lunes, 20 de enero de 2025

"CANTO FÚNEBRE SIN MÚSICA". Un poema de EDNA ST. VINCENT MILLAY seleccionado por Andrea Villarrubia Delgado

Un libro al que vuelvo de vez en cuando es la ‘Antología poética’ de Edna St. Vincent Millay, una de las grandes poetas contemporáneas de Estados Unidos. He declarado en alguna otra ocasión mi admiración por su obra y su actitud ante la vida. El poema que hoy he elegido se titula ‘Canto fúnebre sin música’ y me conmueve especialmente pues ya voy teniendo en mi memoria demasiadas personas desaparecidas, demasiadas ausencias. ‘Es ley de vida’, se suele decir como consuelo. Lo sé, pero yo sigo sintiendo cada pérdida como una injusticia. Cuesta resignarse. (Andrea Villarrubia Delgado)

CANTO FÚNEBRE SIN MÚSICA

No me resigno al encierro de los corazones que aman en la tierra seca.
Así es, y así será, pues así ha sido, desde que el tiempo es tiempo:
en la oscuridad acaban los sabios y los bellos. Coronados
con azucenas y laureles se van; pero no me resigno.

Amantes y pensadores, hundíos bajo tierra.
Fundíos con el anodino, el indiscriminado polvo.
Un ápice de lo que sentíais, de lo que sabíais,
una fórmula, una expresión perdura… Pero lo mejor se pierde.

Las respuestas rápidas y certeras, las miradas sinceras, la risa, el amor…
Se han ido. Se han ido para alimentar las rosas. Elegante y rizada
es la rosa. Aromática es la rosa. Lo sé. Pero no estoy de acuerdo.
Más preciada era la luz de tus ojos que todas las rosas del mundo.

Bajan, bajan, bajan a la oscuridad de la tumba,
discretamente se van, los hermosos, los tiernos, los amables;
en silencio se van, los listos, los ingeniosos, los valientes.
Lo sé. Pero no estoy de acuerdo. Y no me resigno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario