sábado, 7 de junio de 2025

"EL CEREBRO NO ESPERA, LA INFANCIA NO SE REPITE". En la sección de "Cartas al Director" del diario El País aparece ésta de Elías Arab López sobre la exposición a las pantallas de los niños.

“Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro”, escribió Ramón y Cajal. Hoy, más de un siglo después, esa escultura parece esculpida por pantallas luminosas. En mi consulta médica, veo con frecuencia a niños de cuatro, seis, ocho o incluso 16 años absortos frente a dispositivos. No hablan, no miran, no interactúan. Como psiquiatra infanto-juvenil con más de 20 años de experiencia, me inquieta profundamente esta nueva normalidad. El desarrollo cerebral necesita juego libre, naturaleza, vínculos afectivos y conversación. Si todo eso se reemplaza por estimulación digital plana y repetitiva, surge un fenómeno silencioso pero grave: el déficit de vida real. No se trata solo del tiempo frente a la pantalla, sino de lo que dejamos de ofrecer cuando lo digital lo invade todo. Como advirtió Byung-Chul Han, “el sujeto de rendimiento se explota a sí mismo creyendo que se está realizando”. Y muchos niños ya están atrapados en esa lógica. Nuestros hijos no necesitan más contenidos, sino más presencia. El cerebro no espera. Y la infancia no se repite.

Elias Arab López. Santiago de Chile

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