lunes, 19 de febrero de 2018

Una entrevista con el autor e ilustrador infantil inglés. Anthony Browne: "Siempre dejo mucho espacio para la improvisación"


Acaba de publicar su título número 50, Hide and seek, y hace poco se cumplieron 30 años de la salida de Willy el tímido, libro que introdujo a sus personajes simios en las bibliotecas de miles de chicos y chicas de todo el mundo. Una entrevista con uno de los autores e ilustradores más adorados de la literatura infantil, Premio Hans Christian Andersen.

Emociones y empatía: esos son los contenidos claves de los que, según Anthony Browne, se ocupan los mejores libros para chicos. Y en su respuesta también dice que, cuando están hechos así, a los libros infantiles los pueden disfrutar tanto niños como adultos.

Browne fue el primer inglés en recibir la medalla del Hans Christian Andersen por sus ilustraciones, y ahora sus libros se pueden leer en 26 idiomas. Acaba de publicar su título número 50, Hide and seek, y hace poco se cumplieron 30 años de la salida de Willy el tímido, aparecido después de Gorila, su libro más reconocido, el que introdujo a sus personajes simios en las bibliotecas de miles de chicos y chicas de todo el mundo. Browne es uno de los autores e ilustradores más adorados, con sus acuarelas de colores magníficos plagadas de secretos diminutos, sus personajes conmovedores, sus historias a la vez simples y profundas.

Hijo menor de dos, nació en 1946 en el Reino Unido. Mientras estudiaba diseño gráfico, su padre murió "de repente y horrendamente" frente a él, y eso tuvo gran repercusión en su vida (a su padre está dedicado uno de los libros más hermosos que hizo Browne: una versión personalísima de King Kong). Después de un período que resume como "oscuro", abandonó la carrera. Supo de un trabajo como dibujante en temas médicos y le pareció interesante, así que lo tomó. "Trabajé en la enfermería del Manchester Royal por tres años, pintando delicadas acuarelas de operaciones grotescas. Eso me enseñó más de dibujo que lo que alguna vez aprendí estudiando", dice. "Pensé que probablemente era momento de pasar a otra cosa cuando pequeñas y extrañas figuras empezaron a aparecer en esos dibujos que tenía que hacer, así que comencé a dedicarme a hacer tarjetas de cumpleaños". Por esos días envío sus primeras propuestas a editores, probando suerte.


Fuente: www.eternacadencia.com.ar


No hay comentarios:

Publicar un comentario