jueves, 23 de diciembre de 2021

Feliz Navidad y próspero año nuevo / Gabon Zoriontsuak eta urte berri on / Bon Nadal i feliç any nou

Queridos amigos y amigas:
Este año para mi felicitación navideña, a la que acompañan mis mejores deseos para el año que entra, he echado una mirada hacia atrás. Será que me voy haciendo mayor. Nada grave, por cierto. Así, el otro día, miré las primeras entradas que puse en el blog. Estamos hablando de 2012. Ya han pasado nueve años. Nuestras vidas son los ríos que van a parar a la mar... dice el poeta. Y encontré la felicitación de aquel año. Y cuando la leí, pensé que hay pensamientos y sentimientos por los que no pasa el tiempo. Además, hay una poesía que en aquella ocasión me atreví a recitar. No llego a ser ni un mediocre rapsoda, pero es una forma más de compartir lecturas, palabras y sentimientos

Un fuerte abrazo y mucha felicidad.
Miguel

Queridas amigas y amigos,
De nuevo, y afortunadamente, un año se nos escapa como arena de entre los dedos. Un tiempo que nos ha dado la oportunidad de construirnos y de crecer en humanidad con otras personas. Por eso, al final del camino o, como en este caso, al dar la vuelta a un recodo, suele ser un buen momento para parar, descansar y echar la vista atrás a fin de coger carrerilla para seguir saltando por la vida llenos de esperanza y de ilusión.
 Ese tiempo, como cualquier tiempo, está lleno de claroscuros: luces y sombras. Por una parte, oscuridad deshumanizadora que, por desgracia, se viene repitiendo desde los primeros albores de la humanidad. Por otra, la claridad del amor que, a pesar de las apariencias, viene desde siempre cegando con su luz esas tinieblas. Porque si abrimos bien los ojos veremos que por cada acto de violencia hay millones de actos de amor; por cada puñetazo hay millones de miradas tiernas; por cada insulto millones de caricias; y por cada agresión millones de besos. Lo triste es que una sola bala sea noticia y no lo sean los millones de miradas tiernas, de caricias y de besos. El mundo, la humanidad no ha sobrevivido gracias a los belicosos personajes que estudiamos en la Historia y que hoy en día inundan los titulares de los medios de comunicación. NO. Estos son los enemigos de la humanidad, los que hacen peligrar su supervivencia. El mundo, la humanidad ha sobrevivido gracias a la ternura, a las caricias, a los besos, a los abrazos, a los actos de solidaridad y de justicia. Y el mundo, si consigue sobrevivir y seguir siendo humanidad y no desaparecer, lo logrará a base de amor. Somos seres que necesitamos del cariño de las otras personas para crecer y vivir. Somos seres portadores de ternura porque estamos hechos de amor. Sólo la violencia ejercida voluntariamente por aquellas personas que renunciaron a ese manantial del que nacieron son las que ponen en peligro nuestra existencia y la de toda la humanidad.

Por eso este es mi deseo y mi compromiso para el año que viene: que sigamos siendo humanidad, que no perdamos nuestros sueños e ilusiones, que luchemos por ellos, que sigamos transformando este mundo, que no nos adaptemos, que no pensemos que lo que sucede pasa porque tiene que pasar, que descubramos que se nos abren trescientas sesenta y cinco oportunidades para seguir llenando este mundo de ternura, caricias,  besos y abrazos que alfombren nuestros días con actos de solidaridad y de justicia. Y para empezar a colmar este nuevo año de esperanza, contar con toda mi ternura, caricias, besos y abrazos, de la misma forma que yo cada noche me siento arropado por los vuestros.

Gracias por haber estado ahí un año más. Sed inmensamente felices.

Miguel

Una reflexión shakesperiana sobre el tiempo 
Año Viejo / Año Nuevo
De Troilo y Crésida III. III, WILLIAM SHAKESPEARE



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