lunes, 7 de junio de 2021

Hijo de Satanás, un cuento de Charles Bukowski

Yo tenía once años y mis dos compinches, Hass y Morgan, tenían doce y era verano, no había colegio y nos sentábamos en la hierba al sol detrás del garaje de mi padre y fumábamos cigarrillos.

– Mierda -dije. Estaba sentado bajo un árbol. Morgan y Hass estaban sentados con la espalda contra el garaje.

– ¿Qué te pasa? -preguntó Morgan.

– Tenemos que coger a ese hijo de puta -dije-. ¡Es una vergüenza para este barrio!

– ¿Quién? -preguntó Hass.

– Simpson -dije.

– Sí -dijo Hass-, tiene demasiadas pecas. Me pone nervioso.

– No es eso -dije.

– ¿Ah, no? -dijo Morgan.

– No. Ese hijo de puta asegura que la semana pasada se folló a una chica debajo de mi casa. ¡Es una cochina mentira! -dije.

– Seguro que sí -dijo Hass.

– No sabe joder -dijo Morgan.

– Lo que sí sabe es decir jodidas mentiras -dije.

– No aguanto a los mentirosos -dijo Hass, soltando un aro de humo.

– No me gusta oír esas tonterías de un tipo con pecas -dijo Morgan.

– Bueno, entonces quizá deberíamos ir a verle -sugerí.

– ¿Por qué no? -dijo Hass.

– Venga -dijo Morgan. Bajamos por la calle de Simpson y allí estaba, jugando al balonmano contra la puerta del garaje.

– Eh -dije-, ¡mirad quién está jugando consigo mismo!

Simpson cogió la pelota al rebote y se volvió hacia nosotros.

– ¿Qué hay, chicos?

Lo rodeamos.

– Te has follado a alguna chica debajo de alguna casa últimamente? -le preguntó Morgan.

– Nnno

– ¿Cómo qué no? -preguntó Hass.

– No sé.

– No creo que nunca te hayas jodido a nadie más que a ti mismo -dije.

– Tengo que entrar ya -dijo Simpson-. Mi madre ha dicho que tengo que fregar los platos.

– Tu madre tiene platos en el chocho -dijo Morgan. Nos reímos. Nos acercamos un poco a Simpson y sin más le propiné un fuerte derechazo en el estómago. Se dobló hacia adelante, sujetándose la tripa. Se quedó así medio minuto, luego se enderezó. CONTINUAR LEYENDO

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