Esta edición del Congreso ha estado dedicada a las nuevas tendencias en relación a los espacios físicos y virtuales de las bibliotecas públicas, prestando especial atención a los nuevos usos y servicios que demanda una sociedad cada vez más tecnológica
Tradicionalmente, las bibliotecas públicas han funcionado de manera eficaz como espacios sociales que van mucho más allá de la función de acceso a las colecciones de libros y otros materiales. La función social de la biblioteca pública siempre ha sido una cuestión prioritaria, si bien es cierto que en estos momentos es necesario ir un paso más allá para adaptarse a los cambios y hábitos lectores de nuestros usuarios, cambios que pasan por adaptar o crear nuevos espacios –físicos y virtuales- más abiertos, accesibles e integradores.
El contenido del Congreso ha girado en torno a estos dos bloques temáticos:
El espacio físico de la biblioteca. Nos encontramos ante un cambio de paradigma dentro de nuestro ámbito profesional: de una gestión de la biblioteca desde el punto de vista de la colección tenemos que pasar, si no lo hemos hecho ya, a otra centrada en los servicios y en la gestión cultural. Abordaremos el tema de qué necesidades nuevas tienen los usuarios y qué servicios se están introduciendo para cubrirlas. En definitiva, cómo afecta este cambio de paradigma a los espacios físicos de la biblioteca.
El espacio virtual en la biblioteca pública. Las bibliotecas públicas están ofreciendo cada vez más servicios virtuales y aplicaciones como parte de una estrategia digital, conscientes de la importancia que tiene estar presentes en los entornos virtuales. Se discutirá qué se hace y qué se puede hacer en este ámbito, con especial atención a cuestiones como la reutilización de la información en bibliotecas, cómo las redes sociales están transformando la interacción y comunicación con nuestros usuarios, servicios basados en contenidos digitales locales o generados en torno al préstamo digital en bibliotecas, servicios prestados a través de dispositivos móviles, etc.
Tradicionalmente, las bibliotecas públicas han funcionado de manera eficaz como espacios sociales que van mucho más allá de la función de acceso a las colecciones de libros y otros materiales. La función social de la biblioteca pública siempre ha sido una cuestión prioritaria, si bien es cierto que en estos momentos es necesario ir un paso más allá para adaptarse a los cambios y hábitos lectores de nuestros usuarios, cambios que pasan por adaptar o crear nuevos espacios –físicos y virtuales- más abiertos, accesibles e integradores.
El contenido del Congreso ha girado en torno a estos dos bloques temáticos:
El espacio físico de la biblioteca. Nos encontramos ante un cambio de paradigma dentro de nuestro ámbito profesional: de una gestión de la biblioteca desde el punto de vista de la colección tenemos que pasar, si no lo hemos hecho ya, a otra centrada en los servicios y en la gestión cultural. Abordaremos el tema de qué necesidades nuevas tienen los usuarios y qué servicios se están introduciendo para cubrirlas. En definitiva, cómo afecta este cambio de paradigma a los espacios físicos de la biblioteca.
El espacio virtual en la biblioteca pública. Las bibliotecas públicas están ofreciendo cada vez más servicios virtuales y aplicaciones como parte de una estrategia digital, conscientes de la importancia que tiene estar presentes en los entornos virtuales. Se discutirá qué se hace y qué se puede hacer en este ámbito, con especial atención a cuestiones como la reutilización de la información en bibliotecas, cómo las redes sociales están transformando la interacción y comunicación con nuestros usuarios, servicios basados en contenidos digitales locales o generados en torno al préstamo digital en bibliotecas, servicios prestados a través de dispositivos móviles, etc.
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