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domingo, 31 de agosto de 2025

"AHORA Y EN LA HORA". Un libro de Héctor Abad Francoline

 A mediados de 2023, apenas recuperado de una cirugía a corazón abierto, Héctor Abad Faciolince aceptó la invitación a una feria del libro en Ucrania. El viaje libresco, sin embargo, se convirtió en algo más: explorar los horrores de la invasión rusa en la región del Donetsk, cerca del frente de batalla, junto a otras cuatro personas. El último día, para despedirse, el grupo de viajeros se dispuso a cenar en una pizzería de Kramatorsk. Allí, «como del rayo», padecieron un hecho que los transformaría para siempre: un misil ruso, con seiscientos kilos de explosivos, cayó sobre el centro mismo del lugar, dejando en el acto trece personas muertas y más de sesenta heridos. Una de las víctimas fatales fue la joven escritora ucraniana Victoria Amélina, guía y compañera de ese viaje testimonial que terminó en tragedia.

En esta narración intensa, donde se contrastan vertiginosamente la vida, la vejez y la muerte, el autor hace una crónica de lo sucedido y regresa con una franqueza conmovedora a los temas que han generado lo mejor de su literatura: los efectos devastadores de la violencia y la guerra; la indignación por la muerte de los inocentes; la culpa y el estupor de quien no ha caído, y su inapelable impulso de contar lo presenciado y reflexionar sobre la extraña y azarosa experiencia de sobrevivir una vez más.

domingo, 19 de marzo de 2023

"KOLOBOK". Cuento infantil ucraniano

Había una pareja de abuelos, muy pobres. Un día en que no tenían ni pan para comer, el abuelo dijo:
–Querida abuelita, ¿podrías prepararnos un bollo?
–¿Pero de qué, si no tenemos ni harina?
–Pues ve a la despensa y barre el rincón donde estaba la harina, así podrás hacer un bollo.
La abuela le hizo caso, fue a la despensa, barrió la harina que quedaba, luego preparó y amasó bien la masa para hornear un bollo. Al sacarlo del horno, le puso un nombre, Kolobok, y lo dejó enfriarse en la ventana.
Kolobok estuvo un rato en la ventana, pero luego saltó de la ventana al porche, desde el porche al suelo del patio, y desde el patio a la puerta de la entrada, y así salió fuera.
Iba rodando por la calle cuando se encontró con la Liebre. Ella que tenía hambre, lo intentó detener:
– Kobobok, oh, kolobok, ¡te voy a comer!
–No me comas, Liebrecita, mejor te canto una canción.
–Vale, ¡te escucho!

He salido de un barrido,
De esa harina horneado,
Me escapé de la abuela,
Me escapé del abuelo,
¡Y me escaparé de ti!


Y siguió rodando por la calle. Hasta que se topó con el Lobo, que también iba con mucha hambre:

–Kobobok, oh, kolobok, ¡te voy a comer!
–No me comas, Lobito, a cambio te cantaré una canción.
–Vale, ¡canta!

He salido de un barrido,
De esa harina horneado,
Me escapé de la abuela,
Me escapé del abuelo,
Me escapé de la liebre,
¡Y me escaparé de ti!

Y siguió rodando. Hasta que se encontró con el Zorro:
–Kobobok, oh, kolobok, ¡te voy a comer!
–No me comas, Zorrito, te voy a cantar una canción.
– Vale, ¡canta!

He salido de un barrido,
De esa harina horneado,
Me escapé de la abuela,
Me escapé del abuelo,
Me escapé de la liebre,
Me escapé del lobo,
¡Y me escaparé de ti!

–Bueno, la canción es muy bonita –dijo el Zorro–. Lo que pasa es que no te he oído bien. Siéntate en mi lengua para que te escuche mejor.
Kolobok saltó sobre su lengua y comenzó a cantar:
–He salido de un barrido…
Y el Zorro, ¡glup!, se lo comió!

lunes, 28 de febrero de 2022

"NO HACE LA DIFERENCIA PARA MÍ". Un poema del ucraniano Taras Shevchenko (1814-1861)

No me
importa si viviré o no en Ucrania
o si alguien pensará en
mí en medio de la nieve y la lluvia extranjeras.
No hace la diferencia para mí.

En la esclavitud crecí en medio de extraños, sin ser
arrastrado por ningún pariente mío;
En la esclavitud ahora moriré
y desapareceré sin ninguna señal.
No dejaré el menor rastro
sobre nuestra gloriosa Ucrania,
nuestra tierra, pero no como la nuestra.
Ningún padre le recordará a su hijo
ni le dirá: "Repita una oración,
una oración por él; por nuestra Ucrania.
Lo torturaron en su guarida".

No me importa
si ese hijo dice una oración o no.
Para mí es una gran diferencia que la
gente malvada y los hombres malvados
ataquen nuestra Ucrania, una vez tan libre,
y la roben y saqueen a voluntad.
Eso hace una gran diferencia para mí.

Taras Shevchenko,
prisión de la ciudadela de San Petersburgo, mayo de 1847
Traducido por Clarence A. Manning, Universidad de Columbia, Nueva York, 1944

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