viernes, 27 de marzo de 2020

Un anciano. Un poema de Constantino Cavaris.

En medio del bullicio del café,
encorvado a la mesa, está sentado un anciano,
con un periódico ante él, sin compañía.
Y en la vejez infame y desdeñosa,
piensa en qué poco disfrutó los años
cuando tenía fuerzas, elocuencia y belleza.
Sabe cuánto ha envejecido: lo percibe, lo ve.
Y todo ese tiempo en que era joven le parece
que fuera ayer. Qué breve, qué breve el intervalo.
Y piensa en cómo se le ha reído la Prudencia;
y cómo ─¡qué insensatez!─ confiaba en ella,
la mentirosa que decía: «Mañana. Aún tienes mucho tiempo».
Recuerda los impulsos contenidos, cuánta dicha
sacrificada. De esa necia cordura
cada ocasión perdida se está mofando ahora.
… Pero de tanto acordarse y tanto cavilar,
el anciano se embota, y cae dormido,
apoyado contra la mesa del café.
1897

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