-"No es posible crecer en la intolerancia. El educador coherentemente progresista sabe que estar demasiado seguro de sus certezas puede conducirlo a considerar que fuera de ellas no hay salvación. El intolerante es autoritario y mesiánico. Por eso mismo en nada ayuda al desarrollo de la democracia." (Paulo Freire). - "Las razones no se transmiten, se engendran, por cooperación, en el diálogo." (Antonio Machado). - “La ética no se dice, la ética se muestra”. (Wittgenstein)
Páginas
martes, 26 de agosto de 2025
"DOS AMIGOS". Un cuento de Guy de Maupassant
lunes, 25 de agosto de 2025
"HAY DOLENCIAS PEORES QUE LAS DOLENCIAS". Un poema de Fernando Pessoa
Hay dolencias peores que las dolencias,
hay dolores que no duelen, ni en el alma
pero que son dolorosos más que los otros.
Hay angustias soñadas más reales
que las que la vida nos trae, hay sensaciones
sentidas solo con imaginarlas
que son más nuestras que la misma vida.
Hay tantas cosas que, sin existir,
existen, existen demoradamente,
y demoradamente son nuestras y nosotros…
Por sobre el verde turbio del ancho río
los circunflejos blancos de las gaviotas…
Por sobre el alma el aleteo inútil
de lo que no fue, ni puede ser, y es todo.
Dame más vino, porque la vida es nada.
domingo, 24 de agosto de 2025
"LAS MUJERES EN AFGANISTÁN DESAFÍAN A LOS TALIBANES CON CLUBES DE LECTURA SECRETOS EN WHATSAPP y TELEGRAM. Omid Sobhani, El País, 15 AGO 2025
En la imagen, la licenciada en Derecho, Fahr Parsi (nombre ficticio), sostiene un libro mientras oculta su rostro, como reflejo de su papel en la organización de clubes secretos de lectura para mujeres en Afganistán, pero también para protegerse de las represalias de los talibanes, en junio de 2025. |
sábado, 23 de agosto de 2025
"DE SU VENTANA A LA MÍA". Un cuento de Carmen Martín Gaite escrito tras el fallecimiento de su madre
viernes, 22 de agosto de 2025
"RETROSPECTIVA EXISTENTE". Un poema de Miguel Labordeta
![]() |
Miguel Labordeta |
Me registro los bolsillos desiertos
para saber dónde fueron aquellos sueños.
Invado las estancias vacías
para recoger mis palabras tan lejanamente idas.
Saqueo aparadores antiguos,
viejos zapatos, amarillentas fotografías tiernas,
estilográficas desusadas y textos desgajados del Bachillerato,
pero nadie me dice quién fui yo.
Aquellas canciones que tanto amaba
no me explican dónde fueron mis minutos,
y aunque torturo los espejos
con peinados de quince años,
con miradas podridas de cinco años
o quizá de muerto,
nadie, nadie me dice dónde estuvo mi voz
ni de qué sirvió mi fuerte sombra mía
esculpida en presurosos desayunos,
en jolgorios de aulas y pelotas de trapo,
mientras los otoños sedimentaban
de pálidas sangres
las bodegas del Ebro.
¿En qué escondidos armarios
guardan los subterráneos ángeles
nuestros restos de nieve nocturna atormentada?
¿Por qué vertientes terribles se despeñan
los corazones de los viejos relojes parados?
¿Dónde encontraremos todo aquello
que éramos en las tardes de los sábados,
cuando el violento secreto de la Vida
era tan sólo
una dulce campana enamorada?
Pues yo registro los bolsillos desiertos
y no encuentro ni un solo minuto mío,
ni una sola mirada en los espejos
que me diga quién fui yo.
jueves, 21 de agosto de 2025
"INFECTADA". Leila Guerreiro, El País.
miércoles, 20 de agosto de 2025
"MATAR A UN ELEFANTE". Un cuento de George Orwell
domingo, 17 de agosto de 2025
"NIÑO MUERTO". Un poema de Luis Cernuda
Si llegara hasta ti bajo la hierba
joven como tu cuerpo, ya cubriendo
un destierro más vasto con la muerte,
de los amigos la voz fugaz y clara,
con oscura nostalgia quizá pienses
que tu vida es materia del olvido.
Recordarás acaso nuestros días,
este dejarse ir en la corriente
insensible de trabajos y penas,
este apagarse lento, melancólico,
como las llamas de tu hogar antiguo,
como la lluvia sobre aquel tejado.
Tal vez busques el campo de tu aldea,
el galopar alegre de los potros,
la amarillenta luz sobre las tapias,
la vieja torre gris, un lado en sombra,
tal una mano fiel que te guiara
por las sendas perdidas de la noche.
Recordarás cruzando el mar un día
tu leve juventud con tus amigos
en flor, así alejados de la guerra.
La angustia resbalaba entre vosotros
y el mar sombrío al veros sonreía,
olvidando que él mismo te llevaba
a la muerte, tras un corto destierro.
Yo hubiera compartido aquellas horas
yertas de un hospital. Tus ojos solos
frente a la imagen dura de la muerte.
Ese sueño de Dios no lo aceptaste.
Así como tu cuerpo era de frágil,
enérgica y viril era tu alma.
De un solo trago largo consumiste
la muerte tuya, la que te destinaban,
sin volver un instante la mirada
atrás, tal hace el hombre cuando lucha.
Inmensa indiferencia te cubría
antes de que la tierra te cubriera.
El llanto que tú mismo no has llorado,
yo lo lloro por ti. En mí no estaba
el ahuyentar tu muerte como a un perro
enojoso. E inútil es que quiera
ver tu cuerpo crecido, verde y puro,
pasando como pasan estos otros
de tus amigos, por el aire blanco
de los campos ingleses, vivamente.
Volviste la cabeza contra el muro
con el gesto de un niño que temiese
mostrar fragilidad en su deseo.
Y te cubrió la eterna sombra larga.
Profundamente duermes. Mas escucha:
Yo quiero estar contigo; no estás solo.
sábado, 16 de agosto de 2025
"REÍR A LÁGRIMA VIVA". Irene Vallejo
jueves, 14 de agosto de 2025
miércoles, 13 de agosto de 2025
"LA PEREGRINA". Un poema de María Beneyto
LA PEREGRINA
Yo era la mujer que se alzó de la tierra
para mirar las luces siderales.
Dejé el hogar con apagados troncos
cansada de ser sólo estela de humo
que prolongase así mi ser ardido.
Esa mujer del hueco tibio
que allí me contenía,
se despertó del sueño profundo de la especie
y decidió buscar, a plena luz, caminos.
La inquieta,
la andariega mujer a quien no bastan dulces
menesteres pequeños,
ésa me fue de súbito encontrada
en los más hondos pliegues de mi túnica
y yo no quise renunciar, quedarme.
Otras renunciaciones sí quedaron, sombras
que tenían la forma tan amada
de los pasados sueños, hijos
que estaban programados en mi sangre
a cambio de ceder y estarme quieta;
la rueca y el silencio de las horas
protegidas, pausadas, sin peligros,
las flores habituales, la inocencia...
Pero inocente no quería ser.
Quería
como Eva, saber, estar; ser libre
para el conocimiento de la luz, perderme
en la verdad, encontrarme, saberme,
llegar a las montañas que siempre estaban lejos,
pisar ciudades que edifica el miedo,
integrarme a las turbias caravanas
que hieren el desierto, someterme
a la carga común, y ser hallada
solidaria, eficaz, y no apartada
de ese esfuerzo que late
en el gran corazón que nos da vida;
el corazón del mundo, unido al nuestro
por invisibles venas del misterio.
Así
atravesé la risa,
hendí la densa lágrima
deseando quedarme en cada gota
de sudor, en la mano encallecida,
en los niños sin ojos
o en la mujer que teje por las noches
debajo de la angustia.
Pero no me detuve ni siquiera
cuando cerró de pronto mi camino
la mirada absorbente del deseo
y su mágica voz
traduciendo la música más dulce.
La primavera
descendiendo en mis venas
de mujer en mujer; desde el principio
intentó mutilar -casi lo hizo-
mi ilusión por llegar a la asamblea
donde severa, la verdad, aguardaba.
Arañada de espinos,
vapuleada por los vientos, rota,
pude llegar, aún de día.
En lo alto del monte
reunidos, estaban.
Los hombres más ancianos y los otros,
como si no me viesen
hablaban, poseían
inefables vocablos.
Me acerqué con el triunfo cenital en los ojos,
con un contento de alas súbitas
en mis hombros felices,
pero no me dejaron entregar mis palabras
porque en ellos la ira de Dios resplandecía.
Bíblicas maldiciones
inflamaron mi oído,
y me dijeron Eva una y mil veces,
manantial del dolor, impúdica pureza,
hembra evadida del rincón oscuro
del lugar de vigía en la ventana,
desertora
de la orilla del fuego
y el hogar apagado...
Vergüenza de mi sexo acongojó mis hombros
que se creyeron alas para el vuelo.
Vergüenza de bajar de las alturas
sin lograr la palabra que buscaba.
Y ni siquiera en otras asambleas
vi algo de la luz que me justificase,
porque tampoco ellos encontraban nada,
a pesar de su hoz interrogante,
a pesar del secreto pretencioso y estéril
con que arropaban -delicadamente-
su poco de vacío...
Así regreso, con pies llagados
y ropas destrozadas, junto al fuego,
perseguida, insultada, y viendo activa
la maldición de Dios que llega
desde el vivir primero.
Carne de escándalo, asombrada,
aquí estoy para siempre quieta y muda;
jueces casi benignos me condenan
a la inmovilidad,
y me salva de ser lapidada
el silencio.
martes, 12 de agosto de 2025
"Releyendo ‘Olvidado rey Gudú’: la fantasía épica en Ana María Matute". Alicia Nila Martínez Díaz (Universidad Villanueva) Theconversation.com 24 JUL 2025
lunes, 11 de agosto de 2025
"DIÁLOGO EN LA MONTAÑA". Un cuento de Paul Celan
domingo, 10 de agosto de 2025
"MATAOS". Un poema de Miguel Labordeta
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna.
Si vuestra rabia es fuego que devora al cielo
y en vuestras almohadas crecen las pistolas:
destruíos, aniquilaos, ensangrentad
con ojos desgarrados los acumulados cementerios
que bajo la luna de tantas cosas callan,
pero dejad tranquilo al campesino
que cante en la mañana
el azul nutritivo de los soles.
Invadid con vuestro traqueteo
los talleres, los navíos, las universidades,
las oficinas espectrales donde tanta gente languidece,
triturad toda rosa hallada; al noble pensativo,
preparad las bombas de fósforo y las nupcias del agua con la muerte
que han de aplastar a las dulces muchachas paseantes,
en esta misma hora que sonríe
por una desconocida ciudad de provincias,
pero dejad tranquilo al joven estudiante
que lleva en su corazón un estímulo secreto.
Inundad los periódicos, las radios, los cines, las tribunas
de entelequias, estructuras incompatibles,
pero dejad tranquilo al obrero que fumando un pitillo
ríe con los amigos en aquel bar de la esquina.
Asesinaos si así lo deseáis,
exterminaos vosotros: los teorizantes de ambas cercas
que jamás asiríais un fusil de bravura,
pero dejad tranquilo a ese hombre tan bueno y tan vulgar
que con su mujer pasea en los económicos atardeceres.
Aplastaos, pero, vosotros,
los inquisitoriales azuzadores de la matanza,
los implacables dogmáticos de estrechez mentecata,
los monstruosos depositarios de la enorme Gran Estafa,
los opulentos energúmenos que en alza favorable de cotizaciones
preparáis la trituración de los sueños modestos
bajo un hacha de martirios inútiles.
Pisotead mi sepulcro también,
os lo permito, si así lo deseáis inclusive y todo,
aventad mis cenizas gratuitamente
si consideráis que mi voz de la calle no se acomoda a vuestros fines suculentos,
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna,
al campesino que nos suda la harina y el aceite,
al joven estudiante con su llave de oro,
al obrero en su ocio ganado fumándose un pitillo,
y al hombre gris que coge los tranvías
con su gabán roído a las seis de la tarde.
Esperan otra cosa.
Los parieron sus madres para vivir con todos,
y entre todos aspiran a vivir, tan sólo esto,
y de ellos ha de crecer, si surge,
una raza de hombres con puñales de amor inverosímil,
hacia otras aventuras más hermosas.
sábado, 9 de agosto de 2025
"ANA MARÍA MATUTE Y LA CENSURA FRANQUISTA". Coral Azofra Loza y Maribel Martínez López (Universidad de La Rioja), Theconversation.com 24 julio 2025
“domina un total sentimiento antirreligioso que llega a la irreverencia en muchos pasajes. Jamás se cita un nombre santo […] Políticamente, la novela deja mucho que desear. […] no debe autorizarse la obra, pues, intrínsecamente, resulta destructora de los valores humanos y religiosos esenciales”.
viernes, 8 de agosto de 2025
miércoles, 6 de agosto de 2025
"NO OS CONFUNDÁIS". Un poema de Francisca Aguirre
Y cuando ya no quede nadatendré siempre el recuerdo
de lo que no se cumplió nunca.
Cuando me miren con áspera piedad
yo siempre tendré
lo que la vida no pudo ofrecerme.
Creedme:
todo lo que pensáis que fue destrozo y pérdida
no ha sido más que conjetura.
Y cuando ya no quede nada
siempre tendré lo que me fue negado.
No os confundáis: con lo que nunca tuve
puedo llenar el mundo palmo a palmo.
Tanto miedo tenéis que no habéis advertido
la riqueza que se oculta en la pérdida.
Desdichados,
poca ganancia es la vuestra
si nunca habéis perdido nada.
Yo sí he perdido:
yo tengo, como el náufrago,
toda la tierra esperándome.
viernes, 1 de agosto de 2025
"ÉRASE UNA VEZ ANA MARÍA MATUTE: CIEN AÑOS DE UNA AUTORA EXTRAORDINARIA". Andrea Aguilar, El País 26 JUL 2025
![]() |
MERCEDES DEBELLARD |
jueves, 31 de julio de 2025
"EL SEMEJANTE". Un cuento de Miguel de Unamuno
miércoles, 30 de julio de 2025
"DURO TIEMPO". Un poema de María Beneyto sobre la infancia en tiempos de guerra.
por símbolos de azúcar inefable
o guirnaldas de estaño.
Nuestra infancia sabía a hierba amarga,
a guerra fratricida,
sin fábulas azules ni leyendas.
Enseguida supimos que la vida
─aquel tallo inocente─
nacía de una entraña ensangrentada
que indicaba el camino
hacia la luz, entre la carne rota.
Que las madres guardaban
recuerdos prenatales en su vientre.
A esquirlas de metralla, a realidades,
nos sacaron del mundo
en que era fácil y feliz ser niño.
Con obuses, con bombas
conocimos la atroz mitología
que izaban la palabras
del lívido alarido de la herida.
Hicimos colección de balas viejas
usadas por la muerte.
Nana feroz nos daban en la noche
las sirenas de alarma
y el agujero del terror oscuro
del refugio antiaéreo
que jugaba por el día con nosotros.
Lo mismo que asexuales criaturas
inventábamos juntos
iguales violencias. (Una niña
algunas veces vino,
se me subió a los ojos lentamente
y lloró en mis pupilas
inexplicables ríos infantiles)
Y ese ha sido el preludio,
la llegada a la tierra que vivo.
Los indicios apenas de la vida
repartida en dos seres
y desdoblada, separada, aparte.
La dura despedida
del otro ser que se quedó en la muerte.
Sin ser mujer, y sin tener infancia
allí, en tierra de nadie,
en tiempo neutro, en limbo sostenido,
la niñez compañera
era un capullo pálido, caído,
ahogado entre la sangre
en donde se perdió la niña muerta.
Pero siguió la muerte su camino
y los hermanos eran
allá en el frente, dioses luminosos,
de guerreros antiguos
resplandeciendo a un lado de la lucha,
en el duro combate,
en la carne mortal, herida y nuestra,
mientras iba cayendo eterna lluvia
en la herida infectada
de acuchillados campos. En el hueso
innumerable y joven
del múltiple cadáver, y algo hembra,
mujer, madre del luto,
algo llamado España sollozaba.
martes, 29 de julio de 2025
domingo, 27 de julio de 2025
"RIQUEZA". Un poema de Gabriela Mistral
Tengo la dicha fiel y la dicha perdida: la una como rosa, la otra como espina. De lo que me robaron no fui desposeída; tengo la dicha fiel y la dicha perdida, y estoy rica de púrpura y de melancolía. ¡Ay, qué amante es la rosa y qué amada la espina! Como el doble contorno de dos frutas mellizas tengo la dicha fiel y la dicha perdida.
sábado, 26 de julio de 2025
"LA SALUD MENTAL DE LOS ADOLESCENTES: ". UN SÍNTOMA DE UNA SOCIEDAD VULNERABLE". Marino Pérez Álvarez (Psicólogo, académico y ensayista) Universidad de Oviedo, Theconversarion.com 21 JUL 2025
viernes, 25 de julio de 2025
"UN CUENTO AFRICANO". Un cuento de Roald Dahl
miércoles, 23 de julio de 2025
"¿QUÉ ES LO MÁS AMERICANO DE TI?". Un poema de Hala Alyan, poeta y narradora palestino-estadounidense
Mi boca, mis nervios. Los seis acentos de mi acento.
Mi forma de cruzar la calle sin mirar dos veces.
De llenar una maleta sin mirar dos veces.
De despertar al alba y a la nada.
Mi forma de contar la matanza por meses.
Uno, dos, tres, cuatro.
Mi boca. Seguir creyendo que me puede sacar de un lío.
Que cuando un soldado pregunta de dónde
yo digo de aquí y luego de aquí y luego de ningún sitio.
Que cuando un soldado me toca el pelo
y dice quién sabe lo que llevas ahí escondido
yo digo sí, digo lo siento me lo dio una mujer,
no se preocupe, está muerta, arrasasteis su pueblo.
Cinco, seis, siete, ocho.
Cuántos meses hay en un cuerpo.
Cuántas cunas en una estirpe.
Un padre camina por las calles y dice:
Esto es un niño. Esto es un niño. Esto es un niño.
Mi boca.
Cómo confiesa lo que nadie ha pedido.
Cómo olvida las palabras para jasra, jayyal, istislaam.
Cómo siempre está contando una historia.
Hubo una vez un hombre. Un anillo. Una frontera rasgada como el papel.
Una vez un ejército prohibió los vestidos de boda
y las manzanas y los pianos y los niños se convirtieron en datos
y el ruido asoló la tierra
y Lorca dice mi casa no es ya mi casa
y Darwish dice olvidé, como tú, de morir.
Y ¿cómo no ir a hacerse la foto?
¿Cómo llamar al agua que nadie puede beber?
¿Qué es lo más americano de ti?
Mi boca. Mi voz alta. Mi dólar.
Cómo va por los bolsillos hasta el misil,
se aloja en la costilla de un chico.
Mi río, mi árbol, mi anillo.
Cómo sigo amando la luna
aun cuando el dron,
aun cuando el checkpoint,
aun cuando los niños coman eso que comen.
Ay, pero la luna.
Una vez brilló sobre Ŷubayl.
Una vez llevé vestido y entré en una habitación con música.
Una vez devolví un anillo.
Lo siento. Olvida el anillo. Olvida la luna.
Un padre camina en las calles y dice:
Esto es un país. Esto es un país. Esto es un país.
En Manhattan es un mes nuevo
y ella, antes de morir, no muere.
Antes de morir dice ‘ahora los demás debéis vivir’.
Así que vivimos y vivimos y vivimos.
Nos reunimos en la iglesia junto al parque, a escuchar su voz.
Decimos ‘esto es vivir’.
Decimos sí. Decimos yo amo, yo amo, yo amo.
Una vez un hombre dijo
le voy a meter fuego al inglés de tu boca
y lo que quería decir era
soy como tú,
soy peligroso y finjo no serlo.
Olvida a ese hombre.
Digo que quiero rehacerme: en una terminal en Belfast,
en una manifestación con diez mil personas,
en una cama en Greenpoint,
que me toquen hasta olvidar mi propio nombre.
Lorca dice solo tu corazón caliente.
Darwish dice deseo del amor solo el principio.
Así que esta es mi memoria americana.
Corta, como una canción.
Aquí está el mar de mi abuela:
se mueve y centellea, como un rumor,
visible desde todas las ventanas.
Oh, tierra interrupta,
oh, road trip al pasado.
Olvida el pasado.
Lo que intento decir es que me encantan los interrogatorios.
Lo que intento decir es que hicieron de los vestidos un crimen.
¿Quién recuerda la música?
¿Quién respira a través del escombro?
Una vez un lugar explotó
y mi padre se hizo ficción.
No me hables de septiembre.
He olvidado, ¿de quién era marido ese tipo?
¿Mío? No, mío no.
Quién nació dónde. De quién es
el soldado que me apuntó con un arma y me espetó
tú, guapa, siéntate.
¿Qué es lo más americano de ti?
¿Era tu pelo o tu cuchillo?
¿Tu podredumbre o tu metáfora?
Una vez hice autoestop desde una azotea hasta el mar.
Me marché durante la guerra.
Volví, dormí en un banco, dormí un año entero
y las paredes eran amarillas y las
bombas hacían temblar las ventanas y nadie murió.
¿Qué crees que haría yo con un misil?
Mis rodillas a tierra.
Mi dios en la cuerda floja,
y no puedo dejar de soñar con esos vestidos,
con las palas,
con los niños,
cómo un nombre dijo que moriría
pero vivió y luego marchó.
Lorca dice por qué nací entre espejos.
Darwish dice si tiene que haber luna, que esté alta.
Una vez, mi abuela dejó un pueblo
y en su lugar construyeron un parque acuático.
Una vez dejé mi nombre en la boca de un hombre
y creo que ha llegado el momento de recuperarlo.
Olvida la luna. Estoy diciendo que quiero vivir.
Quiero oír la voz de ella cada mañana.
Quiero música. Quiero vino.
Quiero el acento equivocado, el mar equivocado,
las manos equivocadas en mi garganta.
Eso quiero.
Quiero lo que quiero
y eso es lo más americano de mí.
Estoy diciendo olvida mis manos.
No hay ningún checkpoint cerca.
Yo soy la medianoche pasada,
dos kilómetros al oeste, hacia el agua,
y desde aquí este río podría casi ser un mar
y este país podría casi ser un país.
Y ¿cómo me atrevo a hablar del amor?
¿Dónde están los vestidos ahora?
¿Quién les hace su dobladillo de encaje?
¿Qué manos remiendan el blanco?
¿Qué manos contarán los cuerpos?
¿Quién recordará lo que hicieron?
¿Quién vivirá toda esta vida?
-
El cuento transcurre en un espacio acotado, un hotel al que suelen concurrir viajantes de comercio. Un lugar de tránsito. Todo hace pensa...
-
Llegaban por bandadas las torcazas a la hacienda y el ruido de sus alas azotaba el techo de calamina. En cambio las calandrias llegaban s...
-
La vi cuando estaba a punto de cruzar la avenida. Estaba entre un montón de basura, abandonada sobre las raíces de un árbol. Los estudiantes...
-
Entre los personajes más célebres de la literatura oral, del folklore popular, está el hombre lobo o lobizón, que tiene también versiones fe...
-
Saltó la barda de su casa. Detrás del solar de doña Luz estaba la calle; la otra calle, con sus piedras untadas de sol, que se hacían musica...