"Los libros y la jungla" es una ponencia impartida por Michèle Petit en el Master sobre lectura que organiza la Universidad Autónoma de Barcelona. La autora es Antropóloga, Ingeniera de investigaciones honoraria del Centro Nacional para la Investigacion Científica (CNRS), París, Francia.
"... Por desgracia, no es tan frecuente. Hace unos veinte años, yo hacía entrevistas con hijos de inmigrantes y les preguntaba siempre si recordaban leyendas, historias o memorias que sus padres les hubiesen contado. Era muy raro. En el exilio de un país a otro, de una lengua a otra, pero también de una región a otra, mucha gente olvida las leyendas que les fueron transmitidas, o les parece que estas pertenecen a una época que no tiene razón de ser, que casi produce vergüenza. Tampoco pueden dar vida a sus recuerdos para evocar la saga familiar. Y el lenguaje ya no sirve sino para lo utilitario, para la designación inmediata de las cosas. O para dar órdenes, pedir o exigir."
“... Solo ahora medimos hasta qué punto fue perniciosa la crisis de la transmisión en una parte importante de las inmigraciones de origen magrebí. Lo mismo que el desconocimiento de la historia y el silencio sobre sus páginas dolorosas. Una parte de los hijos de inmigrados se sienten desarraigados, ajenos al mundo. Benjamin Stora, especialista de la historia colonial y de la inmigración en Europa, señala que “toda la riqueza de una historia islámica anterior (idiomas, culturas, civilización) sigue siendo poco conocida por las nuevas generaciones. Solo sobreviven migajas de conocimientos religiosos, aprendidos desde el ángulo del combate contra el otro, mantenidas como consignas, difundidas por internet con extraordinaria velocidad.” De resultas, “la fabricación identitaria de estos jóvenes se construye con remiendos ideológicos, fascinándose por la violencia, poniendo en tela de juicio a los demás sin ser capaces de ver su propia responsabilidad.”
"...Escuché observaciones similares en Colombia o en Argentina: talleres en los que la literatura, oral o escrita, jugaba un papel esencial. Dichos talleres habían permitido a mujeres indígenas que vivían lejos de sus tierras reencontrar recuerdos, leyendas o cantos olvidados de su propia infancia, compartirlos, evocar las situaciones que vivían con sus bebés. Y tener poco a poco intercambios afectivos y simbólicos más ricos con estos. El año pasado, poco después de los atentados de enero en París, escuché al Profesor Bernard Golse, eximio psiquiatra de niños, decir que este trabajo con los más pequeños y sus padres era una de las mejores prevenciones contra la ulterior radicalización yihadista de una parte de ellos."
"... Sí, en las escuelas, las bibliotecas y en otras partes, tenemos que crear foros para acoger la palabra de estas personas, donde puedan hacer revivir sus cuentos, sus epopeyas, sus cantos. No para encerrarlos ahí, no para asignarlos a quien sabe cuál identidad comunitaria, sino al contrario para compartir y dar a todos el deseo de apropiarse también de otras culturas. Como en Roviés, en la isla de Eubea, donde se celebró hace poco una fiesta en la plaza del pueblo con música árabe y griega: en esa aldea, una asociación y un dueño de hotel se dieron como objetivo principal poner en contacto a los refugiados con la sociedad local, en particular gracias a actividades culturales."
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