viernes, 12 de agosto de 2016

“El Titanic se está hundiendo, y la gente se pone a cazar Pokemon en cubierta”. Entrevista al filósofo Jordi Pigem.

Autor de seis libros en torno al post-materialismo y la inteligencia vital, hemos hablado con este pensador, que, en la senda de los hermanos Panikkar/Pániker,cree que debemos superar el estado adolescente de adoración del ego, de la arrogancia del ser humano frente al resto de los seres vivos, y reconciliar nuestra mente con la naturaleza para salir de “la burbuja cognitiva” y de tanto vacío e incertidumbre en la sociedad occidental.

[...] Parte de algo consensuado por una corriente de la Psicología, que los seres humanos nos movemos primordialmente por dos fuerzas: el amor, por resumir en un término lo que representan la solidaridad, la empatía, la cooperación, el compañerismo, la amistad; y el miedo, con todo lo que entraña de protegerse, de luchar y competir para sobrevivir. “Puede haber una actitud de miedo o una actitud de amor. Y ha habido muchos intereses en el sistema capitalista para imponernos la idea de que somos seres individuales, que hemos venido aquí para consumir y competir. Cuando si partimos desde la otra perspectiva, la de la cooperación en vez de la competición, la de desarrollarnos en vez de arrollarnos, la de vivir y compartir en vez de luchar para sobrevivir, nos sentimos como parte de un todo, y no con la soberbia de creernos que hemos venido aquí para dominar el planeta y doblegar la naturaleza. De Darwin no han cogido ni sus reflexiones sobre que hay emociones en los animales, no, también han reducido su pensamiento para quedarse con lo que le interesaba al discurso capitalista, que es la parte de la lucha por la supervivencia, que sólo sobreviven los más aptos. El sistema ha tomado de Darwin lo que le interesaba, para afianzar su esquema competitivo de la sociedad, que hemos venido al mundo para competir”.

Pero a renglón seguido reconoce que resulta descorazonador que aún en 2016 sigamos jugando a no enterarnos. Y tomando una de las anécdotas, pero muy significativa, de este verano, recogida por todos los medios, el boom de realidad ampliada de los caza-Pokemon, piensa en voz alta para transmitirnos nuestra irresponsabilidad: “Se está hundiendo el Titanic y nosotros nos dedicamos a jugar cazando Pokemon en la cubierta. ¿Cómo es posible que un mundo con tanta información sobre lo que estamos destruyendo, que estamos destruyendo la base de nuestra existencia, mire para otro lado y no decida cambiar el rumbo? Hay más conciencia ambiental, sin duda, y hay parcelas en las que hemos avanzado muchísimo, como en todo lo referente al reciclaje. Hay más conciencia de los problemas, pero también veo más distracción. En un mundo al borde del colapso, es curioso que cada vez haya más entretenimientos para que nos olvidemos de pensar, para que ocultemos las cabezas como avestruces. Yo creo que no es casualidad, sino que hay un interés poco disimulado del sistema en ese potencial de distracción”.

Fuente: elasombrario.com

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