sábado, 25 de noviembre de 2023

"EL LENGUAJE OLVIDADO DE LA INFANCIA". Discurso de ingreso a la Academia Venezolana de la Lengua de FANUEL HANÁN DIAZ, Caracas, 22 de noviembre de 2023

Fanuel Hanán Díaz
en la Academia Venezolana de la Lengua
[...] Desde hace más de treinta años me dedico a la investigación y estudio de la literatura infantil y juvenil. De hecho, cuando me preguntan si soy escritor o especialista o profesor o editor siempre aclaro que sí, que soy todas esas cosas, pero que principalmente me defino como investigador. La investigación es un oficio solitario, que requiere mucho tiempo de dedicación y sobre todo rigor. Estar horas escudriñando por cuenta propia, dedicar mucho del tiempo libre, sábados, domingos, para avanzar en proyectos de estudio sin el amparo de una universidad o institución es lo que he hecho gran parte de mi vida. Es lo que en inglés se llama independente scholar. Y celebro que la Academia haya tenido la generosidad de incluir un perfil como el mío para formar parte de este cónclave porque alienta el trabajo de personas como yo que hacemos una labor que muchas veces pasa desapercibida. Pero, principalmente porque otorga un espaldarazo a la literatura infantil y juvenil en un ámbito tan formal de la lengua española.

[...] En nuestro mundo hay una tribu semisalvaje muy especial, muy antigua y ampliamente extendida, a la que antropólogos e historiadores sí le han comenzado a prestar atención recientemente. Todos nosotros hemos pertenecido a esta tribu; hemos conocido sus costumbres, sus hábitos y sus ritos, su folklore y sus textos sagrados. Me estoy refiriendo a los niños. Sin embargo, estos textos sagrados de la infancia no siempre son los que recomiendan los mayores, según descubrí muy pronto.

De este modo comienza No se lo cuentes a los mayores, un perspicaz ensayo de la profesora estadounidense Alison Lurie, donde describe esa indómita comunidad de la que hemos formado parte, quizás ahora desdibujada en nuestra memoria. En esa geografía, lejana, libre y extravagante, todos sus habitantes se comunican con un lenguaje particular, desarticulado a veces, ilógico otras tantas, aunque siempre marcado por el sentido del ritmo, por las reglas del juego y el sinsentido. Desde distintas disciplinas se ha demostrado que el habla de la infancia es profundamente diferente del de los adultos. De ese lenguaje y de su erosión quisiera hablarles.



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