La antología de relatos folklóricos para niños editada en 1812 por los hermanos Grimm, incluía el siguiente cuento, expurgado luego por Achim von Arnim en la segunda y más popular edición de 1819:
Un día, un padre mató un cerdo enfrente de sus hijos. Cuando por la tarde, estos se pusieron a jugar, uno le dijo al otro: “Tú serás el cerdo y yo seré el carnicero”. Entonces cogió el cuchillo y lo hundió en la garganta de su hermano pequeño. La madre, que estaba en el cuarto de arriba bañando al menor de los hijos en una bañera, oyó el llanto del niño y bajó corriendo las escaleras. Al descubrir lo que había pasado, sacó el cuchillo del cuello del niño y lo clavó con furia en el corazón de aquel que había hecho de carnicero. Volvió entonces, escaleras arriba, para atender al pequeño, pero este se había ahogado en la bañera. Nada ni nadie pudo consolar a la mujer, que se ahorcó. Cuando el padre regresó del campo y vio lo que había pasado, murió de pena.
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