Estando próximas -por lo menos para algunos- las vacaciones, y cumpliendo con un ritual que se reproduce cada año, quisiera desearos que este periodo de asueto sea de una extraordinaria fertilidad en ese sembrado que es nuestra existencia. Son momentos de relajo, de tranquilidad, de sosiego, de reencuentro, etc. Pero, entiendo que no son tiempos de desconexión absoluta. La recolección ha terminado por este curso, y es el momento de pensar en cómo fue la siembra, qué tal se desarrollaron las plantas, cuántas se perdieron y por qué, qué frutos dieron, etc. Las vacaciones son, por tanto, un tiempo para reflexionar, para pensar en uno mismo y, sobre todo, para pensar en nuestro papel en el mundo. Y como el pensamiento se nutre de palabras, he pensado proponeros unas cuantas lecturas para este verano. Son mis cuentos preferidos. Desde aquí podéis acceder a los mismos:
En fin, que con lectura o sin ella, os deseo que paséis un verano que sirva para agrandar vuestro granero de felicidad.
Un fuerte abrazo.
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