-"No es posible crecer en la intolerancia. El educador coherentemente progresista sabe que estar demasiado seguro de sus certezas puede conducirlo a considerar que fuera de ellas no hay salvación. El intolerante es autoritario y mesiánico. Por eso mismo en nada ayuda al desarrollo de la democracia." (Paulo Freire). - "Las razones no se transmiten, se engendran, por cooperación, en el diálogo." (Antonio Machado). - “La ética no se dice, la ética se muestra”. (Wittgenstein)
Páginas
lunes, 31 de mayo de 2021
La máscara de la Muerte Roja, un cuento de Edgar Allan Poe
domingo, 30 de mayo de 2021
REGLAS DE JUEGO PARA LOS HOMBRES QUE QUIERAN AMAR A LAS MUJERES, un poema de Gioconda Belli
sábado, 29 de mayo de 2021
"Los días perdidos". Un cuento de Dino Buzzati (Beluno, Italia, 1906–1973)
–Todavía hay más en el camión, para tirar. ¿No lo sabes? Son los días.
–¿Qué días?
–Tus días.
–¿Mis días?
"Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado". Un poema de Maya Angelou.
sobre el dorso de la victoria
y flota río abajo
hasta donde termina la corriente
y sumerge sus alas
en los rayos de sol de color naranja
y osa reclamar el cielo.
Sin embargo, un pájaro que atisba
bajo su estrecha jaula
rara vez puede ver a través de
sus barrotes de furia
sus alas se recortan y
sus patas están atadas
lo que abre su garganta al canto.
El pájaro enjaulado canta
con trino de miedo
por las cosas desconocidas
pero aún con anhelo
y se escucha su melodía
en el lejano castro el pájaro enjaulado
canta a la libertad.
El pájaro libre piensa en otra brisa
en un intercambio de suaves vientos a través de árboles
suspirando
y los gusanos de grasa en el césped esperando por un amanecer brillante
y da nombre a su propio cielo.
Pero un pájaro enjaulado se halla en la tumba de los sueños
su sombra grita en un grito de pesadilla
sus alas se recortan y sus patas están atadas
lo que abre su garganta al canto.
El pájaro enjaulado canta
con un trino de miedo
por las cosas desconocidas
pero aún con anhelo
y su melodía se escucha
en la colina distante
el pájaro enjaulado
canta a la libertad.
viernes, 28 de mayo de 2021
El entierro prematuro. Un cuento de Edgar Allan Poe.
sábado, 22 de mayo de 2021
viernes, 21 de mayo de 2021
jueves, 20 de mayo de 2021
El diablo de la botella. Un cuento de Robert Louis Stevenson
miércoles, 19 de mayo de 2021
Sobredosis, un estremecedor poema de Pilar Herranz Adeva
I
La dama blanca conoce sus venas
las recorre en su azul.
La negra sombra acecha en los muros,
pasea silenciosa
por pasillos y celdas de castigo
como amante impaciente.
Se aposenta en un ángulo
de la marchita biblioteca
mientras conversamos,
volamos con palabras,
olvidamos tiempo y lugar entre muros.
Al regreso de los permisos
la droga entra a raudales,
el jaco cabalga a su antojo,
la reina gobierna en su trono.
Contra su voluntad,
entra en la biblioteca.
Preferiría recluirse en su celda
pero los altavoces en los muros
vociferan su nombre.
Las órbitas de los ojos se mueven
sin control. No es su voz la que habla
Me pagan de 50 a 80 pelas por cada espejo de coche que termino en el taller.
Colecciono chapitas de coca-cola para conseguir un coche cuando salga de la cárcel.
Me han sancionado sin permiso por jugar a las cartas con dinero, a veces apuesto 5 céntimos, pero hoy he jugado sin apostar. No podemos ni matar el tiempo.
Solo quedamos mi madre de 72 años y yo, mi padre y mi hermana murieron, solo me tiene a mí y estoy en la cárcel. Quiero acabar segundo de bachillerato y estudiar algún módulo, ya me quedan pocos meses para salir.
Un haz de luz se refleja en el muro.
La biblioteca está vacía,
hay una ausencia.
La sombra que pasea por pasillos
y celdas de castigo,
esa amante impaciente está con él.
II
Qué impulso de muerte te atrae en otoño
y que latido feroz en las venas azules
que conviertes en ríos de nieve.
Malgastas tus manos
inyectándote sueños mortales
en lugar de entregarte caricias.
La noche se hace más negra en la madre
en el corazón de la anciana madre.
III
Tu soplo en el corazón no es más
que la herida de ver
a tu hijo en la cárcel.
¿Regresarás antes del ocaso?
Y él murió primero.
Durante años fuiste
su única esperanza
en una triste celda
de tres por dos.
martes, 18 de mayo de 2021
lunes, 17 de mayo de 2021
El silencio blanco, un cuento de Jack London
domingo, 16 de mayo de 2021
EL FIN DEL "HOMO SOVIETICUS", un magnífico libro de la Premio Nóbel de literatura Svetlana Aleksiévich
sábado, 15 de mayo de 2021
El Ombúlobo, un cuento terrorífico de Esteban Valentino
viernes, 14 de mayo de 2021
CUENTOS AL AMOR DE LA LUMBRE, un poema de Pilar Herranz Adeva (El llanto del mundo)
En la cocina vieja
una lumbre encendida,
en la cocina vieja
no arde más luz que el fuego
y unos ojos de niño
que esperan un cuento.
En la silla de enea
el niño en el regazo,
el padre coge el libro de los cuentos,
los ojos del niño se abren atentos,
el fuego se refleja en sus pupilas,
son llamas impacientes.
En la penumbra de la tarde
se oye la voz del padre.
La madre mira al fuego,
al rostro de sus hijos encendido,
al mágico momento
en que surge la palabra.
Palabrashijos
llama.
Y la cocina vieja
se incendia, resplandece.
jueves, 13 de mayo de 2021
METADONA EN LA BILIOTECA, Un poema de Pilar Herranz Adeba (El llanto del mundo)
Traspaso los candados de la cárcel,
surgen ojos solitarios, obscenos,
airados tras las rejas.
Metadona en los altavoces. Se abre la escuela.
Mientras espero, reviso los libros
polvorientos, marchitos, olvidados,
tristísimos de la biblioteca.
Las cortinas rasgadas
de plástico gris tapan
el único trozo de cielo posible
en este lugar.
A las nueve en punto de la mañana
agolpados en rejas
como en un circo negro
bebéis metadona en vasos de plástico.
Después a la escuela a aprender
y cerráis vuestros párpados
en inevitable sueño
como un anticipo de muerte.
EL ZAPATERO Y EL DIABLO [“El zapatero y la fuerza maléfica”], un cuento de Antón Chéjov
miércoles, 12 de mayo de 2021
LOS VECINOS NUNCA SOSPECHAN LA VERDAD, un cuento de Óscar Collazos
lunes, 10 de mayo de 2021
La memoria en las palabras, un interesante artículo de Juan Mata.
domingo, 9 de mayo de 2021
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
-la tarde cayendo está-.
"En el corazón tenía
"la espina de una pasión;
"logré arrancármela un día:
"ya no siento el corazón".
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
"quién te pudiera sentir
"en el corazón clavada".
sábado, 8 de mayo de 2021
EL GRAN INQUISIDOR, un relato de Fiódor Dostoyevski
jueves, 6 de mayo de 2021
LA MURALLA, un poema del poeta cubano Nicolás Guillén
Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel…
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel…
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel…
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El alacrán y el ciempiés…
—¡Cierra la muralla!
Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la hierbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla…
Alcemos una muralla
juntando todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte…
HE AQUÍ EL POEMA MUSICADO POR QUILAPAYÚN
martes, 4 de mayo de 2021
El Príncipe Feliz, un cuento de Oscar Wilde
"Cuando estaba yo vivo y tenía un corazón de hombre -repitió la estatua-, no sabía lo que eran las lágrimas porque vivía en el Palacio de la Despreocupación, en el que no se permite la entrada al dolor. Durante el día jugaba con mis compañeros en el jardín y por la noche bailaba en el gran salón. Alrededor del jardín se alzaba una muralla altísima, pero nunca me preocupó lo que había detrás de ella, pues todo cuanto me rodeaba era hermosísimo. Mis cortesanos me llamaban el Príncipe Feliz y, realmente, era yo feliz, si es que el placer es la felicidad. Así viví y así morí y ahora que estoy muerto me han elevado tanto, que puedo ver todas las fealdades y todas las miserias de mi ciudad, y aunque mi corazón sea de plomo, no me queda más recurso que llorar."
La golondrina accede a ayudarle y de ahí nace una amistad, un amor que llevará al ave a dar la vida por el Príncipe.
lunes, 3 de mayo de 2021
domingo, 2 de mayo de 2021
Tres gatos tres, un poema de María Cristina Ramos
El gato pomposo
y el gato tigrés
y el grisgrís que tiene
bigotes café.
Ya tomaron leche
y lluvia, tal vez,
y la luna nueva
que cayó al llover.
Si se duermen pronto,
yo me dormiré,
pero por ahora
trepan la pared,
se suben al árbol,
se dejan caer.
Los asusta un trébol,
los asusta un pez,
y cierran los ojos
una y otra vez.
Para que se duerman
yo me dormiré.
Y que en un ovillo
se duerman los tres:
el gato pomposo
y el gato tigrés
y el grisgrís que tiene
bigotes café.
sábado, 1 de mayo de 2021
LANZAMIENTO VOCES & TINTAS - REVISTA DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL PARA EL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL DE LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE. Revista IBBY
Esta iniciativa busca reunir las voces de Latinoamérica y el Caribe entorno a la lectura, los libros y la cultura escrita para niños, niñas y adolescentes.
-
El cuento transcurre en un espacio acotado, un hotel al que suelen concurrir viajantes de comercio. Un lugar de tránsito. Todo hace pensa...
-
Había una vez un pescador de bastante edad y tan pobre que apenas ganaba lo necesario para alimentarse con su esposa y sus tres hijos. Toda...
-
Entre los personajes más célebres de la literatura oral, del folklore popular, está el hombre lobo o lobizón, que tiene también versiones fe...
-
Érase una vez un monstruo que vivía tranquilamente en la ladera oeste de una montaña. En la ladera este de la montaña vivía otro monstruo...
-
Saltó la barda de su casa. Detrás del solar de doña Luz estaba la calle; la otra calle, con sus piedras untadas de sol, que se hacían musica...