- Leer el cuento al menos una vez antes de presentarlo a los pequeños, para familiarizarse con el texto.
- Ensayar, también, para asegurarse de leer con la mayor claridad posible.
- No hablar con demasiada rapidez y pronunciar bien las sílabas.
- Prestar atención a los escuchas, para involucrarlos en el desarrollo de la historia. Se puede hacer preguntas, por ejemplo, aunque no acerca de lo que ya han escuchado –no se trata de un examen– sino acerca de lo que no se ha relatado todavía (qué creen que va a pasar, etcétera).
- Considerar que se pueden cambiar algunas palabras –para acercar más el sentido del cuento a quienes escuchan, por ejemplo–, pero sin desvirtuar su sentido ni su anécdota.
- Al terminar, conversar con niñas y niños acerca de la historia que escucharon.
- Y dar oportunidad de que ellos hablen, incluso si la conversación se separa del tema del cuento. Parte importante de esta actividad es que las personas involucradas puedan, también, llegar a hablar de sus propias experiencias.
-"No es posible crecer en la intolerancia. El educador coherentemente progresista sabe que estar demasiado seguro de sus certezas puede conducirlo a considerar que fuera de ellas no hay salvación. El intolerante es autoritario y mesiánico. Por eso mismo en nada ayuda al desarrollo de la democracia." (Paulo Freire). - "Las razones no se transmiten, se engendran, por cooperación, en el diálogo." (Antonio Machado). - “La ética no se dice, la ética se muestra”. (Wittgenstein)
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martes, 3 de octubre de 2017
Consejos para leer en voz alta para niños y niñas.
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