-"No es posible crecer en la intolerancia. El educador coherentemente progresista sabe que estar demasiado seguro de sus certezas puede conducirlo a considerar que fuera de ellas no hay salvación. El intolerante es autoritario y mesiánico. Por eso mismo en nada ayuda al desarrollo de la democracia." (Paulo Freire). - "Las razones no se transmiten, se engendran, por cooperación, en el diálogo." (Antonio Machado). - “La ética no se dice, la ética se muestra”. (Wittgenstein)
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sábado, 31 de diciembre de 2022
viernes, 30 de diciembre de 2022
EL MAL ESTUDIANTE. Un poema de Jacques Prevert
pero dice sí con el corazón
dice sí a lo que le gusta
dice no al profesor
Está parado
se le pregunta
y se le plantean todos los problemas
de repente, la risa loca lo invade
Y en la pizarra borra todo
las cifras y las palabras
las fechas y los nombres
las frases y las trampas
Y a pesar de las amenazas del maestro
y con los alaridos de los niños prodigio
con las tizas de todos los colores
en la pizarra negra de la desdicha
dibuja la cara de la felicidad."
jueves, 29 de diciembre de 2022
Fuera de sí, un artículo de Juan Mata.
miércoles, 28 de diciembre de 2022
"EL REGALO DE NAVIDAD DE AUGGIE WREN". Un cuento de Paul Auster
martes, 27 de diciembre de 2022
lunes, 26 de diciembre de 2022
"SIETA POEMAS A UNA MUERTA". Un poema de Margarita Youcenar
T.S. Eliot y Juan Rulfo cantaron la condición fantasmal del ser humano que habita entre los muertos, el ser entre seres desconocidos que parecen vivos y cristaliza ecos, imágenes, reflejos venidos de otros lugares y otros tiempos. Marguerite Yourcenar reconoce la fuerza implacable y misteriosa del vacío inconmensurable que nos borra y nos llena de sentido, pero no ubica sus versos en una populosa metrópoli ni en una deshabitada ranchería, sino en el yerto cuerpo concreto del ser amado, donde la devastación es una ola infatigable, indiferente al llanto del amante.
I
Cuando estaba por llegar, murió
quien me esperaba, cansada de esperar.
Sus brazos abiertos volvieron a cerrarse
legándome un remordimiento en vez de un recuerdo.
La plegaria, la flor, el gesto más tierno
fueron regalos tardíos que nadie pudo bendecir.
Los muertos no escuchan a los vivos.
La muerte, cuando llega, nos junta sin unirnos.
Nunca conoceré la dulzura de su tumba.
Mis gritos, lanzados demasiado tarde,
resuenan y se extinguen sin eco en la sorda eternidad.
Los muertos desdeñosos, forzados al silencio,
no nos escuchan llorar en el oscuro umbral del misterio
por un amor que jamás existió.
II
He aquí la miel que fluye, pura, del corazón de las rosas,
el perfume, los colores, los suspiros amados.
Ya no sonríes por la belleza de las cosas;
tus brazos, siempre abiertos y dispuestos, al fin se han
cerrado.
No volverás a sentir sobre tus párpados
el lento deshojar de largos sollozos perfumados.
Tu corazón se diluye en metamorfosis.
Yo llego, justo a tiempo, a perderte para siempre.
Como un triste extranjero, camino titubeante
por el estrecho jardín donde otros contigo gozaron;
he aquí mis ojos, mis manos, mis pies que te buscaron.
Demasiado tarde llego... y me arrepiento.
Envidio a los que te amaron cuando aún vivías
y supieron a tiempo que todo pasa.
III
Cuando debí acudir, sólo supe dudar;
cuando debí llamar, callé.
Demasiado tiempo persistí en mi camino, solitaria;
nunca imaginé que fueras a morir.
Nunca preví que fuera a secarse la fuente
donde uno se refresca y se baña,
ni supe que existieran en el mundo
misteriosas frutas que maduran al morir.
Obstinada, siempre busqué en la ruta del sol tu sombra;
ahora el amor es una palabra, el tiempo un número
y mis penas chocan contra los ángulos de una tumba.
La muerte, menos indecisa, supo cómo acercarse a ti;
si ahora piensas en nosotras, tu corazón debe
compadecernos.
Uno se ciega cuando muere una antorcha.
IV
Las estrellas son el fruto del verde ciprés
balanceándose en la noche, al fondo del verano;
la vida única y desnuda a través de cien velos
asume tu belleza para derramarse en todo.
El universo teje la eternidad
y ensancha su tela como una araña monstruosa.
Tu amor, mi amor, nuestro corazón y nuestras médulas,
Pasamos medio dormidos bajo una inmensa puerta,
para ganarlo todo nos perdemos en todo;
una ola sin mañana nos arrastra y nos dispersa.
Los labios del corazón quedan siempre insatisfechos.
El amor y la esperanza nos fuerzan a soñar
que el sol de los muertos otra vida ha de madurar.
V
La miel inalterable del fondo de las cosas
está hecha de dolor, deseo y remordimiento;
eterno alambique donde el tiempo destila
las lágrimas de los vivos y la piedad de los muertos.
Tan inseparable es el perfume de la rosa
como inseparable tu alma de tu cuerpo.
Una misma causa germina efectos idénticos
y una misma nota vibra en mil acordes diversos.
El universo nos da y nos quita lo poco que somos.
Yo olvidaré cada día cuánto te amé
pero tú no sabrás que mis lágrimas te amaron.
La muerte espera que nos acunemos en ella.
Arrullada en sus brazos, como una niña de pecho,
escucho sonar el hierro de lo eterno.
VI
Sólo el silencio tiene palabras
que pueden decirse junto a ti sin herirte.
ante lo irremediable, sólo podemos sonreír;
llueven sobre tu cuerpo las lágrimas de las corolas.
A la hora en que nos despojemos de nuestras máscaras
deslizándonos soñolientas en el mismo lecho,
por cada dedo tembloroso de la hierba que nos roce
tú podrás bendecirme y yo acariciarte.
Es hacia tu dulzura que conduce mi camino.
De este suelo impregnado de alma humana,
el olvido, lento jardinero, extirpa el remordimiento.
Inagotable, vaga el amor de vena en vena;
no quisiera perturbar con un vano lamento
el eterno abrazo de la tierra y los muertos.
VII
Nunca sabrás que tu alma viaja
dulcemente refugiada en el fondo de mi corazón,
y que nada, ni el tiempo ni la edad ni otros amores,
impedirá que hayas existido.
Ahora la belleza del mundo toma tu rostro,
se alimenta de tu dulzura y se engalana con tu claridad.
El lago pensativo al fondo del paisaje
me vuelve a hablar de tu serenidad.
Los caminos que seguiste, hoy me señalan el mío,
aunque jamás sabrás que te llevo conmigo
como una lámpara de oro para alumbrarme el camino
Ni que tu voz aún traspasa mi alma.
Suave antorcha tus rayos, dulce hoguera tu espíritu;
aún vives un poco porque yo te sobrevivo.
sábado, 24 de diciembre de 2022
"NOCHEBUENA". Un microrrelato de Eduardo Galeano en "El libro de los abrazos"
Fernando Silva dirige el hospital de niños, en Managua.
Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:
–Decile a… –susurró el niño–. Decile a alguien, que yo estoy aquí.
viernes, 23 de diciembre de 2022
NUEVA SESIÓN DE TERTULIA LITERARIA DIALÓGICA EN LA FUNDACIÓN PEÑASCAL-BOLUETA
Ayer, jueves 22 de diciembre, tuvimos una nueva sesión de Lectura Dialógica Compartida en la Fundación Peñascal de Bilbao. En este caso el tema sobre el que compartimos lecturas, palabras y sentimientos fue el de la DISCAPACIDAD.
El material que utilizamos fue el siguiente:
- Artículos:- Álbum ilustrado:
"El cazo de Lorenzo", Isabelle Carrier
"El cazo de Lorenzo" con comentarios, Isabelle Carrier
- Poema:
"Dis-capacidad". Felipe Mateos
- Cuento:
"Harrison Bergeron", cuento distópico de Kurt Vonnegut,
- Vídeos:
"Cuerdas"
miércoles, 21 de diciembre de 2022
"LLEGÓ LA TARDE ¡TERCERA EDAD!" Un poema de la nicaragüense Leda Fuertes de Casanova
¡Tercera edad!
¡Que linda frase!
Aquí no hay viejos
solo, nos llegó la tarde:
Una tarde cargada de experiencia,
experiencia para dar consejos.
Aquí no hay viejos
solo nos llegó la tarde.
Viejo es el mar y se agiganta.
Viejo es el sol y nos calienta.
Vieja es la luna y nos alumbra.
Vieja es la tierra y nos da vida.
Viejo es el amor y nos alienta.
Así que aquí no hay viejos
solo nos llegó la tarde.
Somos seres llenos de saber.
Graduados en la escuela
de la vida y del tiempo
que nos dio el postgrado.
Subimos al árbol de la vida,
cortamos los mejores frutos.
Son esos frutos nuestros hijos
que cuidamos con paciencia.
que hoy se revierte en paciencia y amor.
Así que aquí no hay viejos,
solo nos llegó la tarde.
Fueron niños, son hombres, serán viejos.
La mañana vendrá y llegará la tarde
y ellos también darán consejos.
Aquí no hay viejos
solo nos llegó la tarde.
Joven: si en tu caminar encuentras
seres de andar pausado,
de miradas serenas y cariñosas,
de piel rugosa, de manos temblorosas,
no los ignores, ayúdalos,
protégelos, ampáralos.
Bríndales tu mano amiga,
tu cariño.
Toma en cuenta que un día,
también a ti, te llegará la tarde.
martes, 20 de diciembre de 2022
"EL REGALO DE LOS REYES MAGOS". Un cuento de O. Henry
domingo, 18 de diciembre de 2022
"ODA AL DÍA FELIZ". Un poema de Pablo Neruda
ESTA vez dejadmeser feliz,
nada ha pasado a nadie,
no estoy en parte alguna,
sucede solamente
que soy feliz
por los cuatro costados
del corazón, andando,
durmiendo o escribiendo.
Qué voy a hacerle, soy
feliz.
Soy más innumerable
que el pasto
en las praderas,
siento la piel como un árbol rugoso
y el agua abajo,
los pájaros arriba,
el mar como un anillo
en mi cintura,
hecha de pan y piedra la tierra
el aire canta como una guitarra.
Tú a mi lado en la arena
eres arena,
tú cantas y eres canto,
el mundo
es hoy mi alma,
canto y arena,
el mundo
es hoy tu boca,
dejadme
en tu boca y en la arena
ser feliz,
ser feliz porque sí, porque respiro
y porque tú respiras,
ser feliz porque toco
tu rodilla
y es como si tocara
la piel azul del cielo
y su frescura.
Hoy dejadme
a mí solo
ser feliz,
con todos o sin todos,
ser feliz
con el pasto
y la arena,
ser feliz
con el aire y la tierra,
ser feliz,
contigo, con tu boca,
ser feliz.
sábado, 17 de diciembre de 2022
viernes, 16 de diciembre de 2022
"LA LITERATURA, ¿UN PLACER?". Un artículo de Iñaki Domínguez publicado en Ethic el 5 de diciembre de 2022
La visión del filósofo Adorno era clara: si un producto artístico procuraba placer, este debía ser necesariamente malo. Nietzsche, en cambio opinaba exactamente lo contrario, llegando a afirmar que «hay espíritus que enturbian sus aguas para hacerlas parecer profundas». ¿Debemos, entonces, guiarnos por el placer al elegir nuestros libros?
domingo, 11 de diciembre de 2022
"VEO UNA VOZ: VIAJE AL MUNDO DE LOS SORDOS". Oliver Sacks
sábado, 10 de diciembre de 2022
"A LA MUERTE". Un poema de la portuguesa Florbela Espanca
Muerte, mi Señora y Dueña Muerte,
tu abrazo, ¡debe ser tan bueno!
Lánguido y dulce como un dulce lazo
y como una raíz, sereno y fuerte.
No hay mal que no sane o no conforte
tu mano que nos guía paso a paso,
en ti, dentro de ti, en tu regazo
no hay triste destino ni mala suerte.
Doña Muerte de los ojos de terciopelo,
¡Cierra mis ojos que ya todo lo vieron!
¡Sujeta mis alas que ya volaron tanto!
Vine de la Moirama, soy hija de rey,
mal hada me encantó y aquí quedé
A tu espera… ¡quiebra el encantamiento!
miércoles, 7 de diciembre de 2022
"GABRIELA MISTRAL PARA NIÑOS. CANCIONES, RONDAS Y JUEGOS".
martes, 6 de diciembre de 2022
"APÁGAME LOS OJOS". Un poema de Rainer María Rilke
Apágame los ojos y te seguiré viendo,
cierra mis oídos, y te seguiré oyendo,
sin pies te seguiré,
sin boca continuaré invocándote.
Arráncame los brazos, te estrechará
mi corazón, como una mano.
Párame el corazón, y latirá mi mente.
Lanza mi mente al fuego
y seguiré llevándote en la sangre
lunes, 5 de diciembre de 2022
"LA CIUDAD". Un poema de Constantino Cavafis
Dices: “Iré a otra tierra, hacia otro mar, y una ciudad mejor con certeza hallaré. Pues cada esfuerzo mío está aquí condenado, y muere mi corazón lo mismo que mis pensamientos en esta desolada languidez. Donde vuelvo los ojos solo veo las oscuras ruinas de mi vida y los muchos años que aquí pasé o destruí”. No hallarás otra tierra ni otro mar. La ciudad irá en ti siempre. Volverás a las mismas calles. Y en los mismos suburbios llegará tu vejez; en la misma casa encanecerás. Pues la ciudad es siempre la misma. Otra no busques -no la hay- ni caminos ni barco para ti. La vida que aquí perdiste la has destruido en toda la tierra. |
domingo, 4 de diciembre de 2022
"UN VELERO BERGANTÍN". EN DEFENSA DE LA LITERATURA". Un libro de Luis García Montero
viernes, 2 de diciembre de 2022
Con los delfines. Un cuento de Mario Benedetti relacionado con los hijos e hijas de personas desaparecidas durante la dictadura argentina
jueves, 1 de diciembre de 2022
"QUÉ PASEO DE NOCHE...". Un poema de Pedro Salinas
¡Qué paseo de noche
con tu ausencia a mi lado!
Me acompaña el sentir
que no vienes conmigo.
Los espejos, el agua
se creen que voy solo;
se lo creen los ojos.
Sirenas de los cielos
aún chorreando estrellas,
tiernas muchachas lánguidas,
que salen de automóviles,
me llaman. No las oigo.
Aún tengo en el oído
tu voz, cuando me dijo:
“No te vayas”. Y ellas,
tus tres palabras últimas,
van hablando conmigo
sin cesar, me contestan
a lo que preguntó
mi vida el primer día.
Espectros, sombras, sueños,
amores de otra vez,
de mí compadecidos,
quieren venir conmigo,
van a darme la mano.
Pero notan de pronto
que yo llevo estrechada,
cálida, viva, tierna,
la forma de una mano
palpitando en la mía.
La que tú me tendiste
al decir: “No te vayas”.
Se van, se marchan ellos,
los espectros, las sombras,
atónitos de ver
que no me dejan solo.
Y entonces la alta noche,
la oscuridad, el frío,
engañados también,
me vienen a besar.
No pueden; otro beso
se interpone en mis labios.
No se marcha de allí,
no se irá. El que me diste,
mirándome a los ojos
cuando yo me marché,
diciendo: “No te vayas”.
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El cuento transcurre en un espacio acotado, un hotel al que suelen concurrir viajantes de comercio. Un lugar de tránsito. Todo hace pensa...
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Había una vez un pescador de bastante edad y tan pobre que apenas ganaba lo necesario para alimentarse con su esposa y sus tres hijos. Toda...
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Entre los personajes más célebres de la literatura oral, del folklore popular, está el hombre lobo o lobizón, que tiene también versiones fe...
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Érase una vez un monstruo que vivía tranquilamente en la ladera oeste de una montaña. En la ladera este de la montaña vivía otro monstruo...
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Saltó la barda de su casa. Detrás del solar de doña Luz estaba la calle; la otra calle, con sus piedras untadas de sol, que se hacían musica...