Una vez, un hombre atormentado por sus problemas juró que si éstos se solucionaban, vendería su casa y donaría a los pobres todo el dinero obtenido de la venta.
Llegó el momento en que se dio cuenta de que debía cumplir su juramento. Pero no deseaba regalar tanto dinero. De manera que ideó una forma de eludir esta situación.
Puso la casa en venta, valuándola en una moneda de plata. No obstante, quien comprara la casa debía adquirir un gato. El precio pedido por este animal era de diez mil piezas de plata.
Otro hombre compró la casa y el gato. El primero dio a los pobres la moneda de plata, y guardó en sus bolsillos las diez mil.
La mente de muchas personas funciona de esta manera. Deciden seguir una enseñanza, pero interpretan su relación con ella según su propia conveniencia. Hasta que no venzan esa tendencia, por una educación especial, de ninguna manera podrán aprender.
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El ardid descrito en esta historial, según su relator derviche (Sheikh Nasir el-Din Shah), puede ser deliberado —o puede describir la mente tortuosa que, inconscientemente, hace trampas de esta índole.
El Sheikh, también conocido como “La Lámpara de Delhi” murió en el año 1846. Su tumba está en Delhi, India. Esta versión, a él atribuida, es de una tradición oral de la Orden Chishti. Se usa para introducir la técnica psicológica destinada a estabilizar la mente, haciéndola incapaz de autoengañarse con trampas.
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