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La imagen es una fotografía del cuadro que en homenaje a los abogados asesinados, realizó el pintor Juan Genovés |
Es urgente pedir por esta boca,
poner los dedos en la llaga.
Pan y trabajo,
siempre se escapa el tiro
pa los de abajo.
No le saliera el tiro
por la culata.
Urgente es preguntar por los ausentes,
de su eterna prisión romper los lazos,
gritar para exigir la libertad que aspiro,
antes de que este tiempo nos quiebre entre balazos.
Sus fusiles…
Sus ametralladoras…
Por «hache» o por «be» no te dejan vivir.
Sus fusiles disparan si «hache» es:
pan para los hijos, escuelas, trabajo
o decir que basta ya de tanto asesinato.
Sus ametralladoras
sorprenden cualquier reunión, en donde
se hable del hombre y sus derechos.
Van a misa rodeados de sus hijos
y allí se dan la paz con las manos manchadas.
No saben que el amor es todo lo contrario.
Quitarnos las mordazas de la boca es
urgente, tirar al río el cinturón
a bofetadas, ay amor, de flores.
Que para limpiar la frente de sudores
bien pueden valer claveles
por pañuelo. ¡Qué dolores
para pintar el puente de otros colores!
Este poema está dedicado los abogados asesinados en su despacho de Atocha: «Eran aproximadamente las diez y media de la noche del día 24 de enero de 1977, un grupo de terroristas de la extrema derecha, entraron en aquél despacho de abogados laboralistas del Sindicato Comisiones Obreras (CCOO) y militantes del Partido Comunista de España, iban buscando al dirigente del citado partido, Joaquín Navarro Esteban, del Sindicato de Transportes de CCOO en Madrid, al no encontrarle, abrieron fuego sobre todos los que en ese momento se encontraban en el despacho
Murieron aquella noche Enrique Valdevira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz y Francisco Javier Sauquillo Pérez del Arco; el estudiante de derecho Serafín Holgado de Antonio; y el administrativo Ángel Rodríguez Leal. Resultaron gravemente heridos Miguel Sarabia Gil, Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, Luis Ramos Pardo y Dolores González Ruiz, mujer de Javier Sauquillo.
… Y a Francisco Javier Verdejo en 1976: Fue un estudiante almeriense de Biología de la Universidad de Granada, militante de la Joven Guardia Roja de España (JGRE), que fue asesinado en la madrugada del 13 al 14 de agosto de 1976, a los 19 años de edad, por la Guardia Civil mientras realizaba una pintada en los muros del Balneario de San Miguel, en el barrio almeriense del Zapillo, estaba tratando de escribir en dicho muro: «Pan, Trabajo, y Libertad», pero sólo pudo pintar «Pan, T».
Sus compañeros que estaban vigilando le avisaron de la presencia de la Guardia Civil, y l salieron corriendo en distintas direcciones, Javier huyó en dirección a la playa, donde fue abatido a tiros.
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