
Ya no creí que más invocaría
de tu amistad antigua la memoria,
que de ti se adueñó toda una tribu
extraña para mí y para ti no menos
extraña acaso.
Mas uno de esa tribu,
profesor y, según pretenden él y otros
de por allá (cuánto ha caído nuestra tierra),
poeta, te ha llamado «mi príncipe».
y me pregunto qué hiciste tú para que ése
pueda considerarte como príncipe suyo.
¿Vaciedad académica? La vaciedad común resulta
en sus escritos. Mas su rapto retórico
no aclara a nuestro entendimiento
lo secreto en tu obra, aunque también le llamen
crítico de la poesía nuestra contemporánea.
La apropiación de ti, que nada suyo
fuiste o quisiste ser mientras vivías,
es lo que ahí despierta mi extrañeza.
¿Príncipe tú de un sapo? ¿No les basta
a tus compatriotas haberte asesinado?
Ahora la estupidez sucede al crimen.
(En: Desolación de la Quimera)
Nota: “Ahora la estupidez sucede al crimen”, dice un verso terrible de Luis Cernuda, en un poema en el que acusa a un poeta vinculado a los vencedores de la guerra civil, Dámaso Alonso, de querer apropiarse la memoria de Federico García Lorca. (Antonio Muñoz Molina, El País 24/05/2025)
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