Represión de la Revolución de Asturias |
Asturias si yo pudiera
si yo supiera cantarte...
Asturias verde de monte
y negra de minerales.
Yo soy un hombre del sur:
polvo, sol, fatiga y hambre,
hambre de paz y horizontes...
¡Hambre!
Bajo la piel resecada,
ríos sólidos de sangre
y el corazón asfixiado
sin venas para aliviarte.
Los ojos, ciegos los ojos
ciegos de tanto mirarte
sin verte, Asturias lejana,
hija de mi misma madre.
Dos veces, dos has tenido
ocasión para jugarte
la vida en una partida
y las dos te la jugaste.
¿Quién derribará ese árbol
de Asturias ya sin ramaje,
desnudo, seco, clavado
con su raíz entrañable.
que corre por toda España
crispándonos de coraje?
Mirad, obreros del mundo
su silueta recortarse
contra ese cielo impasible
vertical, inquebrantable,
firme sobre roca firme
herida, vibra su carne.
Asturias verde de monte
y negra de minerales.
Yo soy un hombre del sur:
polvo, sol, fatiga y hambre,
hambre de paz y horizontes...
¡Hambre!
Bajo la piel resecada,
ríos sólidos de sangre
y el corazón asfixiado
sin venas para aliviarte.
Los ojos, ciegos los ojos
ciegos de tanto mirarte
sin verte, Asturias lejana,
hija de mi misma madre.
Dos veces, dos has tenido
ocasión para jugarte
la vida en una partida
y las dos te la jugaste.
¿Quién derribará ese árbol
de Asturias ya sin ramaje,
desnudo, seco, clavado
con su raíz entrañable.
que corre por toda España
crispándonos de coraje?
Mirad, obreros del mundo
su silueta recortarse
contra ese cielo impasible
vertical, inquebrantable,
firme sobre roca firme
herida, vibra su carne.
Millones de puños gritan
su cólera por los aires,
millones de corazones
golpean contra sus cárceles.
Prepara tu salto último,
lívida muerte cobarde,
prepara tu último salto,
que Asturias está aguardándote,
sola en mitad de la Tierra
hija de mi misma madre.
hija de mi misma madre.
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