jueves, 28 de febrero de 2013

Bibliotecas de calle contra la exclusión social


Jazmina terminó desarrollando una rutina creativa. Cada día, tras leer con atención no menos de un par de cuentos, pedía que alguna de las voluntarias de la Biblioteca de Calle tomara nota de las poesías que inventaba a partir de lo que le habían sugerido las historias descubiertas en los libros. De esta manera, algunos personajes volvían a la vida, otros nuevos se presentaban y sus andanzas seguían su curso animadas por la fantasía entrañable de esta niña de 8 años, vecina del barrio madrileño de chabolas del Pozo del Huevo.

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