miércoles, 19 de octubre de 2016

Retomamos un año más la Tertulia Literaria Dialógica de la Prisión Araba en Nanclares de la Oca (Álava).

Un curso más, y con este van 18, iniciamos la tertulia literaria de la prisión. A mediados de septiembre nos juntamos en la biblioteca y, además de la emoción del reencuentro y las presentaciones de las nuevas caras, comenzamos a planificar las lecturas de este curso. Comentar que este año hemos empezado la tertulia un grupo de 22 tertulianos, hombres y mujeres. ¡Toda una gozada! Que yo recuerde, en pocas ocasiones hemos estado tantas personas. Algo que no nos preocupa, sino que nos anima al ver que vamos a poder compartir y construir conocimiento entre más participantes.

En cuanto a los libros, comentaros que el primero al que hemos hincado el diente es uno que ya lo teníamos seleccionado el curso pasado: Se trata de "El marino que perdió la gracia del mar", una novela del escritor japonés Yukio Mishima publicada en 1963. Llevamos ya dos sesiones con ella y nos está resultando interesante como obra literaria y como detonante de jugosas interacciones en las que vamos desgranando nuestras visiones del mundo y de los problemas que le-nos acucian. Cuando acabemos éste, ya tenemos preparado el siguiente. Será "El príncipe", un tratado político escrito por Nicolás Maquiavelo en 1513, Fueron varias las personas que propusieron este texto, ya que como es conocido, es un tratado que a pesar de estar en el siglo XVI, está de rabiosa actualidad. ¡Que se preparen los políticos! Y en relación con la escapada que siempre hacemos por el mundo del teatro, para este curso hemos seleccionado la obra de Darío Fo, Premio Nóbel de Literatura de 1997 fallecido recientemente, "Muerte accidental de un anarquista". Los próximo están por ver, pero no os preocupéis porque tendréis noticias nuestras.

1 comentario:

  1. Qué buena y necesaria iniciativa, Miguel. Aquel refugio de libertad desde lo literario que agradecen tod+s... y nosotros por estar al tanto.
    Yo en primera persona me siento afortunado de haber roto el mito de la cárcel habiéndolo podido conocer de tu mano... Gracias.

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