Cuando el joven Leonardo Villalba, recién salido de la cárcel, intenta poner orden en su vida, se acuerda de un cuento de Andersen: La Reina de las Nieves. «En aquel tiempo había en el mundo un espejo mágico, fabricado por ciertos diablos.» Una noche, el espejo se rompió en pedazos, que volaron y se extendieron por todo el mundo. Y una de aquellas partículas se le metió en el ojo a Kay, el protagonista del cuento.
También a Leonardo se le ha metido un cristalito en el ojo. Lo ha venido a buscar la Reina de las Nieves y lo ha encerrado en un castillo de hielo. En su pesquisa, el protagonista se acerca a la figura del padre muerto, evoca los acertijos de su abuela y encuentra los suyos propios: ¿cómo era llorar? ¿Quién es la misteriosa señora de la Quinta Blanca? ¿Por qué sentimos vértigo?
La valentía, el adulterio, la intensidad de las relaciones forjadas sobre la ausencia y la escritura entendida como vínculo de afinidad real entre los seres jalonan el camino de Leonardo hacia la salida del túnel.
He aquí un impresionante canto al empeño y la lucha de la memoria; una parábola contemporánea, muy bella, sobre la potencia del recuerdo. (Edditorial Anagrama)
"Por ese tiempo ya había yo empezado a entender, aunque me costara muchas rabietas aceptarlo, que a un niño nunca le contestan a derechas, que se ve obligado a crecer entre adivinanzas nunca resueltas. Y aquella caja de hierro oculta detrás del cuadro era un símbolo visible de todas las puertas cerradas de los cuentos."
"-El amor depende -sonrió-. Pero los libros son para leerlos, no para atesorarlos y que críen polvo. La gente que más los guarda y recuenta no es la que más apego tiene a lo que dicen. ¿Estás de acuerdo?
-Completamente. Lo que tienes que hacer tuyo y entretejer con tu vida es lo que dicen. Cuando vale la pena, claro. Se llegan a crear unas simbiosis entre lo que has leído y lo que vas viviendo y pensando que a veces da miedo. El libro luego es como la sepultura de un ser querido. Le vas a poner flores, pero no sirve de nada. Su alma no está allí, revolotea por los lugares donde dejó su semilla. O sea, dentro de nosotros."
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