, puntual y circunstancial 1.7. La pobreza de la redacción académica 1.8. Diversidad en la escritura 1.9. Roles de alumno y profesor 2. Panorama general 2.1. Contenidos psicolingüísticos 2.2. Recursos didácticos 3. La escritura extensiva 3.1. El portafolio como entorno 3.2. Tipos de texto 3.3. Buscar tema 3.4. La corrección 3.5. Estímulos intensivos y extensivos 4. Bibliografía

11 cosas en las que nuestros hijos e hijas serán peores si no estudian Filosofía

Parece que eso del pensamiento no está muy de moda hoy en día, así que la asignatura de Historia de Filosofía ha sido relegada a la categoría de optativa en los estudios de 2º de Bachillerato. Los profesores de Filosofía, obviamente, están a la gresca. “Vivimos en un mundo neoliberal donde parece que la economía y la tecnología son lo único importante y que no hay más riqueza que sirva que la que se genera de inmediato”, se queja Luis María Cifuentes, presidente de la Sociedad Española de Profesores de Filosofía (SEPFI). Consideran, con razón, que es importante conocer la tradición de los grandes pensadores occidentales, que de alguna manera han prefigurado el mundo en el que hemos nacido, y que no hacerlo supone un déficit importante de cultura.

Por otro lado, también están preocupados por la posible falta de músculo en el pensamiento y el diálogo cuestionador en el alumnado: estas habilidades se trabajaban justamente a través de la asignatura de Filosofía. “Esto puede provocar que los ciudadanos del futuro se encuentren con menos herramientas y menos conocimientos para vivir democráticamente y para transformar de manera crítica y constructiva su realidad”, comenta Ana García, consultora filosófica y formadora en Práctica Filosófica. “De Platón a Wittgenstein y llegando a los autores actuales, la filosofía es fundamental para no caer en los engaños del poder”.
Mas allá de los libros de texto y las aulas, la filosofía tiene importancia en la vida cotidiana. “No solo es lo que se da en clase, no se reduce a lo académico, la filosofía ayuda a pensar y a repensar, incluso ya han aparecido iniciativas de consultoría filosófica”, dice Manuel Sanlés, miembro de la Red Española de Filosofía (REF) y vicepresidente de la SEPFI. Así que, ¿para qué sirve la filosofía? La pregunta precisamente suena muy filosófica, pero apuntamos algunas carencias que tendrán en su vida aquellos alumnos que no elijan el camino del, etimológicamente, amor al conocimiento. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: El País

jueves, 19 de noviembre de 2015

Una rosa para Emily. Un cuento de William Faulkner

Cuando murió la señorita Emilia Grierson, casi toda la ciudad asistió a su funeral; los hombres, con esa especie de respetuosa devoción ante un monumento que desaparece; las mujeres, en su mayoría, animadas de un sentimiento de curiosidad por ver por dentro la casa en la que nadie había entrado en los últimos diez años, salvo un viejo sirviente, que hacía de cocinero y jardinero a la vez.

La casa era una construcción cuadrada, pesada, que había sido blanca en otro tiempo, decorada con cúpulas, volutas, espirales y balcones en el pesado estilo del siglo XVII; asentada en la calle principal de la ciudad en los tiempos en que se construyó, se había visto invadida más tarde por garajes y fábricas de algodón, que habían llegado incluso a borrar el recuerdo de los ilustres nombres del vecindario. Tan sólo había quedado la casa de la señorita Emilia, levantando su permanente y coqueta decadencia sobre los vagones de algodón y bombas de gasolina, ofendiendo la vista, entre las demás cosas que también la ofendían. Y ahora la señorita Emilia había ido a reunirse con los representantes de aquellos ilustres hombres que descansaban en el sombreado cementerio, entre las alineadas y anónimas tumbas de los soldados de la Unión, que habían caído en la batalla de Jefferson. CONTINUAR LEYENDO

martes, 17 de noviembre de 2015

Tertulia Literaria Dialógica en 1º de Bachiller en el Colegio San Prudencio de Vitoria Gasteiz


Hace unas semanas iniciaban en el Colegio San Prudencio de Vitoria-Gasteiz una Tertulia Literaria Dialógica en 1º de Bachiller. Era la primera Tertulia que hacían en ese Centro y tuve la suerte de que Félix Santamaría, Asesor del Berritzegune, y Arantza Zárate, profesora de Literatura de dicho grupo, me invitaran a participar en la misma. Aunque suene extraño, era la primera vez que participaba en una Tertulia Literaria de Bachillerato. Era el tramo educativo que me faltaba por conocer en esta actividad, y mereció la pena. La primera sesión la tuvimos con Fiódor Dostoyevski y su "Gran Inquisidor". Fue una sesión estupenda en la que de la mano de este gran autor fuimos acercándonos a lo que es una Tertulia Literaria mientras desgranábamos el texto por medio de una interpretación intersubjetiva. Ahora estamos metidos en faena, tal como se ve en las imágenes, con "La metamorfosis" de Franz Kafka. Ya hemos hecho una sesión que resultó tan interesante como la anterior. Mañana continuamos y estoy deseando que lleguen la hora para ir a compartir palabras. Gracias a todos y a todas por haberme dado esta oportunidad.




El preceptor. Un cuento (matemático) de Chejov

Egor Ziberov, estudiante de séptimo curso de Instituto, estrecha con benevolencia la mano a Pietia Udokov. Pietia, un muchachito de doce años, con un trajecito gris, regordete con mejillas coloradas, frente estrecha y con los cabello como un cepillo, se cuadra y se va al armario en busca de los cuadernos. Según lo acordado con el padre de Udokov, Ziverov tiene que dar clase dos horas todos los días a Pietia por lo que cobra seis rublos al mes. Le está preparando para el segundo curso del Instituto. El año pasado lo estuvo preparando para primero. Pero Pietia fue suspendido. CONTINUAR LEYENDO

Si quieres profundizar en los conceptos matemáticos y en el cálculo utilizado en este cuento, te remito a un capítulo de un libro de Yakov Perelman, uno de los fundadores del género de la literatura de ciencia popular, que fue un divulgador de la física, las matemáticas y la astronomía. Desde AQUÍ puedes acceder al capítulo 2 de su libro: "Aritmética recreativa", en el que bajo el título de: El ábaco antiguo y sus descendientes, trabaja con el texto de Chejov.

LECTURAS MATEMÁTICAS PARA NIÑOS DE PRIMARIA...

Lecturas matemáticas para niños de primaria, secundaria y papás curiosos entusiasmados por alcanzar la verdadera comprensión de las matemáticas.

¡Qué mejor forma de aprender matemáticas que leyendo un cuento matemático! ¡Con humor y fantasía conseguirás adentrarte en el maravilloso mundo de las mates! 

AQUÍ puedes encontrar una variada oferta de estos libros y también podrás descargar algunos.

Especial multimedia sobre la pobreza infantil. eldiario.es y Ayuda en acción

eldiario.es, en colaboración con Ayuda en Acción, lanza un especial multimedia sobre pobreza infantil, un problema que acecha a uno de cada tres niños en España. Con la perspectiva de que la pobreza hoy es la desigualdad del futuro, publicamos las consecuencias de este problema que se ha agravado con la crisis y la falta de políticas públicas.

Entre los contenidos está el testimonio de Gema, una madre soltera que ha sacado a su hijo adelante, un artículo con las cicatrices que deja en la salud física y mental la pobreza o el papel de los colegios como trinchera para capear la escasez ante la ausencia de ayudas públicas.



lunes, 16 de noviembre de 2015

Los amores verdaderos de las hermanas Brontë

¿Quién dijo que las hermanas Brontë no se enamoraron?

La bruma sobre el milagro literario que protagonizaron Charlotte, Emily y Anne entre 1846 y 1847, en su casa rodeada del viento frío a orillas de los páramos y del cementerio de Haworth, se despeja cada vez más. Allí, en esa casa del condado inglés de West Yorkshire, vivieron y en ese breve lapso escribieron algunos de los clásicos universales del Romanticismo: Jane Eyre, Cumbres borrascosas y Agnes Grey.

Contrario a lo dicho, “sus novelas estarían basadas en sus experiencias amorosas y en la educación intelectual que recibieron con la complicidad del padre, el reverendo Patrick Brontë”. Lo recuerda Ángeles Caso, luego de investigar varios años el misterio de las Brontë y de tener en cuenta los últimos hallazgos e hipótesis de expertos. A partir de ahí, la escritora, expresentadora de televisión y licenciada en Historia del Arte, novela la vida de esa familia bajo el título de Todo ese fuego (Planeta). CONTINUAR LEYENDO
Fuente: El País

domingo, 15 de noviembre de 2015

El estudiante y la reina. Un cuento de Fernando del Paso, Premio Cervantes 2015

Erase que se era un estudiante. Y era una reina. Y eran amantes. Y el estudiante visitaba a la reina casi todos los días, y no los domingos porque iba al cine con su novia. Y a veces llegaba con sándwiches y coca-colas y él, el estudiante, y ella, la reina, comían juntos, sentados en el lecho húmedo de su amor. Cuando él viajaba en el tranvía y caminaba después por los oscuros callejones donde relumbraba su suéter amarillo y negro, los libros de medicina bajo el brazo y en uno de los libros un crisantemo disecado, nadie habría imaginado que iba a visitar a una reina, que tendría que arrollarse al verla y besarle la mano y despojarla de sus vestiduras con actitud de amante para después amarla como lo puede hacer un príncipe. CONTINUAR LEYENDO

Los profesores de literatura vuelven a la vida como estrellas de la ficción

Contras las predicciones apocalípticas sobre el fin de la lectura, son en pleno siglo XXI protagonistas privilegiados de relatos en el cine y las series de TV

Hordas de fanáticos hacían colapsar Twitter, hambrientos de acción. Los creadores temían que los espectadores les saltaran a la yugular la noche del estreno mundial de la precuela de esta historia. Y ahí estaba él, a los pocos minutos de comenzado el relato. Sin sangre ni zombis a su alrededor aparecía el héroe en su hábitat. Travis Manawa, profesor de literatura, explicaba a sus alumnos del secundario Colmillo blanco, de Jack London, y la épica lucha del hombre contra la naturaleza, espejo y metáfora bien construida de los episodios venideros. Los creadores de Fear the Walking Dead cincelaron un personaje sensible e intelectual, pero con un pensamiento práctico, con autoridad legítima antes que física. Un auténtico guía, avezado en buscar explicaciones sobre universos fantásticos luego de haberse maravillado durante décadas con historias de ficción, será ahora él el protagonista de una aventura sin precedentes.

"El infierno son los otros", el leitmotiv de A puerta cerrada, de Jean Paul Sartre, es pronunciado por Abe Lucas, el profesor de filosofía de la última película de Woody Allen, Hombre irracional. Otro autor omnipresente en este guión es el genio literario de Dostoievski, cuyas obras trascienden la ficción ya que fue capaz de construir una arquitectura filosófica sobre la base de su experiencia vital y no sobre la trayectoria en las aulas. Luego de esa relectura de Crimen y castigo que realizó el director neoyorquino en Match Point, el autor ruso emana por los poros de este libreto que gira en torno de un académico torturado por su mente. CONTINUAR LEYENDO.
Fuente: La Nación (Argentina)

viernes, 13 de noviembre de 2015

El niño cinco mil millones. Un cuento (?) de Mario Benedetti

En un día del año 1987 nació el niño Cinco Mil Millones. Vino sin etiqueta, así que podía ser negro, blanco, amarillo, etc. Muchos países, en ese día eligieron al azar un niño Cinco Mil Millones para homenajearlo y hasta para filmarlo y grabar su primer llanto. 

Sin embargo, el verdadero niño Cinco Mil Millones no fue homenajeado ni filmado ni acaso tuvo energías para su primer llanto. Mucho antes de nacer ya tenía hambre. Un hambre atroz. Un hambre vieja. Cuando por fin movió sus dedos, éstos tocaron tierra seca. Cuarteada y seca. Tierra con grietas y esqueletos de perros o de camellos o de vacas. También con el esqueleto del niño 4.999.999.999. 

El verdadero niño Cinco Mil Millones tenía hambre y sed, pero su madre tenía más hambre y más sed y sus pechos oscuros eran como tierra exhausta. Junto a ella, el abuelo del niño tenía hambre y sed más antiguas aún y ya no encontraba en si mismo ganas de pensar o creer. 

Una semana después el niño Cinco Mil Millones era un minúsculo esqueleto y en consecuencia disminuyó en algo el horrible riesgo de que el planeta llegara a estar superpoblado.

FIN

La historia interminable (Michael Ende): ¡Salvar el reino de Fantasia! Un artículo de Daína Chaviano.

Hasta el presente, la Edad Media primitiva ha sido la principal fuente de la que se han nutrido los más famosos libros para niños. Parece como si la infancia de la humanidad hubiera servido para crear los eternos escenarios del mundo infantil. Incluso títulos relativamente recientes, como El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien, apuntan hacia las fantasías que nacieron o se fortalecieron durante ese período de la historia. No obstante, algunos otros –recordemos La familia Mumín, de Tove Jansson; Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, y Peter Pan y Wendy, de James Matthew Barrie– han logrado escapàr en cierta medida al poderoso influjo de las hadas medievales y, utilizando poquísimos elementos antiguos, recrean el mundo moderno sin despojarlo de magia y candor.

La historia interminable, del alemán Michael Ende –publicada por primera vez en 1979– puede considerarse uno de los clásicos contemporáneos para niños. Tal afirmación podría resultar atrevida para cualquiera que no haya leído el libro. En efecto, ¿cómo calificar de "clásica" una obra que apenas tiene tres décadas de vida? ¿Quién podría asegurar en tan poco tiempo que pasará la difìcil prueba de las generaciones?

Es que el libro contiene todos los elementos para ello: desbordante imaginación; el despliegue de una mitología propia sin que eso signifique el olvido de personajes legendarios; un enjuiciamiento de ciertas costumbres e ideas y, por tanto, la posibilidad de una lectura "entre líneas" que permita descubrir algo más que una simple narración; drama y tragedia conjugados con la sonrisa; y algunos otros factores que, de ser mencionados, harían demasiado larga la enumeración.

A esto debe agregarse una lista de recursos marcadamente modernos: la interesante estructura que permite a cada capítulo comenzar por una letra distinta del alfabeto, en orden ascendente desde la A hasta la Z; el buen balance que el autor logra al conjugar los más prosaicos hechos de la vida real con las más desatadas muestras de su imaginación, en ocasiones casi surrealista; la yuxtaposición de dos mundos (¿o dos dimensiones?) que en el libro se reflejan por el cambio de color en las letras (rojas para el mundo real, y verdes para el reino imaginario de Fantasia); la ingeniosidad del tono con que su autor alude y reafirma la "eternidad" de su historia, pues antes de dejar atrás algún elemento o personaje que no aparecerán de nuevo los encamina en pos de alguna nueva narración que dejará inconclusa, afirmando siempre que "esa es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión". CONTINUAR LEYENDO
Fuente: Fundación Cuatro Gatos