Junko Yokota, presidente del jurado del Premio Hans Christian Andersen organizado por IBBY (International Board on Books for Young People) anunció el 4 de mayo los ganadores de este año: la norteamericana Jacqueline Woodson en la categoría de escritura y la suiza Albertine en la de ilustración.
Jacqueline Woodson nació en Columbus (Ohio, EEUU) en 1963. Estudió en la Universidad de Adelphi y en la New School de Nueva York y luego trabajó como asistente editorial y terapeuta de teatro para niños en riesgo de exclusión social. Comenzó a escribir cuando era niña y ahora tiene una extensa bibliografía que incluye álbum ilustrado, libros infantiles y especialmente literatura para jóvenes. Publicó su primero libro 1990, Last Summer With Maizon, sobre una amistad entre dos chicas. En el mismo año también publicó The Dear One, una historia sobre el embarazo adolescente. Sus treinta y tres libros y trece cuentos abarcan temas que van desde las relaciones interraciales hasta el abuso de drogas o los programas de protección de testigos, pero todos comparten las características comunes del lenguaje lírico, los personajes con carácter y un sentido permanente de esperanza. En 2014, su trabajo autobiográfico Brown Girl Dreaming recibió el National Book Award y el Premio Coretta Scott King, y fue incluido en la lista de honor de los Newbery. Jacqueline Woodson ya fue finalista para el Premio Hans Christian Andersen en 2016 y ganó el Premio Astrid Lindgren Memorial en 2018.
Albertine nació en 1967 en Dardagny, cerca de Ginebra (Suiza). Estudió en la École des arts décoratifs y la École supérieure d’art visuel en Ginebra, y al terminar sus estudios en 1990 abrió un taller de serigrafía. Se convirtió en ilustradora para prensa un año después y en 1996 se casó con el escritor Germano Zullo. Sus numerosas publicaciones conjuntas para niños han recibido varios premios, entre ellos: BIB Golden Apple en 1999 por Marta et la bicyclette (Marta y la bicicleta, Siruela); Premio Suisse Jeunesse et Médias en 2009; Prix Sorcières en 2011 y New York Times Book Review al Mejor libro ilustrado en 2012. Sus dibujos son vivos y llenos de humor, con una línea muy fina y, a menudo, colores brillantes y alegres. La espontaneidad protagoniza todas sus obras, con gran sentido del detalle y la precisión, así como el sentido del humor. Ha expuesto sus dibujos, serigrafías, trabajos litográficos, grabados en madera, objetos y cuadernos en Ginebra, París, Roma, Valencia y Tokio. Entre sus libros más importantes para niños se encuentran: La rumeur de Venise (El rumor de Venecia, 2009), que fue seleccionado para la Lista de Honor IBBY 2010; Les Oiseaux (Los pájaros, 2011); Les Gratte-Ciel (Los rascacielos, 2011); y Ligne 135 (Línea 135, 2012). Su libro Mon tout petit (Mi pequeño, Limonero, 2015), un abrazo interminable entre madre e hijo con formato de flipbook, fue seleccionado para la Lista de Honor IBBY 2016; ganó el Premio Bolonia Ragazzi 2016 y ganó el Premio Isla Verde en el Concurso de la Isla Nami en 2017. Anteriormente, Albertine fue finalista del Premio Hans Christian Andersen 2018.
Fuente: revistababar
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