miércoles, 26 de agosto de 2020

«Al fin, algo de noche», un poema de Ángel González

Cuelga la noche su sombrío velamen
en las jarcias del miedo
y avanza con su negra arboladura
de lejos impulsada por la aurora.

Rompe el mar— o su ausencia— en el recuerdo.

Balizado de astros,
el altísimo mástil cabecea:

aire en el aire,
tiempo a la deriva,
obra muerta de sueños que la luz desvanece.

Su capitán, el viento.

Insomne pasajero de las sombras,
yo me dejo llevar por sus designios
cantando alegre en la popa.

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