El colegio Robert W. Coleman, en la ciudad de Baltimore (Estados Unidos), acaba de ganarse una gran reputación tanto dentro de su ciudad como fuera de ella. ¿Por qué? La dirección de la escuela ha tomado la decisión de dejar de castigar a los alumnos de primaria y en lugar de ello hacer algo diferente: meditación.
¿Es que los alumnos de primaria ya no se portan mal? No, la razón no es esa, pero la medida tomada sí puede revertir hacia un buen tipo de conducta. El centro ha creado una habitación llamada “Mindful Moment Room” (Habitación del momento de conciencia), una especie de “oasis de calma” de colores brillantes que contrasta con las habituales habitaciones asépticas y sin ventanas que suelen ser utilizadas para castigar a los niños que se portan mal.
Se trata de una medida que forma parte del programa “Yo holístico”,una iniciativa que enseña a los niños a practicar meditación y a realizar ejercicios de respiración consciente al tiempo que se les anima a conversar con profesionales del ámbito de la conducta. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: muhimu.es/educacion
cualquier actuación distinta al castigo,que es un sufrimiento inútil e impuesto , siempre será mejor y con mejores resultados...Con la disciplina se aprende, con el castigo no. Pero, a veces se necesita ayuda de expertos que no se tiene y el profesorado, en general, creo que responde y cada vez hay menos castigos.
ResponderEliminarGracias Miguel
Un abrazo
Mª Pía