miércoles, 29 de julio de 2020

Casa de misericordia, un poema de Joan Margarit

El padre fusilado.
O, como dice el juez, ejecutado.
La madre, ahora, la miseria, el hambre,
la instancia que le escribe alguien a máquina:
Saludo al Vencedor, Segundo Año Triunfal,
Solicito a Vuecencia poder dejar mis hijos
en esta Casa de Misericòrdia.

El frío del mañana está en la instancia.
Hospicios y orfanatos fueron duros,
pero más dura era la intemperie.
La verdadera caridad da miedo.
Como la poesía: un buen poema,
por más bello que sea, será cruel.
No hay nada más. La poesía es hoy
la última casa de misericordia.


martes, 28 de julio de 2020

El poema de amor más antiguo del mundo (Anónimo)

Novio de mi corazón, amado mío;
tu encanto es dulce, dulce como la miel.
Querido de mi corazón, amado mío;
tu encanto es dulce, dulce como la miel.

Tú me has cautivado, libremente iré hasta ti;
novio mío, quiero escapar contigo a la cama.
Tú me has cautivado, libremente iré hasta ti;
querido mío, quiero escapar contigo a la cama.

Novio mío, te haré cosas deliciosas;
dulce tesoro mío, miel te llevaré.
En la alcoba, empapada de miel,
gocemos de tu dulce encanto.
Querido mío, te haré cosas deliciosas;
dulce tesoro mío, miel te llevaré.

Novio mío, si me quieres,
habla con mi madre y a ti me entregaré;
habla con mi padre y me entregará a ti como regalo.

Darte placer… Yo sé cómo darte placer;
novio mío, duerme en mi casa hasta el alba.
Alegrar el corazón… Yo sé cómo alegrar tu corazón;
querido mío, duerme en mi casa hasta el alba.

Si me amas,
amado mío, hazme cosas deliciosas.

Mi señor, mi dios; mi señor y mi dios protector,
mi Shusin, que alegra el corazón de Enlil,
¡ojalá me hicieras cosas deliciosas!
Tu sitio, dulce como la miel… ¡Ojalá pusieras tu mano sobre él!

Pon tu mano sobre él como la tapa de una copa;
extiende tu mano sobre él como la tapa de una copa.

FIN

Nota: Poema anónimo. Se cree que fue recitado por una novia del rey sumerio Shu-Sin, quien gobernó entre 2037 y 2029 a. C. Está grabado en una antigua tabla de arcilla descubierta a fines del siglo XIX por arqueólogos en Nippur, al sur de Irak.

miércoles, 22 de julio de 2020

Lectura, Educación literaria y Ética Democrática, un artículo de Juan Mata. Universidad de Granada.



Explorar las estrechas relaciones entre ética y literatura es un reto que afecta tanto a la educación literaria como a la construcción de la ciudadanía. No debería confundirse esa relación con la extendida creencia de que la literatura «transmite» valores, un lugar común que minimiza y desvirtúa el vínculo entre ambas disciplinas. La deliberación ética que promueve la literatura es un recurso más complejo y más vigoroso para entender el mundo en el que vivimos y las decisiones que debemos tomar en cada momento.

¿Qué tienen en común unos niños que hablan sobre la generosidad después de que su maestra les haya leído El árbol generoso, de Shel Silverstein, un grupo de adolescentes que conversa en un aula sobre el sufrimiento que ocasionan las guerras y los desplazamientos forzados a partir del poema Refugiados , de Adam Zagajewski, un grupo de jóvenes que discute en una cafetería sobre la convivencia después de leer el libro Un mundo común, de Marina Garcés, y un grupo de adultos que reflexiona sobre la corrupción en un club de lectura a partir del libro Crematorio, de Rafael Chirbes?

Lo que los une es que todos ellos, de un modo u otro, participan en una deliberación ética. Hablan de conductas, actitudes, decisiones, experiencias y emociones humanas, y esos actos de lenguaje, de pensamientos y razonamientos compartidos, poseen un carácter ético, pues, de acuerdo con la concepción clásica, la ética es la parte de la filosofía que se encarga de discernir y enjuiciar los comportamientos morales de los seres humanos. La tradición de la filosofía moral occidental se fundamenta en la consideración de la ética como la vía que examina los medios que procuran el bien de los individuos y, más aún, el bien de la comunidad. La ética cívica aborda el significado del buen vivir, del vivir de acuerdo a normas o principios que hagan más llevadera la existencia de todos o, simplemente, la salvaguarden: la libertad, la igualdad, la compasión, la solidaridad, la inclusión, el diálogo, la justicia, la dignidad... Para Norbert Bilbeny (2003, p. 9) «la vida humana es inseparable de la ética, a condición de que no nos olvidemos de que la ética está hecha para la vida». No es posible separar la ética de las vicisitudes de la vida, de las opciones que debemos tomar en cada momento no solo en beneficio propio sino en beneficio de la humanidad en su conjunto y del planeta entero donde se
manifiesta la vida, no solo la humana. La ética es, pues, una filosofía práctica, tiende a la acción y demanda derechos, compromisos y opciones. Es una ayuda para andar por las calles, para relacionarse con los que caminan a nuestro lado.

Esa búsqueda del bien común, de una convivencia justa y pacífica, puede hacerse, entre otros medios, a través de la deliberación, concepto clave de la filosofía de Jürgen Habermas (1998), quien la considera el fundamento de una democracia basada en la participación permanente de los ciudadanos en la actividad política, la argumentación racional, el logro de acuerdos, la elección ecuánime de medios en relación con los fines, las consideraciones morales, las normas justas, la coherencia jurídica... La democracia deliberativa sería inseparable, pues, de la ética discursiva, la actividad comunicativa, el diálogo, el razonamiento. En definitiva, de la palabra. Aprender y practicar la deliberación debería ser un principio básico de la democracia. CONTINUAR LEYENDO

domingo, 19 de julio de 2020

MANIFIESTO ALBUM. 11 Razones para el Libro Álbum.

ONCE RAZONES PORQUE UN DECÁLOGO NO ES SUFICIENTE:
LLEGADOS A DIEZ HAY QUE VOLVER A EMPEZAR

  1. Porque cualquier persona, a cualquier edad, necesita del arte, de la belleza, para habitar el mundo.
  2. Porque compartir lecturas en familia o con amigos es quererse, nos une; sin menoscabo del placer de leer un libro álbum en soledad.
  3. Porque cuando relacionamos texto e imagen, desciframos un código perfecto, aprendemos a pensar, a dar significado, a emocionarnos.
  4. Porque un libro álbum cuesta mucho menos que un pastel de cumpleaños, menos que la botella de cava con la que despedimos el año y, sin embargo, sirve para toda la vida.
  5. Porque a través de una reconstrucción narrativa las personas llegamos a comprender tanto lo que pasa en el mundo como nuestra propia existencia.
  6. Porque al pasar una página para zambullirnos en la siguiente se despierta nuestra imaginación. Y al llegar al final, sentimos el deseo de gritar: «¡Quiero más!»
  7. Porque a través de las historias ilustradas nos reconocemos en cuanto personas, protagonistas de historias, y descubrimos que no estamos solos.
  8. Porque si un adulto no entiende lo que pasa en las páginas de un álbum, se lo explicará el niño.
  9. Porque si has olvidado un álbum en el fondo de un cajón, el día que por casualidad vuelve a tus manos, te alegrará como el mejor de los regalos.
  10. Porque hay que pararse para contemplar el mundo, para reconocer las pistas y los detalles que esconden las imágenes. Un libro álbum detiene el tiempo, te invita a ser reflexivo.
  11. Porque la lectura de álbumes enriquece la sensibilidad artística, desarrolla el espíritu crítico, y te hace libre.

jueves, 16 de julio de 2020

Consejos para disfrutar de los libros y de la lectura con los más pequeños (Editorial Andana).


  • Las historias más memorables son aquellas que sorprenden. Vive la historia, escenifica, disfruta de ella y los más pequeños también lo harán. 
  • La proximidad física es importante y potenciará la complicidad con tu hijo/hija. Acércate, cógele de la mano, abrázalo/a... 
  • Leer un cuento no debe ser un trámite para ir a dormir, hay que darle entidad propia y buscar el momento más adecuado. 
  • Los pequeños reciben muchos estímulos e imágenes, a veces poco recomendables. En casa, intenta rodearlos de belleza haciendo una buena selección de libros.
  • Un libro es un juguete más y, por tanto, hay que disfrutar del momento de lectura como de cualquier otro juego. Piensa en jugar. 
  • Niñas y niños necesitan momentos de calidad con los cuidadores, así que es necesario que estés presente físicamente y mentalmente, sin distracciones. 
  • Por supuesto, nada de dispositivos móviles, ni digitales, el espacio de lectura debe ser un santuario no digital. 
  • Utiliza elementos de tu entorno para crear títeres, ambientes imaginarios, atrezo. Los hará reír y potenciar su fantasía. 
  • Prepara el momento y el espacio, repite algún acto ritual que indique que comienza el esperado momento especial. Le ayudará a centrar la atención. 
  • Y lo más importante, cuenta con los mejores ingredientes: tiempo, dedicación complicidad y un buen libro.

miércoles, 15 de julio de 2020

Lo que esconden los álbumes ilustrados infantiles, un artículo de "El País".


Consejos a los padres para sacarlos el máximo partido y convertir ese momento de lectura compartida en un instante mágico

“Creo que estamos, sin duda, en la edad de oro de los álbumes ilustrados. Me atrevería a decir que se han puesto “de moda”, así que eso provoca que cada vez haya más gente orientándose hacia esta forma de literatura (…), buscando la manera de contar una historia o de transmitir un concepto con el simple proceso de dibujar una página”, afirmaba el escritor e ilustrador Oliver Jeffers en una entrevista concedida a El País hace unos meses.

Para visibilizar esos libros y revalorizar el potencial literario y artístico del álbum ilustrado nacía precisamente en 2017 la asociación Álbum, que agrupa a veintitrés editoriales pequeñas y medianas de toda España, todas ellas independientes y especializadas en el ámbito de la literatura infantil y juvenil, en cuyos catálogos el libro álbum ocupa un lugar preponderante.Fernando Diego García, director de la editorial Libros del Zorro Rojo y presidente de la Asociación Álbum, reconoce que, dentro de la caída de cuota de mercado experimentada por todos los géneros y subgéneros literarios, la experimentada por el libro dirigido al mercado infantil y juvenil (en la que se incluiría el álbum ilustrado) ha sido porcentualmente menor, lo que ha provocado que muchas editoriales no enfocadas en principio al público infantil se hayan lanzado a la publicación de álbumes ilustrados. Sin embargo, matiza que la cantidad “no siempre se lleva bien con la calidad de los contenidos” y que la multiplicación de la oferta “muchas veces invisibiliza los libros especialmente valiosos”.

“Buscamos que el libro álbum sea más visible y más valorado, porque lo concebimos como una herramienta fundamental para construir una sociedad de lectores con espíritu crítico”, afirma su presidente, que es consciente de que el formato “rara vez es considerado literatura con mayúsculas”. En su opinión, esto se debe en parte al “desconocimiento” sobre el álbum ilustrado, que debido a su amplia variedad de formatos a veces resulta “difícil de definir y clasificar”. También al hecho de que generalmente tenga poco texto, algo que “muchas veces despierta la suspicacia de algunos mediadores y adultos, que dudan de que sea una herramienta «eficaz» para el fomento de la lectura”.

En contrarrestar este mito están centrando gran parte de sus esfuerzos desde la asociación. Un ejemplo de ello es la organización de la Semana del Álbum —que en 2019 celebrará su tercera edición en más de una docena de ciudades de España bajo el lema «Libros que abren mundos»-, con la que desde Álbum buscan difundir la “riqueza literaria y estética de los álbumes” y potenciar su presencia tanto en los hogares como en las aulas, “y no solo entre los más pequeños, ya que un buen álbum puede ser descubierto a cualquier edad y un mismo álbum puede ser compartido por lectores de distintas edades”.

También el trabajo que están realizando junto con las librerías independientes, las bibliotecas y los colegios “para ampliar las fronteras sociales y geográficas del libro álbum para llegar a más niñas y niños, no solo de las grandes ciudades, incluir a colectivos históricamente desfavorecidos o acceder a pueblos y barrios en los que la oferta cultural no está a la altura de las necesidades reales”. En ese sentido, Fernando Diego García destaca como “prioritario” el trabajo con las pequeñas librerías independientes, que según afirma son las que “resisten mejor las presiones del mercado, apuestan por fondos variados y bien seleccionados y hacen una labor decisiva para prolongar la vida de los buenos libros”.

¿Qué tiene un álbum ilustrado que lo hace especial respecto a otras opciones literarias?, preguntamos al presidente de Álbum, que remite al manifiesto fundacional de la asociación, en el que han reunido once razones para elegir un libro álbum como opción de lectura: “De este peculiar «decálogo», que reivindica valores perdurables frente al culto a lo inmediato y lo efímero, me gustaría destacar tres puntos. El primero es que el libro álbum nos invita a ser reflexivos, a detener el tiempo para contemplar el mundo, a descubrir esos pequeños detalles que esconden las imágenes; el segundo es que un libro álbum ofrece distintos niveles de lectura en los que se combinan el lenguaje visual y el literario; y, por último, que el libro álbum posibilita a un tiempo entretenimiento y aprendizaje, placer artístico y pensamiento crítico”.

Álbumes ilustrados contra el ritmo desenfrenado de vida

“Porque compartir lecturas en familia o con amigos es quererse, nos une; sin menoscabo del placer de leer un libro álbum en soledad”, puede leerse en el segundo punto del manifiesto. Y en ese valor incalculable del álbum ilustrado como punto de encuentro quiere incidir también Slow Stories, la campaña que la editorial valenciana Andana, miembro de Álbum, ha lanzado para conmemorar el décimo aniversario de su fundación, un tiempo en el que han publicado más de 160 títulos.

“La idea es “actuar” contra el ritmo desenfrenado de vida que nos estamos autoimponiendo, así que aprovechando que el movimiento slow está calando entre la población, hemos querido hacer una propuesta: que cuando llegue el momento de la lectura en casa dejemos de lado las pantallas y disfrutemos del momento de lectura compartida entre padres e hijos, porque en estos años de dedicación al mundo de la literatura infantil hemos visto que es una de las experiencias que más recuerdan padres e hijos con el paso de los años”, reflexiona Ricard Peris, cofundador de Andana.

Cuentan en la editorial que la iniciativa surge de “las buenas experiencias” que han ido acumulado durante sus diez años de vida, un tiempo en el que según Peris han podido ver y conocer “muy buenas prácticas” con la lectura que les han ayudado a crear mejores libros. “Pensamos que esas experiencias había que transmitirlas a los lectores, a los libreros, a los bibliotecarios y a todos aquellos que nos han acompañado en este viaje”, sostiene. Y a ello se van a dedicar desde la web de la campaña, en la que pretenden compartir “consejos, ejemplos y ánimos para que nos lancemos a la aventura de bajar el ritmo y ser contadores de historias”.

¿Qué consejos darías a los padres para sacar el máximo partido a los álbumes ilustrados y convertir ese momento de lectura compartida en un instante mágico?, preguntamos al fundador de Andana. “El primero es vivirlo con intensidad, porque eso nos conectará plenamente con los pequeños y al mismo tiempo nos ayudará a conectar con el “niño” que llevamos dentro. En segundo lugar, también creo que es muy importante que los padres y madres estén abiertos a escuchar la perspectiva del niño, a dejarle que interprete el libro y el mundo desde su punto de vista, a invitarlo a despertar su imaginación, su creatividad. Por último, es importante dedicar tiempo a elegir buenos libros”, responde Peris, que destaca la importancia de poner el mismo mimo en la selección de libros que en las elecciones de los ingredientes que compramos para que la comida de nuestros hijos sea saludable. “Con una buena materia prima el resultado siempre es mejor”, concluye.

lunes, 13 de julio de 2020

Podemos recordarlo todo por usted, un cuento de Philip K. Dick.

 Despertó..., y añoró Marte. Pensó en los valles. ¿Cómo sería poder vagar por ellos? Maravilloso, sin duda; su sueño creció a medida que despertaba a la plena conciencia, el sueño y el anhelo. Casi podía sentir la presencia protectora del otro mundo, que sólo los agentes del gobierno y los altos funcionarios habían visto. Un empleado como él no era probable que llegase a verlo nunca... —Te levantas o no? —preguntó soñolienta Kristen, su esposa, con su habitual y feroz mal humor—. Si te levantas, pulsa el botón del café caliente en la cocina. 

—Está bien —dijo Douglas Quail, y se fue descalzo del dormitorio a la cocina.

Allí, después de pulsar solícitamente el botón del café, se sentó a la mesa, sacó una pequeña lata de fino rapé Dean Swift, inhaló profundamente, y la mezcla penetró por su nariz, quemándole el paladar. Pero aun así siguió inhalando; le despertaba y permitía que sus sueños, sus deseos nocturnos y sus ansias difusas se condensasen en una estructura más o menos racional. 

Iré, se dijo. Antes de morir veré Marte. Era imposible, claro, y lo sabía, incluso mientras soñaba. Pero la claridad del día, el rumor mundano de su mujer que se cepillaba ahora el pelo ante el espejo del dormitorio, todo conspiraba para recordarle lo que era. Soy un mísero empleaducho, se dijo amargamente. Kristen se lo recordaba por lo menos una vez al día. No se lo reprochaba; era obligación de la esposa hacer bajar al marido a tierra, hacerle asentar los pies en el suelo. A la Tierra, pensó, y se echó a reír. La imagen era en este caso perfectamente literal. 

—¿Qué andas olisqueando? —preguntó su mujer irrumpiendo en la cocina, arrastrando su larga bata rosa—. Un sueño, supongo. Siempre andas con sueños. 

—Sí —dijo él, y miró por la ventana de la cocina hacia los vehículos aéreos y los canales de tráfico y toda la gentecilla apresurada que corría a trabajar. No tardaría en unirse a ellos. Como siempre. 

—Supongo que se relacionará con alguna mujer —dijo torvamente Kristen. 

—No —respondió—. Con un dios. El Dios de la Guerra. Tiene maravillosos cráteres con toda clase de vida vegetal creciendo en las profundidades. CONTINUAR LEYENDO

El sueño de un hombre ridículo, un cuento de Fiodor Dostoievski.


Soy un hombre ridículo. Ahora ellos me llaman loco. Y eso podría haberme supuesto un ascenso de grado, si no me siguieran considerando igual de ridículo que antes. Ahora no me enfado y todos me parecen simpáticos; incluso cuando se burlan de mí siguen de algún modo pareciéndome especialmente dulces. De buena gana me reiría con ellos –no ya de mí, sino por afecto hacia ellos- si no fuera por la tristeza que siento cuando los miro. Y me siento triste porque ellos desconocen la verdad, y yo sí la sé. ¡Oh, qué difícil le resulta a uno conocer la verdad! Pero ellos no lo entenderán.

No, no lo entenderán.

Antes me angustiaba porque les parecía ridículo. Más que parecérselo lo era. Siempre fui ridículo, y lo sé probablemente desde el día de mi nacimiento. Seguramente supe que era ridículo desde que tenía siete años. Después estudié en la escuela, más tarde en la universidad. Y ¿qué es lo que sucedió? Pues que cuanto más estudiaba, más me convencía de que era ridículo. De modo que toda mi ciencia universitaria, a medida que penetraba en ella, pareció a fin de cuentas haber existido para demostrarme y explicarme que yo era un hombre ridículo. Lo mismo que ocurrió con la ciencia, también sucedió en la vida real. A medida que pasaban los años se acrecentaba y afianzaba en mí la conciencia de mi ridículo aspecto, en todos los sentidos. Siempre se ha reído de mí todo el mundo, que si había un hombre sobre la faz de la tierra que tenía consciencia de que era ridículo, ese hombre era yo; ésta era la cuestión que más me ofendía, cosa que ellos ignoran; pero de esto sólo yo tengo la culpa: siempre he sido tan orgulloso que por nada del mundo lo reconocería jamás a nadie. Ese orgullo crecía en mi interior a medida que pasaban los años, y si me hubiera permitido reconocerme como ridículo, ante cualquier persona, creo que al instante me habría volado la tapa de los sesos. ¡Oh, cómo sufría en mi adolescencia pensando que no aguantaría más y que en cualquier momento lo confesaría a mis compañeros! Pero desde que me hice joven, y a pesar de ir tomando lentamente conciencia de mi horrible cualidad, no sé por qué, me sentí más aliviado. Y digo que no sé por qué, pues hasta hoy día no he encontrado la razón. Puede que fuera por aquello de que en mi alma crecía una terrible melancolía debido a un hecho, que era infinitamente superior a mí; para ser más exactos, se había apoderado de mí la única convicción de que en el mundo todo daba igual. Lo venía presintiendo desde hacía ya tiempo, pero la convicción completa se me presentó de pronto el último año. De repente sentí que me daba igual que existiera el mundo o que no existiera en absoluto. Comencé a percibir con todo mi ser que nada existía a mi alrededor. Al principio creí que, a pesar de todo, en otros tiempos hubo muchas cosas, pero más tarde llegué a la conclusión de que tampoco antes las hubo, de que todo era una ilusión. Poco a poco me fui convenciendo de que jamás existiría nada. Entonces de pronto dejé de enfadarme con la gente, y apenas me percataba de ellos. La verdad es que eso afloraba incluso en las nimiedades más insignificantes; por ejemplo, iba por la calle y me chocaba con la gente. Y no era porque fuera ensimismado y pensativo: no tenía nada en que pensar; por aquel entonces dejé de pensar completamente: todo me daba igual. Si al menos hubiera resuelto algún problema; pero no resolví ninguno. ¡Y cuántos había! Pero todo me daba igual, y todos los problemas se apartaban de mí por sí solos. CONTINUAR LEYENDO

jueves, 9 de julio de 2020

¡A bañarse!. Un cuento/álbum ilustrado para los más pequeños (0-2) de Taro Gomi.

El sueño, un poema de Gerardo Diego



Apoya en mí la cabeza,
si tienes sueño.
apoya en mí la cabeza,
aquí, en mi pecho.
Descansa, duérmete, sueña,
no tengas miedo del mundo,
que yo te velo.
Levanta hacia mí tus ojos,
tus ojos lentos,
y ciérralos poco a poco
conmigo dentro;
ciérralos, aunque no quieras,
muertos de sueño.

Ya estás dormida. Ya sube,
baja tu pecho,
y el mío al compás del tuyo
mide el silencio,
almohada de tu cabeza,
celeste peso.
Mi pecho de varón duro,
tabla de esfuerzo,
por ti se vuelve de plumas,
cojín de sueños.
Navega en dulce oleaje,
ritmo sereno,
ritmo de olas perezosas
el de tus pechos.
De cuando en cuando una grande,
espuma al viento,
suspiro que se te escapa
volando al cielo,
y otra vez navegas lenta
mares de sueño,
y soy yo quien te conduce
yo que te velo,
que para que te abandones
te abrí mi pecho.
¿Qué sueñas? ¿Sueñas? ¿Qué buscan
– palabras, besos –
tus labios que se te mueven,
dormido rezo?
Si sueñas que estás conmigo,
no es sólo sueño;
lo que te acuna y te mece
soy yo, es mi pecho.

Despacio, brisas, despacio,
que tiene sueño.
Mundo sonoro que rondas,
hazte silencio,
que está durmiendo mi niña,
que está durmiendo
al compás que de los suyos
copia mi pecho.
Que cuando se me despierte
buscando el cielo
encuentre arriba mis ojos
limpios y abiertos.


miércoles, 8 de julio de 2020

"SENCILLOS DESEOS". Un poema de Gioconda Belli

Hoy quisiera tus dedos escribiéndome historias en el pelo
y quisiera besos en la espalda
acurrucos
que me dijeras las mas grandes verdades
o las mas grandes mentiras
que me dijeras por ejemplo
que soy la mujer mas linda del mundo
que me querés mucho
cosas así
tan sencillas
tan repetidas,
que me delinearas el rostro
y me quedaras viendo a los ojos
como si tu vida entera dependiera de que los míos sonrieran
alborotando todas las gaviotas en la espuma.
Cosas quiero como que andes mi cuerpo
camino arbolado y oloroso,
que seas la primera lluvia del invierno
dejándote caer despacio
y luego en aguacero.
Cosas quiero como una gran ola de ternura
deshaciéndome
un ruido de caracol
un cardumen de peces en la boca
algo de eso
frágil y desnudo
como una flor a punto de entregarse a la primera luz de la
mañana
o simplemente una semilla, un árbol
un poco de hierba
una caricia que me haga olvidar
el paso del tiempo
la guerra
los peligros de la muerte.

martes, 7 de julio de 2020

COMO APRENDEMOS A LEER. Historia y ciencia del cerebro y la lectura, otro gran texto de Maryanne Wolf



¿Cómo aprendió a leer el cerebro? Y ¿cuál ha sido su evolución desde las tablillas de arcilla de la antigüedad hasta nuestra tecnología actual? 

Entretejiendo la neurociencia, la psicología, la literatura y la lingüística, Maryanne Wolf describe cómo la evolución y el desarrollo de la lectura han cambiado la organización misma de nuestro cerebro y nuestra vida intelectual. Asimismo, Wolf recurre a su experiencia en el tratamiento de la dislexia para investigar lo que ocurre cuando el cerebro encuentra dificultades para leer.

viernes, 3 de julio de 2020

El novelista enseña a aprehender el mundo como pregunta, Milan Kundera

Milan Kundera

Tengo siempre mucho cuidado con las palabras pesimismo y optimismo. Una novela no afirma nada: una novela busca y plantea interrogantes. No sé si mi nación perecerá y tampoco sé cuál de mis personajes tiene razón. Invento historias, las pongo frente a frente, y por este procedimiento hago las preguntas. La estupidez de la gente procede de tener respuesta para todo. La sabiduría de la novela procede de tener una pregunta para todo. Cuando don Quijote sale al mundo, éste se convierte en un misterio puesto ante sus ojos. Tal es el legado de la primera novela europea a toda la historia de la novela que vino después. El novelista enseña al lector a aprehender el mundo como pregunta. Hay sabiduría y tolerancia en esta actitud. En un mundo edificado sobre verdades sacrosantas, la novela está muerta. El mundo totalitario, básese en Marx, en el Islam, o en cualquier otro fundamento, es un mundo de respuestas, en vez de preguntas. En él no tiene cabida la novela. En todo caso, me parece a mí que hoy en día, en el mundo entero, la gente prefiere juzgar a comprender, contestar a preguntar. Así, la voz de la novela apenas puede oírse en el estrépito necio de las certezas humanas.

Conversación entre Philip Roth y Milan Kundera
Londres y Connecticut, 1980

jueves, 2 de julio de 2020

Escalones, un poema de Herman Hesse:

Así como toda flor se enmustia y toda juventud cede a la edad,
así también florecen sucesivos los peldaños de la vida;
a su tiempo flora toda sabiduría, toda virtud,
mas no les es dado durar eternamente.
Es menester que el corazón, a cada llamamiento,
esté pronto al adiós y a comenzar de nuevo,
esté dispuesto a darse, animoso y sin duelos,
a nuevas y distintas ataduras.
En el fondo de cada comienzo hay un hechizo
que nos protege y nos ayuda a vivir.
Debemos ir serenos y alegres por la Tierra,
atravesar espacio tras espacio
sin aferrarnos a ninguno, cual si fuera una patria;
el espíritu universal no quiere encadenarnos:
quiere que nos elevemos, que nos ensanchemos
escalón tras escalón. Apenas hemos ganado intimidad
en una morada y en un ambiente, ya todo empieza a languidecer:
sólo quien está pronto a partir y peregrinar
podrá eludir la parálisis que causa la costumbre.
Aun la hora de la muerte acaso nos coloque
frente a nuevos espacios que debamos andar:
las llamadas de la vida no acabarán jamás para nosotros…
¡Ea, pues, corazón arriba! ¡Despídete estás curado!