La lectura es sensual. Se abre un libro para gozarlo. El primer deber de un libro de ficción es distraer, y aún las lágrimas que se vierten al leer sobre dolores y desventuras son parte de ese mismo gozo. Al tratar de iniciar a alguien en la lectura, lo peor es anteponer entre el lector y el libro algún aburrido propósito pedagógico.
Fuente: laopinion.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario