Cuando alguien desea feliz Navidad esconde tras esas palabras una felicidad personal que es la que trata de compartir a través, en este caso, de buenos deseos. Y este es mi caso. Tras dos meses de una enfermedad inesperada que ha cambiado parte de mi existencia y que, en cierta medida, me llevaba a replantearme mi existencia con un pequeño agujero en el depósito de felicidad: Hoy os puedo desear felicidad con toda la energía del mundo, porque ayer en la
Tertulia de la prisión y hoy en un acto de un curso de cuarto de Primaria han llenado mi existencia de sentido y de felicidad. Vamos, que la tengo para dar y regalar.
Así pues, como ayer ya relataba lo de la prisión, hoy les toca a los de cuarto. Porque para hoy por la mañana me habían invitado a una Función de ese grupo del IPI Samaniego de Vitoria-Gasteiz en el teatro Beñat Etxepare. La representación se basaba en el ballet del
Cascanueces, música de
Chaikovski que, a su vez, se inspiró en el texto de E.T.A. Hoffman.
El Cascanueces y el Rey de los ratones. Esta escenificación ponía fin al trabajo realizado durante el trimestre, uno de cuyos componente esenciales ha sido la Tertulia Literaria Dialógica sobre el referido texto de Hoffmann. Con este grupo y ,sobre todo, con Isabel, su profesora, llevo colaborando varios cursos en Tertulias y en Apadrinamiento Lector. Pero esta vez, por cosas de la salud, hacía casi dos meses que no nos veíamos. Así que el teatro ha sido en este caso el escenario de nuestro reencuentro.

Así, como podéis ver en esta imagen, ha sido a la entrada del teatro en donde nada más vernos nos hemos dado un abrazo colectivo. Después ha venido la representación que ha sido preciosa. Todos y todas han trabajado muchísimo y, además, se notaba el asesoramiento del Grupo de Teatro "Paraíso".
Pero lo más sorprendente ha llegado más tarde. Ya finalizada la representación, y en el capítulo de agradecimientos, me han llamado para que subiera al escenario, y allí una de las alumnas me ha leído unas palabras preciosas y me ha hecho entrega de un regalo, bueno de dos: de los originales de los textos que mandaron escaneados al hospital y en los que me mostraban su cariño y me daban ánimos para seguir adelante. Y el otro es un precioso libro-cuaderno en el que en cada doble página viene la foto de uno o de una de ellas y a su lado un poema que han escrito pensando en mí.




Ha sido maravilloso. Y eso sí. Allí no había nadie que excluyese, sino personas que compartíamos desde la igualdad. Allí solo estaba la gente realmente importante: las familias, el profesorado, y un alumnado variopinto que nos volvía a recalcar que la diversidad no es el problema, sino la solución. Además estaba todo lleno de "ocurrencias". Sí, porque el cariño, la amistad, el amor... nacen como ocurrencias para luego hacerse evidentes, cuando se hacen, en el devenir cotidiano.
De ahí mi felicidad. Esa felicidad que me gustaría compartirla con todos vosotros y con todas vosotras y que llena de sentido el deseo que titulaba este mensaje.
GRACIAS A VOSOTROS Y A VOSOTRAS, A ISABEL Y SU ALUMNADO, HOY PUEDO GRITAR AL MUNDO SIN NINGÚN MIEDO:
¡¡¡ FELIZ NAVIDAD !!!