jueves, 6 de julio de 2017

Ocho cuentos indígenas para aprender a amar a nuestras lenguas madres

Aunque se diga poco hay muchos tipos de maternidad. Está la que es responsable de nuestra vida. Está la que controla esa fuerza maravillosa que ordena el caos, y hace que los ecosistemas funcionen. También está nuestra lengua, ese poder materno que hizo nacer las palabras en nosotros y nos permitió nombrar el mundo que nos rodea.

La lengua materna define lo que somos como individuos y como nación, por eso es muy afortunado presumir que México es uno de los diez lugares con más diversidad lingüística en el mundo. En este país se hablan más de 68 lenguas autóctonas con 364 variantes y según un estudio realizado por el INEGI, 6 millones de mexicanos se comunican en dialectos distintos al español.

Para evitar que nuestras lenguas madres se desvanezcan y difundir su importancia entre los capitalinos se ha creado 68 voces indígenas, 68 corazones, una original iniciativa que se ha dado a la tarea de animar un nutrido grupo de relatos prehispánicos narrados en sus lenguas originarias, bajo la premisa “nadie puede amar lo que no conoce”

Para su deleite y para festejar a la maternidad, hemos seleccionado ocho fabulosos cuentos indígenas escritos en nuestras lenguas madres, esperamos y disfruten este magnífico viaje por las raíces de México.


Los cuentos están relatados en su lengua original y subtitulados en castellano.
He aquí uno de ellos:
Cómo llegó el conejo a la luna / T’ilab: Jant’inij ti ulit’s an ko’y al a it’s
Relato Huasteco, Recopilación de Francisco Martínez de Jesús.
Lengua: Huasteco del occidente, San Luis Potosí.


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