El escritor publica su nueva novela, 'Solo humo'. Un libro en el que la biblioteca de un padre ausente se convierte en la puerta para conocer quién fue. “Al aprender a leer se aprende a leerse”, afirma
“Tu padre ha muerto”. Con esta noticia irrumpe la madre de Carlos en su habitación el día de su dieciocho cumpleaños. Un hombre al que, durante toda su vida, ella le había descrito como “turbio”. “Se desatendió de ti a los cuatro días de que nos separáramos”, había sido su otra frase favorita. El duelo de este joven recién entrado en la mayoría de edad es el hilo vertebrador de Solo humo (Penguin Random House), la nueva novela de Juan José Millás. Un texto que convierte la biblioteca de una figura paterna ausente en la puerta abierta para conocer quién fue.
Leer sus libros y examinar con ahínco el que se quedó en su mesilla de noche esperando a volver a ser manoseado se tornan en una especie de obsesión para el joven. “Se cae en los cuentos”, explica el escritor a este periódico sobre lo que supone para su personaje adentrarse en estos volúmenes recién heredados. Y es que, para el autor de títulos como Papel mojado y Los objetos nos llaman, “la lectura es una de las experiencias más perturbadoras que existen”. Darse cuenta de que, pese a ello, nadie lo había contado, prendió la mecha para embarcarse a contar esta historia.
Solo humo tiene tintes de homenaje al ejercicio de leer, al que erige como su verdadero protagonista. Millás reconoce que no le “preocupa” si se está o no perdiendo el hábito a la lectura; aunque sí reivindica su importancia durante la adolescencia, por su impacto positivo en la “construcción de la identidad”. CONTINUAR LEYENDO
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