miércoles, 8 de diciembre de 2021

INVENTARIO DE LUGARES PROPICIOS AL AMOR. Un poema de Ángel González.

Son pocos.
La primavera está muy prestigiada, pero
es mejor el verano.
Y también esas grietas que el otoño
forma al interceder con los domingos
en algunas ciudades
ya de por sí amarillas como plátanos.
El invierno elimina muchos sitios:
quicios de puertas orientadas al norte,
orillas de los ríos,
bancos públicos.
Los contrafuertes exteriores
de las viejas iglesias
dejan a veces huecos
utilizables aunque caiga nieve.
Pero desengañémonos: las bajas
temperaturas y los vientos húmedos
lo dificultan todo.
Las ordenanzas, además, proscriben
la caricia (con exenciones
para determinadas zonas epidérmicas
-sin interés alguno-
en niños, perros y otros animales)
y el «no tocar, peligro de ignominia»
puede leerse en miles de miradas.
¿A dónde huir, entonces?
Por todas partes ojos bizcos,
córneas torturadas,
implacables pupilas,
retinas reticentes,
vigilan, desconfían, amenazan.
Queda quizá el recurso de andar solo,
de vaciar el alma de ternura
y llenarla de hastío e indiferencia,
en este tiempo hostil, propicio al odio.

martes, 7 de diciembre de 2021

Luisa Carnés. "Trece cuentos".

Acabo de leer este libro de cuentos de Luisa Carnés y me ha encantado. Luisa Carnés es otra de las escritoras olvidadas, otra de las "sinsombrero", otra de las que no salió en la foto de la Generación del 27". Y todo eso por ser mujer.

Hace poco se celebrara el 200 aniversario del fallecimiento de Jane Austin, una escritora a la que la mayoría considera como clásica. Esto es algo que siempre me ha llamado la atención: la novela rosa dentro de los clásicos. Claro, que hay una cuestión importante: es inglesa. Y los cánones literarios nunca han dejado de pecar de etnocentrismo. Reconozco el mérito de esta autora por las circunstancias en que tuvo que escribir, fundamentalmente por ser mujer, tal como lo reflejó tan magníficamente Virgnia Woolf en su libro "Una habitación propia".  Sin embargo, a la hora de ponderar las dificultades de una mujer para escribir, Virginia Woolf no tuvo en cuenta la dificultad añadida de, además de ser mujer, la de ser perseguida por sus ideales políticos, como es el caso de Luisa Carnés, amén de otras escritoras republicanas. Y esta distinción no es una cuestión baladí, ya que esa doble marginación, por su género y por sus ideas políticas, va a quedar reflejada en su obra literaria, dotándola de una fuerza y un significado a la que nunca pudo llegar, por ejemplo, Jane Austin.

No quisiera con esta líneas caer en un chauvinismo esclerotizante como el de los cánones literarios de carácter etnocéntrico. Tan sólo quisiera reivindicar figuras que se hacen universales no por donde han nacido, sino por la lucha que han mantenido en diferentes frentes y que ha quedado reflejada en sus obras.

He aquí uno de esos trece relatos:

LA CHIVATA

¿Quién era? No podía ser la madre del niño recién nacido, de aquel niño de piel rosada, llena de arrugas, cuyos puñitos apretados eran los únicos puños que podían cerrarse ante las miradas agudas de las celadoras. No podía ser la madre recién llegada, cuyo hijo acababa casi de abrir los ojos a la luz de aquellas galerías, cuya claridad no descubría graciosos pájaros, ni iluminaba un solo árbol, un árbol siquiera, que pudiera contar el paso de las estaciones con su desgranar de capullos en cada rama o su crujir de hojas secas bajo los invisibles dedos del viento. No podía ser aquella madre nueva, cuyos labios pálidos sellaban el camino de la libertad del marido («Podéis matarme, pero no diré por dónde se fue»). Su cabello apretado en rueda sobre la nuca todavía no encanecía. Sus manos alzaban al hijo para que recibiera el rayo de sol que paseaba despacio, de doce a una, por el patio, para que recibiera el aire delgado que a las oscuras celdas no quería pasar. 

No podía ser tampoco la madre del niño doliente, que no sabía lo que era un caballo, ni menos aún conocía la leche de la vaca mugidora, e ignoraba que dos hileras de casas formaban una calle, y varias casas puestas en rueda forman una plaza. El niño de piernas de alambre, que desconocía otras aves que no fueran aquellas que cruzaban por encima del penal, con un ruido que hacía temblar todos sus pequeños huesos.

No podía ser tampoco la maestra. La maestra no era joven ni bella. Sus manos se habían deformado con ropas ajenas. Había lavado en lavaderos públicos, en pilas frías, por las cuales pasaban ropas de todas partes, pero sobre todo señaladas con un signo (USA) que la maestra conocía muy bien; en lavaderos de hospitales, oscuros, húmedos, acompañada a veces de algún cadáver, en espera de la noche para ser rescatado por la tierra. Así se enclavijaron los dedos de sus manos, mientras los niños españoles no sabían que dos y dos son cuatro. CONTINUAR LEYENDO

domingo, 5 de diciembre de 2021

DE BUENA TINTA. Un artículo de Irene Vallejo publicado en Milenio el 22.09.2021


Leer nos ayuda a hablar. Gracias a la lectura conquistamos habilidad verbal y abundancia. Así nuestras ideas, llevadas por un impulso fácil, se transforman más ligeras en palabras. “Los libros hacen los labios”, escribió Quintiliano hace unos veinte siglos, con el aval de una larga trayectoria. Trabajó durante veinte años en Roma como maestro de retórica, es decir, como experto en el uso de palabras certeras y poderosas. Su profesión le hizo comprender que en lo leído está el vocabulario de nuestras propias vidas, con el que se las contamos a los demás y nos las contamos a nosotros mismos. En el día a día, todos somos a nuestra manera narradores que pretenden convencer y encantar, y para eso necesitamos los libros.

El filósofo Séneca encontraba otras ventajas. Pensaba que amplían nuestro corto tránsito vital, porque quien lee añade a su vida la de todas las épocas y de esa forma miles de años de conocimiento se funden con el suyo. El tiempo de cada lector se alarga por la confluencia entre la realidad vivida y la imaginaria. Séneca veía en los libros, que se abren ante nosotros en toda su plenitud y no nos dejan marcharnos con las manos vacías, la puerta sin cerradura de una fabulosa cámara del tesoro. A veces encontramos en una página, prodigiosamente transparentes, ideas y sentimientos que en nosotros eran confusos y así la vida nos parece menos caótica. A través de los libros entendemos los motivos propios y ajenos y estamos mejor situados para descifrar el mundo. La lectura nos vuelve curiosos, pero no crédulos: también de este peligro nos libran los libros.

jueves, 2 de diciembre de 2021

Lo inefable un poema de la poeta uruguaya Delmira Agustini

Delmira Agustini, la mujer que lee en esta antigua fotografía borrosa, fue la escritora más destacada del Modernismo, poeta uruguaya, exploradora de imágenes para expresar el erotismo femenino y el deseo de libertad.

Casada en 1913 con Enrique Job Reyes, lo abandonó mes y medio después y se divorció en 1914. En ese mismo año, con 28 de edad, murió asesinada a manos de su ex marido, que posteriormente se suicidó.

Lo inefable

Yo muero extrañamente... No me mata la Vida,
no me mata la Muerte, no me mata el Amor;
muero de un pensamiento mudo como una herida...
¿No habéis sentido nunca el extraño dolor

de un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida
devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor?
¿Nunca llevasteis dentro una estrella dormida
que os abrasaba enteros y no daba un fulgor?...

Cumbre de los Martirios!... Llevar eternamente,
desgarradora y árida, la trágica simiente
clavada en las entrañas como un diente feroz!...

Pero arrancarla un día en una flor que abriera
milagrosa, inviolable!... Ah, más grande no fuera
tener entre las manos la cabeza de Dios!
(De Cantos de la mañana, 1910)

miércoles, 1 de diciembre de 2021

DEDICATORIA. Un poema de Angelina Gatell

Escucha, hijo mío, soldado:
aunque un hombre no puede importarle a un poeta
cuando el mundo naufraga;
aunque un hombre es tan sólo una chispa ligera
que apaga una ráfaga;
aunque un hombre, hijo mío,
no es nada,
cuando tantos millones de hombres,
perdida su fe y su esperanza,
caminan sin rumbo, cansados,
buscando un incierto mañana,
yo quiero cantarte, hijo mío,
soldado en la tierra quemada,
soldado en las tierras vencidas del mundo,
vejadas, amargas;
a ti sólo, soldado, hijo mío,
(la voz no me alcanza
para hablar a los hombres del mundo,
a los hombres en masa,
que tampoco escuchan la voz del poeta
que siempre desgarra…)

A ti sólo, uno a uno, dirijo mi canto
como algo muy leve que toca y que cala
y tal vez, como lluvia ligera
se quede en tu alma.

A ti sólo, soldado, hijo mío,
soldado de tierras distintas, lejanas,
soldado en las tierras del mundo,
un poeta te canta.

Angelina Gatell Comas nació en Barcelona, el 8 de junio de 1926.
En 1952 fundó con su marido Eduardo Sánchez, uno de los primeros teatros de cámara españoles, El Paraíso, y posteriormente, la tertulia literaria independiente Plaza Mayor, junto a José Hierro, Manrique de Lara y Aurora de Albornoz.
Elaboró junto a Carmen Conde la antología Poesía femenina española, en 1971.
Era madre del también poeta Miguel Sánchez Gatell.
Murió en Madrid, el 7 de enero de 2017.

Otro poemas de Angelina Gatell en el blog: trianarts.com

GUIA BÁSICA PARA EL DISEÑO DE UN MODELO DE PLAN LOCAL DE LECTURA. Ministerio de Educación.

Una guía con un enfoque práctico dirigida a instituciones y entidades locales para llevar a cabo un plan de lectura. La guía presenta información sobre marco normativo y referencial en los diferentes niveles (internacional, estatal y autonómico) que ha de tenerse en cuenta a la hora de planificar un plan lector. Partiendo de esto, propone un análisis inicial de la situación local para la posterior definición de los objetivos y líneas de actuación. También ofrece recursos.



ÍNDICE

1. Introducción ........................................................................................................................... 8
2. Marco normativo y referencial ............................................................................................. 10
3. Análisis de la realidad local................................................................................................... 12
4. Objetivos y líneas de actuación ............................................................................................ 14
5. Agentes implicados................................................................................................................ 17
6. Recursos ................................................................................................................................ 19
7. Seguimiento, análisis y evaluación ....................................................................................... 21
8. Las diez claves de éxito de un Plan Local de Lectura .......................................................... 23

ANEXOS
I. Normativa de ámbito autonómico ......................................................................................... 25
II. Fuentes para el análisis de la situación local ....................................................................... 27
III. Buenas prácticas.................................................................................................................. 30
IV. Seguimiento, análisis y evaluación...................................................................................... 34
V. Referencias............................................................................................................................ 35