sábado, 5 de septiembre de 2015

La ladrona. Un cuento de Carmen de Burgos, (1867–1932), periodista, escritorra y activista de los derechos de la mujer.

LA LADRONA

Era el día de la última prueba de mi traje de baile; después de tantos días de espera iba a contemplar en conjunto aquel poema, de chiffones delicado, frágil, verdadera obra de arte, compuesta por el modisto con el mismo cuidado con que un pintor traza la figura mas importante de su cuadro.

Un traje de baile emociona siempre a la mujer. Tiene el don de rejuvenecerla con ese sentimiento de emoción sincera que se experimenta con el primer traje de cola, que ha de hacernos aparecer transformadas, casi desconocidas, ante nuestros amigos. Son esos trajes solemnes, definitivos, difíciles, en los que se juega una reputación de mujer elegante. Los modistos de París saben bien hacernos conocer la importancia, la solemnidad y la religiosidad de una elección de traje.

Para la mujer que va a París con el objeto de proveer su guardarropa, la gran ciudad es como un inmenso restaurante y un inmenso almacén donde no hubiese ninguna otra cosa en que pensar; ninguna pasión, ningún dolor, ningún trabajo: lo oculta todo el inmenso manto bordado por sus modistos. CONTINUAR LEYENDO

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