Te quiero mansamente, entre las sombras de las falsas ilusiones.
Te quiero como para leerte cada noche, como mi libro favorito quiero leerte, línea tras línea, letra por letra, espacio por espacio.
Te quiero para tomarte de la mano bajo el firmamento y mostrarte los te amo escondidos entre las estrellas.
Te quiero sobre las hojas de otoño, hablando de nada pero a la vez de todo y, en un arranque
de locura, beber tus lágrimas mientras desfallezco en tus labios.
Te quiero para buscarte entre las frases no dichas, entre los pensamientos enterrados, entre
las maneras complicadas quiero encontrarte y después no dejarte.
Te quiero como para llevarte a mis lugares favoritos y contarte que es ahí donde me siento a
buscarte en la niebla de miradas que no son tuyas, pero aún así te busco.
Te quiero para volvernos locos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa por las calles, eso sí,
tomados de la mano, mejor dicho, del corazón.
Te quiero como para sanarte, y sanarme, y sanemos juntos, para remplazar la heridas por
sonrisas y las lágrimas por miradas, en donde podremos decir más que en las palabras.
Te quiero por las noches en las que faltas, te quiero como para escuchar tu risa toda la noche y
dormir en tu pecho, sin sombras ni fantasmas, te quiero como para no soltarte jamás.
Te quiero como se quiere a ciertos amores, a la antigua, con el alma y sin mirar atrás.
-"No es posible crecer en la intolerancia. El educador coherentemente progresista sabe que estar demasiado seguro de sus certezas puede conducirlo a considerar que fuera de ellas no hay salvación. El intolerante es autoritario y mesiánico. Por eso mismo en nada ayuda al desarrollo de la democracia." (Paulo Freire). - "Las razones no se transmiten, se engendran, por cooperación, en el diálogo." (Antonio Machado). - “La ética no se dice, la ética se muestra”. (Wittgenstein)
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viernes, 25 de marzo de 2022
"TE QUIERO SIN MIRAR ATRÁS". Un poema de Mario Benedetti
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