lunes, 23 de febrero de 2015

"Amada hermana" y "La violeta ambiciosa", dos cuentos de Khalil Griban

Gibran Jalil Gibran fue un poeta, pintor, novelista y ensayista libanés nacido en Bisharri, Líbano, el 6 de enero de 1883 y fallecido el 10 de abril de 1931.

"Amada hermana" y "La violeta ambiciosa" son dos cuentos que forman parte del libro: "Los secretos del corazón".

Amada hermana.
"La majestuosa mansión se encontraba bajo las alas de la noche silente, como la Vida bajo la envoltura de la Muerte. En su interior, una doncella sentada ante un escritorio de marfil, reclinada su bella cabeza sobre suave mano, como una lila marchita sobre sus pétales. Miraba, alrededor de sí y se sentía una miserable prisionera que lucha por atravesar los muros del calabozo para contemplar la Vida, marchando en el cortejo de la Libertad.
Las horas pasaban como los espectros de la noche, como una procesión entonando el fúnebre canto de su pena, y l doncella se sentía segura derramando sus lágrimas en angustiosa soledad. Cuando no pudo resistir más su sufrimiento y se sintió en plena posesión de los secretos de su corazón, tomó la pluma y, mezclando lágrimas y tinta sobre el pergamino, escribió:
Amada hermana:
Cuando en el corazón se apiñan los secretos, y arden los ojos por las quemantes lágrimas, y las costillas parecen estallar con el creciente confinamiento del corazón, no se puede hallar otra expresión de ese laberinto salvo una oleada de liberación como ésta." CONTINUAR LEYENDO

La violeta ambiciosa
"Había en un bosque solitario una bonita violeta que vivía, satisfecha, entre sus compañereas.
Cierta mañana, alzó su cabez y vio una rosa que se alzaba, por encima de ella, radiante y orgullosa.
Gimió la violeta diciendo:
-Poca suerte he tenido entre las flores. ¡Humilde es mi destino! Vivo pegada a la tierra y no puedo levantar mi cara hacia el sol como lo hacen las rosas.
Y la Naturaleza la oyó y le dijo a la violeta:
-¿Qué te ocurre, hijita mía? ¿Las vanas ambiciones se han apoderado de ti?
- Te suplico, oh, Madre Poderosa -dijo la violeta-, que me transformes en rosa, tan siquiera por un día.
-No sabes lo que estás pidiendo- respondió la Naturaleza-. Ignoras los infortunios que se esconden tras la apariencia de las grandezas.” CONTINUAR LEYENDO

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