Dame una razón para esperarte.
Una sola.
Dame una señal de que vas a volver.
Al menos una.
Las horas son muy largas cuando uno espera sin motivo.
Nada justifica esta vigilia insomne.
Sin embargo, acá estoy, esperando cada noche que vuelva a amanecer.
Esperando cada día que termine, para que pase otro...
y otro y otro más.
Deseo que se condense el tiempo en un instante,
para que de golpe el reloj vaya más rápido y las agujas vuelen
o naveguen o se desintegren.
Pero que de una vez pase este maldito tiempo que nos separa.
Este tiempo infeliz de sombras verticales y soles abrasadores.
Quiero que de una vez termine el verano.
Pero aun no empezó.
Mientras tanto, dame una razón,
dame un motivo.
Decime por qué paso las noches despierta esperando lo inesperable,
por qué tengo que pasar el día con tus ojos reflejados en todas partes,
por qué me duele el pecho cuando escucho esa canción.
Nunca te pedí nada,
pero hoy, te juro, que lo necesito.
Necesito que me des una razón para esperarte
y si no la encontrás, si no existe…
Dame una razón para olvidarte.
-"No es posible crecer en la intolerancia. El educador coherentemente progresista sabe que estar demasiado seguro de sus certezas puede conducirlo a considerar que fuera de ellas no hay salvación. El intolerante es autoritario y mesiánico. Por eso mismo en nada ayuda al desarrollo de la democracia." (Paulo Freire). - "Las razones no se transmiten, se engendran, por cooperación, en el diálogo." (Antonio Machado). - “La ética no se dice, la ética se muestra”. (Wittgenstein)
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