martes, 3 de julio de 2018

“LOS EUROPEOS TENEMOS MUCHO QUE APRENDER DE LOS LATINOAMERICANOS". Entrevista a la antropóloga francesa Michèle Petit. En su último libro, Leer el mundo, la investigadora recoge testimonios y experiencias de lectura transformadoras, muchas de ellas, de la Argentina. Petit aborda el tema de la transmisión cultural a los niños.

Te presento el mundo. Te presento a aquellos que te han precedido y el mundo del que vienes, pero te presento también otros universos para que tengas libertad, para que no estés demasiado sometida a tus ancestros”. Eso es lo que dice Michèle Petit que se le está diciendo a un niño o a una niña cada vez que se le cuenta un cuento, se le repone un relato familiar, se le leemos en voz alta o se le canta una nana. Esa transmisión cultural primera, asegura, es la que vuelve el mundo habitable, comprensible, posible de asir para el recién llegado. Y su dimensión, necesariamente, es poética. De certezas como estas, necesariamente políticas, está hecho su libro Leer el mundo. Experiencias actuales de transmisión cultural. Y por allí discurrió también la reciente visita de la antropóloga francesa a Misiones, invitada a dar la conferencia magistral del congreso “Territorios para pensar las infancias”, que se realizó en el Parque del Conocimiento de Posadas.

En su libro, Petit recoge numerosos testimonios y experiencias de lectura transformadoras, muchas de ellas, de la Argentina. Cuenta que lo escribió “como un acto de rebeldía contra el hecho de estar cada vez más obligado, si se defienden las artes y las letras (o también, las ciencias), a proveer pruebas de rentabilidad inmediata, como si esa fuera su única razón de ser”. Pero también a partir del “hastío de los discursos de la queja que se han multiplicado en todos los ámbitos y que se oyen bastante a propósito de la lectura, las bibliotecas o la transmisión cultural”. Esta visita a la Argentina no es una más. “Con mucha gente en América latina, pero aun más en la Argentina, tengo una historia de amor. Porque yo viví en América latina en mi adolescencia, y regresar siempre es un gusto. La gente tiene una hospitalidad increíble, eso hace bien”, agradece en diálogo con PáginaI12.

“Trabajo sobre los temas de lectura, literatura, educación artística y transmisión cultural desde hace unos veinticinco años. Al principio trabajaba en Francia en contextos desfavorecidos: ambientes rurales, barrios populares, para ver la relación que la gente tenía en particular con la lectura y la literatura. En algún momento viajé aquí, me invitaron, y muy rápidamente mis estudios tuvieron gran difusión. Porque era gratificante para los mediadores, por fin algo se decía de lo que hacían”, recuerda la investigadora. “Empezaron a llamarme para que contara sobre mis estudios europeos, de Argentina, Colombia, México, etc. Se publicaron libros míos que circularon mucho. Y cada vez que daba una conferencia, la gente venía y me contaba lo que ellos hacían. Así descubrí maravillosas experiencias literarias y artísticas compartidas, armadas por gente en contextos difíciles, críticos. Empecé a interesarme mucho por eso y pensé: hay que estudiar esto, en serio. Cada vez que viajaba aprovechaba para quedarme más y hacer entrevistas con la gente que había realizado experiencias interesantes, visitaba sus talleres, seguía sus trabajos. Después escribí un libro para contar esas experiencias”, repasa el trayecto que la llevó a establecer un vínculo que se ve reflejado en sus libros.

Fuente: pagina12.com.ar

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