Y hablando de los álbumes ilustrados, he de comentaros que últimamente he comenzado a trabajar con este tipo de libros en las Tertulias para aumentar el abanico de textos que venimos utilizando en las mismas. Con esto fusionamos dos conceptos: el de la "lectura en voz alta" y el de la "lectura dialógica compartida", sin abandonar el marco de las tertulias literarias, ni los textos que solemos utilizar en ellas. Con esta incorporación ganamos en tipologías textuales y, consecuentemente, en posibilidades para aprender dialogando mediados por el texto, por el lenguaje. Además, y para disfrute de mis amigas de "La casa de Tomasa", con las que he debatido mucho sobre este asunto, voy reconociendo las posibilidades que nos abren estos álbumes ilustrados.
Para lanzarme por este camino, además de las recomendaciones de mis amigas riojanas, fue muy importante la entrada del blog de la Asociación "Entrelibros" titulada Palabras que abrazan. En este caso, los textos habían sido trabajados con personas adultas. Pero, me pregunté, como cuando inicié por primera vez las tertulias literarias en Secundaria y en Primaria: ¿por qué no hacerlos con otras de menor edad? Y hoy hemos comenzado con este libro.
El texto se basa en el diálogo entre una madre y su hijo acerca del hecho de ser personas únicas y si esto no lleva aparejado el estar solo en el mundo.
—¿Por qué no? Es maravilloso que seas tan único y especial! —dijo la madre.
—Pero, así estoy solo —dijo Ben—.
A través de sus páginas se va desgranando este dilema hasta llegar a un descubrimiento muy especial. Para ello, lo primero que hemos hecho ha sido leer en voz alta todo el texto. Luego, con la colaboración de todo el mundo hemos ido leyendo página a página y comentando todo lo que nos sugería el texto: ¿somos únicos?, ¿los gemelos son iguales?, ¿hay alguien igual a nosotros en este mundo?, ¿tiene ventajas o quizás inconvenientes?, ¿cómo es posible ser único y no estar solo? ¿necesitamos la soledad?, ¿es lo mismo estar solo porque quieres o porque nadie quiere ser tu amigo?, ¿te gusta la soledad?, ¿cuántos abrazos llevamos en los bolsillos?, ¿hay personas que no tienen abrazos?, ¿hay a quien no le dan abrazos? ¿se nos pueden acabar algún día los abrazos?, ¿por qué a veces cerramos la bolsa de los abrazos?, ¿quién nos abraza y a quién abrazamos? Todas estas y muchas más son cuestiones que se han ido planteando mientras compartíamos lecturas y palabras. Finalmente, y a propuesta de Isabel, su profesora, hemos acabado proyectando esta imagen y hablando sobre ella:
Pero todavía quedaba lo mejor. Cuando me estaba despidiendo de ellos, varios se han acercado y me han empezado a abrazar de la forma más natural del mundo. Ha sido maravilloso porque, además de no esperarlo, a mí me encanta que me escriban poemas en la piel para así darme cuenta de que puedo ser único y a la vez no estar solo en este mundo. Gracias a todos y a todas por enseñarme tantas cosas.
Nota: mañana utilizaremos este texto en el programa PISECO (Proyecto de Intervención Socieducativa y Comunitaria con Familias) del Ayuntamiento de Bilbao. Ya os contaré cómo nos ha ido.
¡Qué interesante y emotivo! noticias así nos hacen falta para animarnos cuando...cuando lo necesitamos.
ResponderEliminarGracias Miguel
Un abrazo
Mª Pía