viernes, 3 de septiembre de 2021

En 'El Reino', la ficción también es mentira. Un artículo de Claudia Piñero

Acabo de ver la serie de ocho capítulos (Netflix) "El reino", que trata sobre la influencia de la Iglesia Evangelista en Latinoamérica. 

Me ha parecido interesante porque plantea una cuestión de actualidad y que está teniendo reflejo en distintos países latinos. Claro que entrar en estos asuntos desde una perspectiva de análisis, acarrea, aunque ese análisis sea ficcional, la crítica de determinados estamentos que se ven, según su criterio, mal reflejados o vilipendiados. 

Pero más allá de la serie, me ha interesado la reflexión que hace Claudia Piñero, una de las guionistas, en un artículo publicado en elDiario.es. Un artículo que reflexiona, al hilo de esas críticas, sobre la ficción literaria (ella también es escritora). Y sin entrar en el contenido de la serie, me ha parecido interesante su aportación al ámbito literario, y es por esto, por lo que lo publico en el blog.

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Celebro que 'El Reino' haya abierto un debate sobre ciertas iglesias y su relación con el poder. Sobre todo, acerca de cómo algunos partidos de derecha, desde Estados Unidos al sur del continente americano, han unido agenda con algunas iglesias para obtener beneficios que nada tienen que ver con la fe religiosa genuina de sus propios fieles, ajenos a esta manipulación


Escribo ficción. Y la ficción es mentira. Puede ser una mentira verosímil o no, entretenida o no, que abre debates en la sociedad o no. Pero siempre mentira. Aunque una mentira que no pretende engañar, como sí lo hace otro tipo de discursos, porque advierte que lo es y se define a sí misma en el contrato ficcional. Quien está del otro lado acepta o no ese contrato.

Con Marcelo Piñeyro, director de cine con una trayectoria y un prestigio que no hace falta que recuerde en esta columna, escribimos una serie de ocho capítulos, El Reino, que puede verse en la plataforma Netflix en más de 190 países. Aunque pasaron apenas dos semanas del estreno, tuvo un éxito de espectadores que no tiene antecedentes ni en nuestro país, ni en muchos otros sitios. Se escuchan personas hablando de El Reino por la calle, en los bares, en programas de radio o tevé (de espectáculos, políticos o deportivos). Se le han dedicado infinidad de notas de todo tipo en los medios gráficos, circulan memes con frases y personajes de la serie, caricaturas, reels en IG o TikTok. Netflix acaba de anunciar una segunda temporada y los fans de la serie invadieron las redes pidiendo precisiones sobre la fecha de estreno.

El Reino abrió un debate. Tal vez, ése sea uno de sus mayores e impensados logros: que a partir de lo que esta ficción cuenta, se haya habilitado en la sociedad una discusión que permita pensar en voz alta algo que estaba latente, que necesitaba hablarse puertas afuera, entre todos, discutirse. No sé si se le puede pedir mucho más a una ficción. Un escritor, como cualquier otra artista, ejerce su tarea con libertad. La libertad creativa es un derecho que, felizmente, hoy no sólo no se discute sino que, ante ataques, nuestra sociedad defiende como un valor que no estamos dispuestos a perder. CONTINUAR LEYENDO

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