Detalle de la portada del libro de cuentos ‘Sacrificios humanos’, de María Fernanda Ampuero (Páginas de Espuma. /WMagazín |
Las diferentes crisis, políticas, sociales, económicas o gubernamentales, que ha vivido el país suramericano en el siglo XXI, y esta última de inseguridad, nos sirven para recordar a la gran mayoría de la población honesta y su gran cultura. En la literaria, por ejemplo, Mónica Ojeda, María Fernanda Ampuero, Leonardo Valencia, Javier Vásconez, Gabriela Alemán, Miguel Antonio Chávez...
El siglo XXI ha sido poco favorable a Ecuador que ha vivido en una montaña rusa económica, social, política y de seguridad. Al comienzo de los años dos mil, la situación económica llevó a que millares de ecuatorianos migraran a otros países, entre ellos España, donde son la primera comunidad latinoamericana; y en el último lustro el país ha estado sumido en problemas políticos, de corrupción, sociales y de inseguridad. Mientras tanto, la delincuencia común se organizó, al igual que se fortalecieron las bandas criminales relacionadas con el narcotráfico. La crisis actual empezó el 8 de enero de 2024 con la fuga de la cárcel de José Adolfo Macías, alias Fito, presunto líder de Los Choneros, demostrando su poder para hacer y generar la desestabilización que afronta el país. Los disturbios creados en diferentes cárceles propiciaron, incluso, la toma de un canal de televisión, lo que llevó a que el presidente, Daniel Noboa, declarara el estado de guerra en el país.
WMagazín se acerca a Ecuador a través de algunos de sus escritores contemporáneos cuyas obras son una ventana, sobre todo humana, a ese país latinoamericano.
En 2019 América Latina vivió un estallido de protestas ciudadanas en varios países por diferentes motivos, unidos por la desigualdad. En Ecuador los ciudadanos de las urbes marcharon contra algunas medidas económicas, implantadas por el presidente Lenín Moreno, y contra su gobierno, a las que se sumaron sectores de las comunidades indígenas. Entonces, el escritor ecuatoriano Leonardo Valencia recomendó en WMagazín, junto a escritores de otros países del continente, algunos autores y libros que nos ayudaran a comprender sus respectivos países, y esto nos dijo:
“Las novelas dan luces sobre una época de manera tangencial. Las memorias de Andrés Chiliquinga (Alfaguara), de Carlos Arcos Cabrera, hacen el mejor retrato del actual mundo indígena ecuatoriano a través de un personaje que va a Nueva York para un intercambio académico, donde lee por primera vez Huasipungo, de Jorge Icaza, la mítica novela del indigenismo. La de Carlos Arcos Cabrera no es indigenista y permite comprender de qué manera se perfila hoy en día la mente indígena, en su caso a través de un otavaleño. De mis novelas sugiero La escalera de Bramante (La Huerta Grande) porque apunta a los antecedentes, desde décadas atrás, de una sociedad tensamente estratificada en distintas clases sociales y regionales, y a la violencia inherente a sus estamentos, y aunque los alzamientos políticos parezcan estrictamente locales, hay profundos ríos conectados con el resto del mundo, a sus intereses, manipulaciones e injerencias”.
La literatura ecuatoriana tiene como precedente precolombino el poema Elegía a la muerte de Atahualpa, atribuido al cacique Jacinto Collahuazo de Alangasí. Entre sus autores clásicos figuran Jorge Icaza, Medardo Ángel Silva, Jorge Carrera Andrade y Juan Montalvo.
El siguiente es un mosaico literario de Ecuador a través de las voces de algunos de sus escritores contemporáneos más destacados:
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