Alice Dunbar Nelson formó parte de la primera generación de negros nacidos libres en el Sur tras la guerra civil de EE.UU. Nació en 1875 en Nueva Orleans y tuvo una intensa vida como periodista y activista política. Poeta, novelista y editora alcanzó en los años veinte y treinta del siglo XX especial relevancia como defensora de los derechos de la mujer, de los negros y de los derechos civiles. En ese sentido destaca el poema que hoy comparto titulado ‘Me siento y coso’, una imagen ilustrativa y una protesta a la vez sobre el papel pasivo y marginal al que se condena a las mujeres. (Andrea Villarrubia Delgado)
Me siento y coso -una tarea inútil, al parecer.
Tengo las manos cansadas, y la cabeza se me ha llenado de sueños-
La panoplia de la guerra, el paso marcial de los hombres,
con rostro adusto, mirada severa, observando más allá del entendimiento
de almas más pequeñas, cuyos ojos no han visto la Muerte,
ni han aprendido a mantener su vida sino como un hálito-
pero -debo sentarme y coser.
Me siento y coso –el corazón me duele de deseo-
Ese espectáculo terrible, ese fuego que se vierte feroz
en los campos baldíos, y retorciéndose figuras grotescas
que una vez fueron hombres. Mi alma lastimosa lanza
llantos de súplica, anhelando solo ir
allí a ese holocausto del infierno, a esos campos de aflicción,
pero -debo sentarme y coser.
La pequeña costura inútil, el remiendo ocioso;
¿Por qué soñar que estoy aquí bajo el techo de mi hogar,
cuando ellos yacen en el barro empapado y en la lluvia,
llamándome con lamento, los vivos y los muertos?
¡Me necesitas, Cristo! No es un sueño rosado
el que me atrae -esta costura tan fútil,
me ahoga- Dios, ¿debo sentarme y coser?
ALICE DUNBAR-NELSON
Traducción de Bernardo Santano Moreno
I SIT AND SEW
I sit and sew—a useless task it seems,
My hands grown tired, my head weighed down with dreams—
The panoply of war, the martial tred of men,
Grim-faced, stern-eyed, gazing beyond the ken
Of lesser souls, whose eyes have not seen Death,
Nor learned to hold their lives but as a breath—
But—I must sit and sew.
I sit and sew—my heart aches with desire—
That pageant terrible, that fiercely pouring fire
On wasted fields, and writhing grotesque things
Once men. My soul in pity flings
Appealing cries, yearning only to go
There in that holocaust of hell, those fields of woe—
But—I must sit and sew.
The little useless seam, the idle patch;
Why dream I here beneath my homely thatch,
When there they lie in sodden mud and rain,
Pitifully calling me, the quick ones and the slain?
You need me, Christ! It is no roseate dream
That beckons me—this pretty futile seam,
It stifles me—God, must I sit and sew?
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