jueves, 13 de junio de 2024

"REIVINDICACIÓN DE LA MUJER DESEANTE: CÓMO LAS ESCRITORAS ESTÁN CAMBIANDO LA MIRADA SOBRE EL SEXO". María Ovelar. El País 26 MAY 2024

Juarez Casanova
El bum de la literatura sobre el deseo da forma a una revolución en marcha

No solo estamos rediseñando nuestro pacto social entre mujeres y hombres en lo público y lo doméstico. Con la ficción, las autoras lo cuestionan, y espolean el cambio. Quizá una de las temáticas donde más se evidencia esta subversión del orden es en la literatura sobre el deseo. Debuts como Lo que hay, de Sara Torres, o La seducción, su esperada segunda novela (lanzada el 4 de abril); óperas primas como Tener la carne, de Carla Nyman, donde lo sexual roza lo escatológico; premios como el de Tusquets a Mira a esa chica (Cristina Pérez Araujo) sobre el consentimiento; el I Premio Lumen de novela a Leticia Martín por Vladimir, una Lolita al revés; Tres maneras de decir adiós, de Clara Obligado… Son decenas las autoras que reflexionan sobre el placer. En el sexo pesan siglos de roles y prejuicios, lógico que sea también en este terreno donde las mujeres luchen por redefinirse y desmontar el canon. El placer permite indagar en la identidad.

Novelas, relatos, poemas y ensayos contemporáneos invitan a repensar el gozo a través de la forma y el fondo: un ritmo que imita el orgasmo femenino, verbos y sujetos que convierten a la mujer en agente, neologismos líricos que se esfuerzan por capturar el goce femenino, una subversión de los roles… “En el momento en que es ella la que desea —y no solo la deseada— y la que escribe —y no solo la descrita—, es normal que las escenas de sexo se vean modificadas. La mujer solía estar a expensas de lo que quisiera el varón; su deseo había sido condenado. Transmitir deseo sexual explícito a una mujer era una ofensa; ahora, es halagador. No hemos cambiado solo nosotras, ha cambiado todo”, opina Marta Jiménez Serrano (1990, Madrid), cuyo último libro, No todo el mundo (Sexto Piso), ofrece un caleidoscopio en 14 relatos de voces que gozan y sufren en el amor.

La periodista Lisa Taddeo ya lo dejó claro en el libro de no ficción Tres mujeres (Principal de los Libros), donde consignaba los testimonios reales de tres estadounidenses en torno al deseo: que las mujeres conecten con su erótica, que se pregunten qué quieren en el sexo y lo materialicen es sinónimo de autoestima. Marina Esborraz demuestra en el ensayo El deseo en femenino (Letras del Sur), donde analiza el goce de las mujeres a través de personajes de ficción, que a los movimientos feministas han correspondido protagonistas con actitudes más liberadas en el sexo. CONTINUAR LEYENDO

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