sábado, 27 de agosto de 2016

Mis lecturas: Fragmentos. George Steiner. Editorial Siruela

Acabo de terminar este libro y he de confesar que me ha encantado. Son una serie de reflexiones que hace el autor tomando como referencia un imaginario documento de Epicarnio de Grana. El pergamino encontrado está en mal estado y sólo se pueden leer frases sueltas. Steiner, aprovechando esas frases (Cuando el rayo habla, dice oscuridad. Amistad, homicida del amor. Hay leones, hay ratones. El mal es.Canta dinero a la diosa. Desmiente al Olimpo si puedes.¿Por qué lloro cuando canta Arión? Amiga muerte) va desgranando su visión sobre toda una serie de asuntos vitales.

En otras entradas he puesto algunos párrafos de esta obra. Hoy terminaré con un trozo correspondiente al último fragmento: Amiga muerte.

"Pero el remedio está al alcance. El suicidio encarga, respalda la libertad. No elegimos nuestro nacimiento. Peo podemos reclamar la autonomía de nuestro ser, de nuestra “autoposesión” –un término definitivo- al elegir la manera y el momento de nuestra muerte. La geriatría, remanente de teologías obsoletas, busca privarnos de esta libertad fundamental. ¿Hay algo más cruel, más éticamente reproblable que el dictado que mantiene vi o a quien está mentalmente extinguido, al paralítico, a quienes son alimentados mediante tubos? ¿Qué tiranía hay más obscena que la que prohíbe liberar al que se encuentra en coma, a quienes están encarcelados por la inmovilidad, a los muertos vivientes conectados a un respirador artificial, vaciando sus intestinos bajo licencia química? Está en juego más que la dignidad. Es nuestra humanidad esencial. A la larga, comprender esto significa ganar terreno. Los derechos estoicos, epicúreos, a la libertad de la muerte elegida están volviendo. El acceso a la muerte asistida ahora oscila de la representación real a una multitud de disertaciones clínicas en cubiertas. La institución médica muestra signos de un incómodo sentido común. Sin embargo, aún está por venir una revolución social y legal más radical. Solo entonces nuestra conciencia, nuestro espíritu, podrá “liberarse a los elementos”.

Sólo entonces, para usar los términos de Epicarpio, la muerte en verdad se volverá una amiga, una invitada de honor incluso al rayar el alba."


Como se puede ver, el tema de este fragmento va relacionado con la muerte y con la posibilidad de elección de la manera de morir. Hace ya algún tiempo publiqué un artículo sobre este tema que titulé: "Morir con dignidad". Comenzaba así: "Hace algunos días leí en la prensa la noticia acerca de una chica chilena de 14 años que había subido un vídeo grabado por ella misma en el que pedía a la presidenta de su país, Michelle Bachelet, su autorización para “dormirla para siempre”. Valentina sufre desde los seis meses fibrosis quística, una enfermedad hereditaria y degenerativa que afecta a pulmones, hígado y páncreas. Valentina afirma que está cansada de luchar, que han sido 14 años de lucha para ella y que para su familia aún ha sido más. “Estoy cansada de seguir luchando, porque veo el mismo resultado siempre. Es muy cansado”, dice con resignación en el vídeo. Su hermano falleció a los seis años y hace menos de un mes perdió a uno de sus amigos del hospital por la misma enfermedad: "Él era uno de mis mejores amigos y ver que estaba dando todo al 100% e igual sufría, verlo morir, me impactó". CONTINUAR LEYENDO

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