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domingo, 3 de marzo de 2024

"EL CUENTO COMO ESTRATEGIA PEDAGÓGICA". Un libro descargable de José Federico Agudelo Torres

PRÓLOGO

Pensar en el cuento, en la intención que le impulsa, en la narración que le anima, en las palabras que evoca, en aquellos quienes prestan su voz, en aquellos otros que ofertan su oído y en las diversas e infinitas rela ciones que se tejen entre todos los sujetos implicados en el dialógico ejercicio de la narración; es iniciar la génesis del descubrimiento de su asidero, de su subterfugio y de su razón de ser. 

El cuento, la palabra y la narración son elementos consustanciales a la escuela, han estado allí desde los primeros tiempos cronológicos, han soportado la movilidad propia de un mundo activo y han generado miles de sentires entre todos aquellos que le han visitado. El tiempo del cuento supera por mucho la linealidad del tiempo cronos y en cambio, nos exhorta a visitar los infinitos sentidos y los miles de significados que habitan en los mágicos tiempos Kairós. 

 Apostarnos por el cuento como estrategia pedagógica, señala nuestro autor, es resemantizar el incal culable y el insondable valor de la palabra que habita en nuestras muy incalculables e insondables aulas escolares; es retornar al conocimiento que se devela en tanto descubre la más íntima esencia de aquel quien dice la palabra. Nos narramos cuando advertimos algo de nuestro interlocutor en nuestro propio discurso, la palabra no existe únicamente para decir el mundo, pues ella nos incita irremediablemente a decirnos en el mundo que habitamos y a diseñar neófitos mundos y nuevas formas de habitarles. 

El territorio del cuento es la geografía de la existencia misma, su decir se escribe en los escenarios en los que decimos la vida y su sentir y su experiencia nos convocan a la ampliación de los horizontes de sen sibilidad con los cuales conocemos el mundo, la escuela, la escuela del mundo y el mundo de la escuela. 

En una época y en un tiempo donde la velocidad es considerada virtud, la virtud es entendida como poder y el poder se asemeja a todo aquello que rememora lo furtivo, lo rápido, lo fluido y lo efímero, esta apuesta pedagógica propende, mediante el cuento, por recuperar la calma que ha de habitar en la voz del maestro, por re-significar el sentido de la escucha que ha de coexistir en el ser del estudiante, por re semantizar las relaciones que se tejen entre ambos y por exhortar a la comunidad educativa a un sereno ejercicio de la palabra, de la voz y del acto mismo de narrar. El cuento como estrategia pedagógica: una apuesta para pensar-se y narrar-se en el aula 

En la actual obra se presentan diez reflexiones sobre el cuento, la palabra, la narración, el currículo y la escuela; así como una colección de treinta cuentos, todos ellos referidos al mundo de la educación, al quehacer del docente en tan maravilloso universo y al despliegue del estudiante en ese espacio asom broso. El cuento como estrategia pedagógica, sostiene nuestro autor, ayuda a formar en valores, genera estados de contemplación y conciencia, incrementa los niveles de escucha, origina vínculos con el pasado y la tradición, potencia la imaginación, enseña a pensar intuitivamente, provee de nuevas preguntas y nos recuerda, mientras nos vincula con el futuro, que lo más humano en el hombre también puede decirse en lógicas narrativas y en lógicas no lineales.

La invitación a tener un cuento que decir, a ser dueño de un cuento para escuchar y a poseer un cuen to para pensar; no solamente espera quedar plasmada en estas líneas, sino que pretende hacerse vida en cada una de las narraciones presentes y encarnarse en cada una de las narraciones futuras. Flor Uveny Ortiz Vélez

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lunes, 10 de diciembre de 2018

La rebeldía de lo bello, lo lento, lo humano. Entrevista en el periódico PÁGINA12 al investigador especializado en educación Carlos Skliar, autor de Pedagogías de las diferencias.

Defiende la escuela como el último lugar posible del tiempo libre para chicas y chicos, la conversación como espacio de enseñanza y aprendizaje, la variación de las elecciones en “el mundo de verdad”. Frente a la uniformidad, el espíritu pragmático y el mandato de la productividad, el investigador advierte sobre la necesidad de liberar la infancia de las urgencias y las lógicas adultas.

En el último tiempo las ideas de Carlos Skliar en torno a la educación ganaron una popularidad que todavía para él resulta extraña. Su libro Pedagogías de las diferencias (Noveduc), publicado a comienzos del año pasado, ya va por su quinta reimpresión. Investigador principal del Conicet, reconocido internacionalmente por sus aportes pedagógicos y filosóficos al campo de la educación, algunos de sus planteos parecen atentar contra el estado de las cosas de esta época en el que impera la velocidad, la hiperconectividad, el pragmatismo. Propone la defensa de lo que considera virtudes olvidadas por la humanidad, entre otras la conversación como forma de transmitir conocimiento, y el silencio como imprescindible para indagar los desafíos vitales. Pero sus reflexiones no van dirigidas a una tribu de anacoretas sino a maestros y maestras del Sur del mundo. Porque es en las escuelas, dice, donde todavía se puede apostar por espacios de libertad, que se rebelen contra los mandatos productivistas, y que se permitan la posibilidad de mostrar otros mundos posibles. “Hay una generación de chicos agotados, que además están confundiendo saber con saber buscar”, afirma. De lo que se trata es de que niños y niñas puedan vivir la infancia sin las urgencias adultas. Cuenta que los chicos le preguntan todo el tiempo qué les puede enseñar que no esté en Youtube. “Y lo que pienso es que lo que no está ahí son los vínculos que se han tenido, que se han dado a lo largo de la historia, con una cosa llamada libro, con una cosa llamada canción, con una cosa llamada pintura”, reflexiona en diálogo con PáginaI12.


jueves, 20 de abril de 2017

Neuroeducación cuidado con los mitos. Un artíuclo de MICHELE CATANZARO.

Inteligencias múltiples, estilos de aprendizaje, estimulación temprana, hemisferios cerebrales predominantes, tiempos de atención... Estas expresiones les suenan mucho a los padres que acaban de salir del tour de force de las visitas a guarderías, colegios e institutos, para preinscribir a sus hijos en su escuela preferida.

Hay escuelas que hacen bandera de fundamentar sus métodos en el funcionamiento del cerebro. Pero neurocientíficos y pedagogos llevan años alertando de que algunos de esos conceptos carecen de base científica. En algunos casos, los experimentos ya los han desmentido e incluso han apuntado a que pueden ser dañinos, si se toman demasiado al pie de la letra.

[...] «Los laboratorios son sencillos, porque podemos controlar todas las variables, mientras que las clases son complejas», Daniel Willingham, profesor de psicología cognitiva de la Universidad de Virginia y asesor de Obama.

[...] un estudio llevado a cabo en cinco países en el 2014 reveló que muchos profesores siguen creyendo en ideas desacreditadas experimentalmente: el 49% creía que usamos solo el 10% de nuestro cerebro, el 77% que los ejercicios de gimnasia cerebral mejoran el aprendizaje, el 80% que cada alumno tiene un hemisferio cerebral dominante, y el 96% que se aprende mejor si se recibe la información en el estilo de aprendizaje favorito (visual, auditivo o cinestético).

[...] «Sería equivocado decir que las neurociencias no tienen nada que decirle a la educación. Pero la mayoría de los hallazgos son preliminares», 

[...] En algunos casos, los neuromitos se acercan al esperpento. La gimnasia cerebral consiste en una serie de movimentos (gateos, bostezos, maneras especiales de beber el agua) que supuestamente activan y compensan los hemisferios del cerebro. Tocarse la rodilla izquierda con el codo derecho y viceversa influiría en la ortografía. Apoyarse la mejilla en el hombro mientras se estira un brazo, por el contrario, influiría en las matemáticas. Los promotores del programa emplean lenguaje neurocientífico y citan estudios. Sin embargo, desde hace una década, los estudios sistemáticos no han detectado ningún beneficio mesurable importante. Es posible que los beneficios que algunos profesores asocian al programa se deban al sencillo hecho de llevar a cabo actividad física.

[...] «El efecto Mozart [la teoría según la cual se aprende más escuchando cierta música] se propuso en 1993 en un experimento único, que nunca se replicó. Pero a la gente le encanta pensar que la inteligencia se puede aumentar con acciones sencillas»

[...] «La neurociencia nos demuestra que la inteligencia es flexible, como lo son casi todas las habilidades de nuestro cerebro. El cerebro es como un músculo: con práctica, se refuerza», «Las personas que creen que su inteligencia es fija tienen miedo a fallar, porque demostrarían que no son inteligentes. En cambio, las personas que estiman que sus habilidades cognitivas se pueden mejorar con esfuerzo, se lanzan y aprenden. Es la diferencia entre decir ‘yo no soy bueno en mates’ y ‘yo no soy bueno en mates todavía’».