... Yo creo que hay una palabra que es muy importante en la poesía. Y es que la poesía tiene que ser necesaria. Y cuando la poesía es necesaria para uno, se vuelve necesaria para el lector. Como nunca el lector de poesía se acerca a un libro como en secreto, porque lo tiene que volver a leer. Es como hablarle en voz baja a alguien.
Es como leerlo también en voz baja, metidos así, con una linterna debajo de las cobijas. Porque te están revelando algo demasiado personal e íntimo. Entonces, más allá de si yo una niña o no una niña. Yo no creo que haya una niña dentro de mí. Espero que no. Ya tengo cincuenta años. Espero que haya una adulta por fin, bien formada. Pero obviamente cuando escribo para niños, pienso en un lector más pequeño. Pero pienso desde el adulto, ¿eh? No creo que piense desde esto que se dice, de la niña interior. A mí más bien me da miedo esa imagen de la niña interior. Porque digo: ‘Ay no, todo lo que he vivido, tanta cosa, tanta terapia, para no haber crecido’. Entonces es desde ahí, desde la palabra necesario.
Es como leerlo también en voz baja, metidos así, con una linterna debajo de las cobijas. Porque te están revelando algo demasiado personal e íntimo. Entonces, más allá de si yo una niña o no una niña. Yo no creo que haya una niña dentro de mí. Espero que no. Ya tengo cincuenta años. Espero que haya una adulta por fin, bien formada. Pero obviamente cuando escribo para niños, pienso en un lector más pequeño. Pero pienso desde el adulto, ¿eh? No creo que piense desde esto que se dice, de la niña interior. A mí más bien me da miedo esa imagen de la niña interior. Porque digo: ‘Ay no, todo lo que he vivido, tanta cosa, tanta terapia, para no haber crecido’. Entonces es desde ahí, desde la palabra necesario.
... Porque a mí lo que me interesa es que el poema sí sea un puente de comunicación con un lector. Porque si no, estaría urdiendo yo mis propias tramas, mis poemas absolutamente barrocos, haciendo cosas complicadísimas donde nadie pudiera entrar porque es mi mundo. Pero en este tipo de poemas no, la intención sí es que afuera está un lector y que yo pueda tocarlo. Y enseñarle esto que dices, que me encanta, del vuelo y del juego. Porque el lenguaje está, antes que nada, para jugar y [eso] se nos olvida mucho.
Y que la poesía es el arma, es la llave para abrir esa puerta de la lengua para la escritura y el pensamiento. Yo estoy absolutamente convencida de que si les diéramos más poesía a los niños, el mundo cambiaría.
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